CONOZCA UNA DE LAS CAUSAS MAS RELEVANTES QUE INCITAN A DROGARSE Y ALCOHOLIZARSE

En nuestro diario vivir se cometen diferentes tipos de abusos hacia los más vulnerables en donde se violenta la dignidad humana y se pisotean los derechos de los pobres y desprotegidos que afectan, tanto emocional, espiritual y físicamente a las personas abusadas, trayendo consigo consecuencias que repercuten en su vida cotidiana, sin permitirles muchas veces llevar un estilo de vida regular. Puesto que viven atrapados en los malos recuerdos, los malos pensamientos, la tristeza, el resentimiento, el odio, la indiferencia, la baja autoestima, los complejos de inferioridad, el miedo a todo, la desconfianza a todo, la dureza del corazón, el aislamiento, el hermetismo, la falta de comunicación para solucionar problemas, pero sobre todo, una pérdida de identidad a tal grado que no saben quiénes son ellos mismos, desconocen de donde vienen, que hacen aquí en la tierra y hacia dónde van, lo que conlleva a generarles inseguridad para realizar cualquier trabajo, terminando en el fracaso en todo lo que emprenden, orillándolos a la frustración, al desánimo y a la perdida de sentido de la vida y de las ganas de vivir.

Vale la pena comentar que de acuerdo a los testimonios compartidos en programas de autoayuda basados en la tradición de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos por personas drogadictas y alcohólicas en tratamiento, en un 90% de los casos en su inventario moral, han encontrado que la causa que los incita a drogarse o alcoholizarse son eventos traumáticos de abuso sexual en su niñez, siendo la raíz o factor determinante de una serie de problemas que impiden la realización en plenitud de su persona, trayendo consigo traumas psicológicos, fisiológicos, morales, espirituales, conductuales y de comportamiento de quienes han sido víctimas del abuso sexual y de quienes los rodean, ya que la persona abusada sexualmente sufre de una inestabilidad emocional a raíz de que a temprana edad fue violentada su sexualidad, su psicología, su fisiología y todas sus dimensiones que conforma su persona, a tal grado que los lleva a perder su identidad sexual y no saben si son varones o mujer, desarrollan preferencias sexuales desordenadas como homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad, ninfomanías, depravades, frigidez, entre otras, lo que tristemente aumenta el dolor y el sufrimiento de la herida emocional que ha dejado el abuso sexual.

Como búsqueda de solución rápida al dolor y al sufrimiento que acompaña a la víctima de abuso sexual tiende a refugiarse en sustancias paliativas momentáneas consumiendo diferentes tipos de drogas y alcohol que tienen un precio monetario por arriba de un salario mínimo, y tristemente al repetir el consumo y sentir nuevamente su efecto de estas sustancias causan adicción lo que les altera su fisiología en su biología generándoles ansiedad y desesperación por querer sentir nuevamente su efecto, ansiedad incontrolable que obliga a conseguirlas y consumirlas nuevamente, por lo que se agrava aún más el asunto de dolor y sufrimiento de la víctima de abuso sexual, cada día su situación de vida va de mal en peor involucrándose en otros vicios y desordenes (prostitución, robar, secuestrar, traficar órganos humanos, robar niños, trata de blancas, narcomenudeo, emplearse de halcones, orejas, sicarios para el crimen organizado ) para obtener dinero y comprar las drogas y alcohol a duras penas sobreviviendo.

Es necesario precisar que las personas víctimas de abuso sexual viven inmersas en nuestra sociedad interactuando con nosotros, muchos de ellos son miembros de nuestras familias, e inclusive pudieran ser nuestros padres, tíos, profesores, esposa, esposo, hijos, hermanos, compañeros de clases o de trabajo, o nuestros amigos que ciertamente se esfuerzan por superar estas vivencias traumáticas que han marcado y desgraciado su vida, sin embargo es triste convivir con ellos porque su estado emocional es desequilibrado y muy difícil de entender y comprender, pues a veces están contentos y con facilidad se molestan, se entristecen, se animan, se desaniman, se quejan de todo, se victimizan por todo, viven atrapados en complejos de inferioridad y de soledad a pesar de que están rodeados de sus seres queridos, lo que hace que la convivencia con las víctimas de abuso sexual no tratadas, hace la vida imposible a sus seres queridos que los rodean, convirtiendo en un infierno la convivencia familiar, lo que comúnmente se conoce como violencia intrafamiliar en donde todos los miembros de la familia sufren en especial los niños porque ellos no alcanzan a entender que pasa con sus padres o sus hermanos mayores y esta situación hace que se destruyan las familias, desaparezca el calor de hogar, aumentando la vulnerabilidad de los niños pequeños exponiéndolos a ser presas fáciles de diversos tipos de abusos e inclusive a ser raptados para vender sus órganos, o para las redes de prostitución infantil, en fin que si nos damos cuenta es una cadena de abusos e injusticias que se repiten cíclicamente cayendo en un círculo vicioso de Victimarios-Victimas y Victimas-Victimarios lo que convendría para todos detenernos unos instantes de nuestra vida y observar, escuchar, analizar, reflexionar y atender con madurez, ética profesional, ética moral, ética espiritual, ética social el problema del abuso sexual, que es el pan de cada día y que en la mayoría de los casos es cometido en eventos traumáticos incestuosos por miembros de su propia familia y que la mayoría de los casos queda impune o tapadito analógicamente como el excremento de los gatos que tarde o temprano la pestilencia llegará a toda la sociedad por las reacciones de comportamiento y maldad que comete la victima hacia su propia persona y a los demás.

