En el mes de marzo, el día 28, se da inicio a la celebración religiosa de la Semana Santa, conmemoración anual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Esta celebración arrancará con el tradicional Domingo de Ramos, en el que se recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, rodeada de una multitud de gente que lo alababa.
Esta es la historia de la Semana Mayor.
Desde el siglo II, después de Cristo, se organizó la Semana Santa como la conmemoración del triduo sagrado: la pasión, la sepultura y la resurrección del Señor. El nuevo calendario litúrgico instituyó la Semana Santa, destinada a recordar la pasión de Cristo, a partir de su ingreso a Jerusalén. Para muchos, el Domingo de Resurrección es el día más importante de la Semana Santa, ya que es el día de la pascua, de la resurrección y de la vida cristiana.
Además, el Sábado Santo fue designado como el día del ayuno, con ausencia de celebraciones litúrgicas. Es el paso de la muerte a la vida, que es la pascua. En el siglo IV se le dio importancia al Viernes Santo, que está relacionado con la adoración de la santa cruz, el emblema del cristianismo, que resume en su figura la redención del mundo. Con el tiempo, se institucionalizó la procesión del vía crucis del Viernes Santo.
La última cena de Jesús con los doce discípulos aparece en el siglo V y, desde entonces, se celebra el Jueves Santo. Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles y les dijo: “Yo tenía gran deseo de comer esta pascua con vosotros antes de padecer. Porque os digo que ya no la volveré a comer hasta que sea la nueva y perfecta Pascua en el Reino de Dios, porque uno de vosotros me traicionará”.
La afirmación de Jesús “uno de vosotros me traicionará”, causa consternación en los doce seguidores de Jesús. Al final Jesús realizó el lavatorio de los pies, acto cristiano que es una lección de humildad y servicio.
Por esa razón el Jueves Santo se rememora la Institución de la Eucaristía en la celebración de los Santos Oficios. Por su parte, el Miércoles Santo marca el término de la primera parte de la Semana Santa, día en el que, según los textos, se reunió Judas Iscariote con el Sanedrín para condenar a Jesús.
El Martes Santo no varía tampoco mucho, recordándose el momento de Jesús y la traición de Judas y el Lunes Santo se celebra en la Iglesia Católica con una misa normal donde se proclama el pasaje de la Unción en Betania, en casa de Lázaro. La Vigilia Pascual marca el final del Triduo Pascual. Esta celebración se realiza en la noche del Sábado Santo durante la víspera del Domingo de Resurrección o Pascua.
Antiguamente, existía la tradición de bautizar en la Vigilia Pascual a todas aquellas personas que aún no habían recibido el sacramento del Bautizo. De allí que en la actualidad se empleen las velas y el agua como símbolos para renovar las promesas bautismales durante esta conmemoración.
La Vigilia Pascual se lleva a cabo con la celebración de una liturgia especial, por lo cual tanto los sacerdotes como los diáconos visten de blanco para festejar la resurrección de Jesús.
Es por eso que actualmente se celebra la Semana Santa, con unas vacaciones para todos los estudiantes, y su comienzo son el 11 de abril asta el 22 del mismo mes, en el cual Esta semana representa un descanso obligado para muchas empresas y una ocasión idónea para descansar, meditar o para vacacionar.
Para la mayoría de las personas, según la iglesia católica, está prohibido comer carne roja, sin embargo, es permitido comer carne blanca como el pescado y los mariscos; además de carne de aves, por ejemplo, pollo, pavo o gallina.
Aunque México no se queda atrás en la cantidad de tradiciones únicas, propias de la Semana Santa, alrededor del mundo muchos países tienen sus propias formas de celebrar el tiempo litúrgico de la Pascua; algunas de ellas son muy espirituales, solemnes y otras más solamente pueden recibir el adjetivo de raras y hasta violentas.
En México se va a misa dentro de la liturgia católica, hoy se celebran dos misas, la Crismal que es en la mañana y en ella se consagra el Santo Crisma y los sacerdotes renuevan las promesas realizadas el día de su ordenación.
Por la tarde se celebra la Misa Vespertina con la que se introduce la celebración del Triduo Pascual o los tres días previos a la resurrección de Cristo, después de ello la mayoría de las personas, se dan unas vacaciones a la playa, albercas a pasar días agradables con la familia, pero cada país es diferente, en España nuestro viaje con la región de Verges, Girona, en la madre patria española, donde cada Semana Santa, particularmente el Jueves Santo, tiene lugar una tradición bastante conocida en la región, llamada “Danza de la Mort” (Danza de la Muerte). Consiste en una danza sencilla, pero simbólica en que personas caracterizadas de esqueletos bailan al sol de un tétrico tambor.
Cada uno de los esqueletos porta un símbolo visual que explica la muerte. Uno de ellos porta la clásica hoz, otro porta un estandarte con las leyendas en latín “Nemini parco” y “Lo temps es breu”. Otros esqueletos llevan unos platos con cenizas, que aluden a la oración “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”, y finalmente un reloj sin agujas que significa que la muerte puede llegar a cualquier hora. De cualquier manera, lo más curioso de la tradición podría ser que los esqueletos son caracterizados tradicionalmente por niños acompañados de una larga procesión.
En Bolivia Robos “sagrados”
En donde después de la misa de la institución de la eucaristía, en Jueves Santo, en algunas regiones del país sudamericano, existe la tradición de realizar “hurtos sagrados”. Y es que la tradición dicta que “como Dios ha muerto, robar no es pecado”. Aunque los robos son pequeños y más bien simbólicos, al día siguiente es necesario beber una infusión de espinas en actitud de arrepentimiento.
Crucifixiones y flagelos (Filipinas)
Una de las tradiciones más extremas alrededor del mundo tiene lugar en Filipinas, particularmente en San Pedro Cutud, a unos 50 kilómetros de Manila, donde un grupo de penitentes es crucificado ante la expectación una multitud de devotos; se registró que en 2017 acudieron cerca de 60 mil personas.
A la par de la representación del Viacrucis, un grupo de penitentes acuden en procesión por las calles de la ciudad, cargando pesadas cruces o bien, autoflagelándose con latigazos en la espalda como una manera de “expiar” sus pecados, dar gracias o pedir algún deseo o milagro a través de su sacrificio.
Viacrucis submarino (Argentina).
Desde el año 2003, en el Puerto de Madryn, Argentina, cada año durante el Viernes Santo inició la tradición de realizar un viacrucis submarino, que reúne a más de seis mil personas, y contando con la participación de un sacerdote, acompañado por 200 buzos y nadadores, así como por más de 100 embarcaciones.
Esta nueva tradición argentina surgió como parte de las tradiciones del lugar, y es que Puerto de Madryn es conocida como “La Capital Nacional del Buceo”. Cabe destacar que fue el cardenal Jorge Bergoglio (hoy Papa Francisco), quien en su momento dio la autorización para poder llevar a cabo la conmemoración de las 14 estaciones del viacrucis bajo el agua.
Aunque en diferentes países se celebre de distinta manera, su significado no deja de ser el mismo, La Semana Santa es la fecha donde el hijo de Dios murió y luego volvió entre los muertos.
La Semana Santa es un tiempo donde las personas deben dedicarse a la oración y reflexionar.
Nos deja un mensaje de meditación sobre sus acciones y los cambios que deben realizar para acercarnos más a Dios., como también el mensaje de amor que demostró y enseñó su hijo.