Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza

El libro de Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza fue publicado en 1999, esta historia que entre en el género de la ficción es mucho más de lo que nos imaginamos a primera vista.

A primera vista, el libro se trata de Joaquín Buitrago, un atormentado hombre quien se dedica a fotografiar a los internos del manicomio La Castañeda. Ahí conoce a la enigmática Matilda Burgos, a quien cree haber conocido en un burdel llamado La Modernidad años atrás, que decide identificar a la interna. Obsesionado con descubrir y conocer la vida de Matilda, poco a poco descubre su origen y lo que la llevo a convertirse en prostituta y a terminar en el manicomio. La turbulenta existencia de Matilda provoca que el fotógrafo a su vez reflexione sobre su vida, sus decisiones y su dependencia a los narcóticos.

El libro, en un principio, nos hace pensar que esta es la historia de Joaquín. En cierta manera lo es. Pero apenas conocemos a Matilda, queda claro que esta es la historia de la vida de ella. A su misma vez es a partir de Matilda, una niña nacida en los campos de vainilla que llega a la capital de México sin nada más que un pariente a quien no conoce, que la autora pinta la realidad de México durante el Porfiriato.

Muchos temas son mencionados en este libro, en algunos momentos, se puede llegar a sentir que la narración se pierde, sin embargo, esta no es más que una herramienta que Rivera Garza utiliza para mostrar la imagen completa de la vida del México de aquellos tiempos. Cristina Rivera Garza se inspiró y tomó historias clínicas reales de algunos pacientes del manicomio La Castañeda, inaugurado en 1910, el cual es famoso por sus condiciones insalubres y por su preferencia por la aplicación de electroshocks y baños de agua helada.

Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza hace un extraordinario trabajo de mostrar las complejidades del porfiriato, de México, de ser mujer en México, y en general, de la vida. Los personajes son carismáticos y complejos, la narración hace imposible no sentir empatía por ellos. El libro cuenta con solo 264 páginas, y para el final, nos deja deseando más.

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