Resistencia a los antibióticos, gran problema de Salud Pública.
Los antibióticos so medicamentos utilizados para prevenir y tratar infecciones bacterianas. La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos.
Las bacterias son las que se vuelven resistentes a los antibióticos, no los seres humanos, ni animales. Por lo tanto, estas bacterias farmacorresistentes pueden ocasionar infecciones al ser humano, y a los animales, y esas infecciones son más difíciles de tratar que las no resistentes.
La resistencia a los antibióticos tiene una serie de efectos nocivos que se están manifestando en el planeta. En el año de 2014 se estimaba que las bacterias multirresistentes se cobraban anualmente en Europa y Estados Unidos las vidas de unas 50,000 personas. Con el paso del tiempo, las cifras aumentaron a más de un millón de personas, tomando en cuenta datos globales.
De tal manera es que mediante estudios se ha planteado que para el año 2050 las muertes relacionadas con la resistencia a los antibióticos podría situarse en torno a los 10 millones de personas. Acorde a un estudio publicado en la revista The Lancet, bajo el título “Global burden of bacterias antimicrobial resistance in 2019; a systematic Analysis“, sitúa en 1,27 millones de muertes las causadas directamente en 2019 por las infecciones multirresistentes, y eleva hasta los 5 millones de fallecimientos relacionados indirectamente con la resistencia a los antibióticos.
Consumo de antibióticos
Pese a que existen desigualdades entre países, se ha incrementado el uso de antibióticos, y en otros lugares ha disminuido en los últimos años. En términos globales, el consumo mundial de antibióticos en la medicina humana aumentó casi un 40% entre 2000 y 2010.
En cuanto al consumo anual de antibióticos por persona, los datos registran que ese varió en más de un factor de 10% en todos los países de ingresos medios y altos.
Cualquier uso de antimicrobianos, contribuye al desarrollo de resistencia, no obstante, su uso excesivo e innecesario de forma generalizada empeora en gran manera la situación. Este abuso indiscriminado de antibióticos también se ve facilitado en muchos lugares por su disponibilidad sin receta o prescripción médica. Es por ello que, dado a la facilidad en que se desplaza entre las personas, la resistencia a los antibióticos es un problema de dimensiones mundiales, que necesita un mayor esfuerzo por parte de todas las naciones, y de distintos sectores.
Sin embargo, cuando este no es el caso, se tiene constancia de que las prácticas de prescripción varían enormemente entre países y también, a menudo, dentro de ellos, contribuyendo al agravamiento del problema
El impacto de esto, saldrá a relucir cuando ya no se puedan tratar las infecciones con los antibióticos, y será necesario emplear fármacos más costosos. Por lo que, los gastos hospitalarios generarán mayor carga económica para las familias, pacientes, y la sociedad en general.
La resistencia a los antibióticos está poniendo en riesgo los logros de la medicina moderna. Si no disponemos de antibióticos eficaces para prevenir y tratar las infecciones, los trasplantes de órganos, la quimioterapia y las intervenciones quirúrgicas se volverán más peligrosas.
Controlar y prevenir la resistencia a los antibióticos
Como se ha visto, la resistencia contra los antibióticos es un grande reto para la medicina en los años venideros. Es por ello qué, es importante tomar medidas contra el problema.
Una gran medida corresponde al ámbito de la investigación, y pasaría por el desarrollo de nuevas moléculas, fármacos, principios activos y vacunas que permitan hacer frente a la escalada armamentístico-biológica que se viene desarrollando en los últimos años a escala microscópica. Asimismo, por parte de las autoridades de la salud, informar a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente, la resistencia a estos fármacos y los peligros de su uso indebido. Notificar las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia. Prescribir y dispensar antibióticos solo cuando sean necesarios, de conformidad con las directrices en vigor.
Las medidas por parte de la población serían: Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado, no pedir antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios. Seguir siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos. No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros. Prevenir las infecciones, lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día. Y por último, preparar los alimentos en condiciones higiénicas, tomando como modelo las cinco claves para la inocuidad de los alimentos de la OMS.
Fuentes:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/resistencia-a-los-antibióticos
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/2050-resistencia-a-antibioticos-sera-responsable-10-millones-muertes-anuales_18090
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)02724-0/fulltext