Existen todo tipo de balnearios desde los que tienen gigantescos toboganes con diferentes tipos de albercas, hasta los que tienen una sola alberca, sin embargo aunque el agua es tratada para evitar las bacterias, finalmente es agua estancada. Por eso el riesgo de contraer una infección y/o enfermedad depende de la cantidad de personas que saturan las piscinas, aunque cabe señalar que no porque la piscina no sea muy visitada o muy concurrido el lugar, no existe la probabilidad de atrapar las infecciones.
Las infecciones más comunes que pueden presentarse son:
- Diarrea
- Otitis externa (infección externa del oído)
- Tinea Pedis (muy conocido como Pie de Atleta)
- Dermatitis (infección en la piel)
- Irritación nasal (dificultad para respirar)
- Virus del papiloma (Verrugas vulgares)
Un estudio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, publicado en el portal Bienestar180, hace varias recomendaciones necesarias para evitar infecciones como las antes mencionadas:
- Báñate antes y después de nadar, utilizando jabón.
- Evita utilizar las albercas cuando padezcas alguna infección, ya sea intestinal o vaginal, etc.
- Revisa que el lugar cumpla con los estándares para desinfectar el agua.
- Utiliza ropa adecuada para nadar (trajes de baño, gorro y lentes para proteger tus ojos y orejas.
- Evita usar la alberca como inodoro.
- No bebas el agua de la alberca
Los especialistas del CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades por sus siglas en inglés), aseguran que el cloro mata a los gérmenes, sin embargo su efecto no es inmediato, por lo que necesita tiempo para cumplir su objetivo y evitar la propagación de los mismos.
Nadie esta salvo de contraer una infección en los balnearios, pero si se manejan las prevenciones de manera constante y adecuadas existe menor riesgo de contraerlas.