Ojinaga “La perla del desierto”
Redacción: Yahaira Pérez
Conocida como la “Perla de desierto” por su ubicación en el territorio desértico. Ojinaga es la segunda ciudad colindante con la ciudad de Presidio, Texas y Estados Unidos, situada cerca de la confluencia de los ríos Bravo y Conchos.
Durante los tiempos de la prehistoria sirvió como presidio donde albergaban a los apaches y comanches que habitaban la zona. El nombre de Ojinaga fue impuesto por Benito Juárez, luego del triunfo de los liberales en 1865.
Además en el municipio se libró la batalla de las tropas de Francisco Villa y los aliados del general huerta en 1914. La victoria de Villa consolidó a la revolución mexicana en el estado de Chihuahua.
En la perla del desierto se pude encontrar un pequeño pueblo llamado Manuel Benavides, está ubicado en una de las zonas más áridas del desierto, asimismo se pueden observar aves que han elegido esta región como su territorio. Debido al aislamiento del pueblo y la poca actividad económica, cuenta con muy pocos habitantes.
El cañón de Santa Elena es una zona natural protegida que se encuentra dentro del municipio, es una de las vistas más importantes de Chihuahua y pertenece al rio Bravo. El objetivo de la reserva es proteger la flora y fauna del desierto. Las paredes rocosas del cañón se elevan verticalmente a una altura aproximada de 450 metros, además se extiende a lo largo de 15 kilómetros, que pueden ser recorridos en balsa.
El museo Manuel Ojinaga está integrado por exposiciones permanentes de restos fósiles y osamentas halladas en el desierto chihuahuense además de documentos y objetos del periodo de la revolución mexicana.
Ojinaga está ligada a la historia de Chihuahua y desde los tiempos de la colonia española y ha latido el curso de los acontecimientos que cambiaron la historia del estado.