Antecedentes de la inseguridad social en Guerrero

ANTECEDENTES DE LA INSEGURIDAD SOCIAL EN GUERRERO

El estado de Guerrero en los últimos años se ha caracterizado por vivir una realidad que nadie quiere hablar, ni ver, ni atender, la cual consiste en diferentes situaciones de inseguridad social, tales como la operación activa de la maña y la mafia, comandada por diferentes grupos delincuenciales del crimen organizado, que cobra cuotas por derecho de piso y por ejercer cualquier negocio, u otras actividades que genere ingresos económicos, aunado a las declaraciones fiscales que rinden ante hacienda los grandes y pequeños contribuyentes, lo que ha desatado la violencia, el terror, el rezago educativo y cultural, el desempleo, la prostitución, los asaltos a mano armada, los secuestros, los levantones, el tráfico de órganos humanos, el narcomenudeo, el emplearse como halcones y sicarios para la mafia, que cada día va pudriendo el tejido social de los guerrerenses.

Lo que lamentablemente ha colocado al estado de Guerrero en ocupar el primer lugar en altamente peligroso y conflictivo, tanto para los turistas, inversionistas, instituciones sociales y hasta para los mismos habitantes del estado de Guerrero en sus diferentes regiones y municipios, a tal grado que en algunos lugares como Ciudad Altamirano, región de Tierra Caliente del estado de Guerrero 2005, se llegaron a recoger en un promedio de 5 cadáveres diarios, de personas matadas de manera violenta y también de personas inocentes que les tocaban balas perdidas en los enfrentamientos o balaceras en lugares públicos, tanto así que hay comunidades deshabitadas ya sea que fueron matados, levantados o desaparecidos hasta la fecha y ahora las casas son habitadas por las iguanas y los cuiniques (Spermophilus adocetus ardilla de tierra caliente), donde nadie quiere ir por el miedo que tal vez ya no regresen vivo.

Tristemente esta problemática se extendió en todos los rincones del estado de Guerrero, que tiene paralizados a la mayoría de los que vivimos aquí, y que siendo sinceros aun no encontramos soluciones al respecto, por la misma situación muchos paisanos que tuvieron las posibilidades económicas pagaron coyotes y emigraron a Estados Unidos de Norte América, y son los que mandan dinero a sus familiares para poder sobrevivir y estudiar, así como también para curarse cuando se enferman o enterrar a los muertos cuando fallecen de muerte natural, o por COVID 19, o violenta, realidades que cada día complican el diario vivir de los guerrerenses sumiéndolos cada día más en la miseria, enfermedad y desesperación.

Lo que ha conllevado en un porcentaje mayor a vivir violencia intrafamiliar y desintegración de las familias que son las células de la sociedad guerrerense, y esta realidad ha botado a los hijos a las calles en donde conviven con la indiferencia, el rechazo, la humillación, el dolor, el hambre, los abusos sexuales, y todo tipo de abusos donde es pisoteada su dignidad humana y raptada su verdadera identidad como personas hechas a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1, 26-28), quien los ha creado con amor y por amor y para amar no para odiarse y matarse los unos a los otros (Juan 13, 34-35).

Lamentablemente esta realidad de complicaciones en el diario vivir de los guerrerenses se ha vuelto una repetición de vivencias muy parecidas, cayendo en un círculo vicioso y repetición de patrones conductuales donde la maldad cometida contra los más vulnerables es el pan de cada día, y tristemente estas personas que son víctimas de todo tipo de maltratos y abusos, tarde o temprano pasan a desquitarse con quienes los rodean, pareciera que agarran de saco de boxeo a sus seres queridos, causándoles tanto sufrimiento de igual o de mayor magnitud a lo que ellos padecieron (circulo victima a victimario), pareciera que buscan a quien se las pague dejando desapercibidos a quien se las hizo.

Provocando heridas emocionales, cuyo dolor orilla a refugiarse en diferentes tipos de drogas y alcohol y al mismo tiempo a involucrarse en diferentes tipos de vicios y desordenes sexuales y emocionales que en vez de mitigar el sufrimiento, cada día más los hunde en la depresión, en la pérdida de identidad, en perder las ganas de trabajar y de vivir, en la perdida de todo tipos de compromisos, en ser un don nadie, en sentirse la escoria de la escoria de la sociedad, a tal grado de preferir morir que vivir y en muchos de los casos llegando hasta el suicidio.

Sin embargo muchas personas que han pisado fondo y han encontrado oportunamente alguna mano amiga que los ha ayudado a levantarse y buscar ayuda profesional ya sea por medio de la psicología, de la psiquiatría u otras disciplinas, o en este caso por experiencias espirituales de parte de los grupos de autoayuda (Buscando a mi niño interior, Agua Viva A.C., La Misión Acapulco A.C.) sin importar el credo ni la religión que profesen, donde un servidor ha tenido la experiencia de trabajar muy de cerca con estos programas y con las personas que llegan libre y voluntariamente buscando ayuda y con su permiso me han autorizado pasar el mensaje al lector tomando en cuenta que es para fines investigativos de encontrar procesos de tratamientos y alternativas de cura para quienes son víctimas de esta problemática y sus consecuencias.

Me he llevado la sorpresa que después de atender a estas personas víctimas y victimarios de toda esta problemática social y que a su vez en la mayoría de los casos son adictas a diferentes vicios y desordenes sexuales y emocionales, un 90% han revelado que la raíz de su problemática que viven, es que recuerdan y reconocen que fueron víctimas de abuso sexual en su niñez, siendo este evento traumático el factor determinante de su desgracia que los ha orillado a refugiarse en las drogas, el alcohol y diferentes desordenes sexuales y emocionales, que cada vez más los hunde en el sufrimiento, el dolor, la miseria, la soledad, la enfermedad, la violencia y la muerte, lo que me ha motivado a encontrar alternativas de ayuda, tratamiento, acompañamiento espiritual, psicológico, en tiempo y forma a las personas que fueron víctimas de abuso sexual, tratando el problema desde su raíz y de esta manera evitar que tarde o temprano viva las consecuencias y todo lo que conlleva.

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