Reconociendo las consecuencias que se viven tarde o temprano de una víctima de abuso sexual no tratada en tiempo y forma son muy lamentables, dolorosas, escabrosas, terroríficas y en muchos de los casos inenarrables, por el dolor y sufrimiento que llevan consigo y en vez de ser ayudados, muchas veces son excluidos, marginados, despreciados, nuevamente abusados, pisoteados, maltratados, y es donde no entendemos como seres racionales que somos, que esa persona abusada necesita ser ayudada, escuchada, acogida y amada, para que de esta manera se le recuerde que también es una persona con dignidad hecha a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1,26), además de tener el potencial de hacer grandes cosas para él, para los demás y para el universo, es necesario precisar que nadie nace malo sino que las circunstancias de eventos traumáticos que le toque vivir a las personas es lo que encarnan y personalizan que reflejan en sus actitudes y aptitudes en su diario vivir, lo que se pudiera comparar con lo que dijo uno de los grandes filósofos clásicos Aristóteles (384 a.C. -322 a. C) cuando comparó a la mente humana del recién nacido con una tabula rasa aludiendo a una tabla o pizarra limpia; es decir, sin escribir, haciendo referencia a aquello que carece de hechos o contenidos pasados, lo que quiere decir que el ser humano nace con una mente limpia en pureza plena en todas las dimensiones de su persona y a medida que va creciendo se va escribiendo su historia de vida que tiene una directa relación con los eventos circunstanciales que le toque vivir a la persona, pues es evidente que si un niño se desarrolla en un ambiente sano, pacifico, con practica de valores humanos y virtudes es lo que va a personalizar, por ende es lo que va a dar a los demás y todo lo contrario si un niño se desarrolla en un ambiente donde impera el odio, el rechazo, la indiferencia, la venganza, la ira, el maltrato físico y emocional, los abusos, los vicios y desordenes es lo que va personalizar y es lo que va a dar a los demás, por lo tanto una persona cultivada en el amor va dar amor y una persona cultivada en el abuzo, dolor y odio es lo que va a dar a los demás.

Por iniciativa personal, al ver la necesidad de atender estas realidades humanas he trabajado muy de cercas con los programas de autoayuda de Asociación Civil (Buscando a mi niño interior, Agua viva y la Misión Acapulco) y he visto resultados favorables en la recuperación de las personas que viven las consecuencias ya mencionadas del abuso sexual, lo cual consiste en escribir un inventario moral minucioso de su historia de vida, en donde encuentran la raíz de su problemática, y se encuentran ellos mismos, se dan cuenta que valen mucho como personas, recuperan su dignidad y reconocen que existe un poder superior que siempre los ha tenido conectado a él y que está por encima de todo los vicios y desordenes que viven, reconocen que también está en la disponibilidad y posibilidad de ayudarles a cambiar o superar lo que humanamente no pueden superar, en donde se les ayuda a recordar con testimonios compartidos de otras personas que han vivido diferentes eventos traumáticos en sus vidas y que los han orillado a convertirse en lo que son, y se da un fenómeno que las victimas recuerdan el olor, color, sabor, edad, día en que padecieron diferentes eventos traumáticos que fueron marcando su vida, posteriormente ellos reconocen la raíz o causa de su problemática, entendiendo la concupiscencia humana, inician conscientemente un proceso de sanación trabajando el perdón de sus victimarios, se auto perdonan y piden perdón y la ayuda a Dios. vivencia espiritual que fenomenológicamente ayuda a equilibrar las emociones de las personas, vale la pena mencionar que en estos trabajos se emplea una técnica muy antigua practicada por los griegos antes de Cristo, llamada catarsis que quiere decir purgas de los sentimientos, y por el otro lado por iniciativa personal atiendo a estas personas, escuchándolas, acompañándolas y canalizándolas a practicar una vida espiritual en la participación de los sacramentos que libre y voluntariamente quiera recibir la persona (bautismo, confirmación, penitencia, eucaristía, matrimonio, unción de los enfermos) e inclusive si amerita el caso se mandan a exorcismos, lo que me ha motivado a realizar una tesis de investigación en disciplinas pastorales de la teología católica, en la cual ofrezco alternativas de ayuda en atención a las víctimas de abuso sexual de parte de los agentes de pastoral como curas de almas que son, según mandato de Nuestro Señor Jesucristo quien les dio autoridad y poder de expulsar demonios, y de curar enfermedades (Lucas 9,1) de esta manera proclamar el Reino de Dios entre nosotros, en donde se sienta la convivencia fraterna mediante los lazos de solidaridad, de perdón, de respeto y de amistad.

La finalidad de conocer la importancia de una de las causas más relevantes que incitan a drogarse y alcoholizarse es vislumbrar al lector ante la realidad humana sobre el abuso sexual, sus consecuencias y las repercusiones ante las víctimas, sus seres queridos, y ante la sociedad, centrándome en la recuperación de la dignidad humana, exigiendo respeto hacia las personas abusadas, y que sean consideradas como personas lastimados deseosas de ser ayudadas, comprendidas, tratadas, acompañadas, guiadas a conquistar la realización plena de su persona en el verdadero Amor, y de esta manera evitar nuevas formas de abusos en los niños y niñas protagonistas de las nuevas sociedades venideras.

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