JoJo’s Bizarre Adventure: La visibilidad de masculinidades alternativas

JoJo’s Bizarre Adventure es una serie manga del género shōnen escrita e ilustrada por el mangaka Hirohiko Araki, lanzada en la revista Shūkan Shōnen Jump en el año 1987, que después sería adaptada a serie animada en el año 2012. Esta serie manga está repartida en —hasta ahora— ocho partes (divididas en dos continuidades: de la parte I: Phantom Blood a la parte VI: Stone Ocean; y de la parte VII: Steel Ball Run a la parte VIII: Jojolion). La trama está suministrada por arcos argumentales de múltiples capítulos en los que se detallan los conflictos de cada protagónico en el arco conveniente. Los protagonistas son descendientes de la familia Joestar y se enfrentan, cada uno en su arco, a ambiciones y criterios morales del mismo. Por lo general, los arcos se estrechan en una carrera entre los héroes hacia un poderoso antagonista central. 

JoJo’s Bizarre Adventure es especialmente conocida por su distinguido estilo de animación versátil, las numerosas referencias a la música popular occidental, la gran interpretación expresiva de las personalidades de sus protagónicos y el glamoroso vestuario con el que son diseñados.

Araki definiría su obra como “vivir con una perspectiva positiva” y “una celebración de la humanidad”. El dibujo de Araki comúnmente involucra figuras idealizadas en poses amplias y expresivas, en ángulos indescriptibles y riesgosos, con líneas fuertemente definidas, dándoles, de esta manera, un efecto escultural. 

(Jojo’s Bizarre Adventure: Eyes of Heaven, 2016)

Hablando sobre su ilustración, es posible comparar entre las tres primeras divisiones del manga: Phantom Blood, Battle Tendency y Stardust Crusaders, en donde se muestran figuras corporales hipermasculinas –y altamente dismórficas–, en Diamond is Unbreakable es notable la transición a un modelo más intersexual; al pasar a Steel Ball Run se ve un mayor realismo y además incorpora los ideales de belleza y una gran consonancia con el diseño de modas.

Araki definiría como sus influencias el arte renacentista, en especial la exaltación de la belleza humana; Paul Gauguin y su teoría del color, las películas de acción (en donde actúan Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone), además del mundo de la moda en los que declaró inspirarse en Dior, Versace y Moschino.

El estilo de JoJo’s cambia a lo largo de los años, pasando de personajes clásicos de acción en los 80 —como mencionamos, Stallone, Schwarzenegger—, evolucionando a dibujos más andróginos, pero a la vez, mucho más detallados. 

En el primer arco, protagonizado por Jonathan Joestar es evidente el planteamiento de improntas ligadas con la masculinidad (heteronormativa) como lo son “actuar como un caballero”, “meterse en peleas de chicos”. En el planteamiento expreso de estas ideas de la masculinidad, Jonathan Joestar está apenas atravesando su infancia, sin embargo, en los siguientes capítulos se presenta la versión adolescente de Jonathan, en la que se desenvolverá el arco y lo que resta de la historia. El aspecto físico de Jonathan y su antagonista, Dio Brando, se establece como dos musculosos hombres, que se expresan físicamente en deportes y peleas, situaciones que comúnmente son asociadas a una masculinidad heteronormativa. Sin embargo, en el manga shonen de la década de los 80 se define la naturaleza de la historia a través de una lucha con artes marciales. 

En una sociedad permeada por lo heterosexual y binario, existe una búsqueda por definir o redefinir lo que es el «género» y enuncia, de esta manera, la forma en que deberían ser el «hombre» y la «mujer», una visión performativa del género o un performance de la masculinidad o feminidad, implica el producto del género mediante se expresa el mismo. Según Judith Butler, el performance implica que nadie nace con un género dado, sino que este se va produciendo en una constante puesta en acto.

En el segundo protagonista, Joseph Joestar, Araki pierde la visión masculina sensibilizadora del caballero que tenía en el primer arco al pasar los primeros capítulos; sin embargo, al conocer a su compañero de aventuras, Caesar, y crear un vínculo fuerte —e incluso, en ocasiones, homoerótico— entre ambos, la sensibilidad caballeresca que había creado en el primer arco, vuelve a tomar fuerza. 

Una de las características más representativas de la obra son sus poses. El performance que ejercen estas poses funciona como una representación de la vulnerabilidad. Las poses actúan como un pequeño filtro que deja escapar los sentimientos y el umbral humano que no se le permite a una masculinidad heteronormada. Rubén Ferdinand, en su ensayo An essay about JoJo’s Bizarre Adventure and queer masculinities habla sobre las poses como: 

“Este drama, traspuesto en el cuerpo masculino, se convierte en una demostración expresiva y un sentimiento emotivo. Es tratado como un recipiente pasivo que representa vulnerabilidades y frustraciones que solo encuentran una salida en forma de pose”.

Los sentimientos de ira o tristeza son representados en las poses, además del poder, como es en el caso de los Hombres del Pilar, quienes también aparecen en la segunda parte Battle Tendency. El acceder a sus emociones y expresarlas a través de poses anatómicamente sugerentes, es un recurso performático que aísla a la masculinidad heteronormada que pudiesen mostrar a través de sus cuerpos fornidos, de la disidencia de mostrar sus emociones como figuras heroicas. El llanto, la ira y demás sentimientos que puedan atravesar los protagonistas, los convierten en figuras emocionalmente abiertas, alejándoles del canon heteronormado. De esta manera, Araki codifica la feminidad en lo masculino a través de simbolismos como lo son:  las poses, la vestimenta, lo abiertamente emocionales que construye a sus protagónicos, los héroes vulnerables, etc. 

Por otro lado, con el antagonista Dio existe una expresión de su imponencia física a través de la sensualidad. La primera aparición de Dio, es en una fotografía, con una pose icónica en donde se muestra de espaldas, semidesnudo. La pose de Dio se convierte en una adopción de la feminidad, un cuerpo masculino codificado en la feminidad.

Dio Brando, Stardust Crusaders

Tanto las poses como los vestuarios afeminados de los personajes convierten a la masculinidad en una codificación de lo femenino, permitiendo la vulnerabilidad,  la permeabilidad de los sentimientos y la empatía. 

Como habíamos mencionado, Diamond is Unbreakable supone un cambio en la hegemonía de los personajes. Tanto el diseño de los cuerpos, que dejan de ser tan fornidos y musculosos como lo eran, como la expresión de género de los mismos, comienzan a denotar una intersexualidad que iría evolucionando según avancen las temporadas. 

El punto de quiebre surge en el gran cambio estético que nace en este arco. Los cuerpos fornidos y extremadamente musculosos comienzan a volverse más delgados, estilizados, con rasgos más finos y expresiones más notorias. En la quinta parte Golden Wind los personajes comienzan a obviar el sentido experimental y explícito que conllevan sus vestimentas. En estas vestimentas, se refleja el uso de la personificación de los valores en la moda de JoJo’s que, a la vez, es una visibilización a la no-oposición de lo femenino y la mente abierta de los protagonistas. 

Como ya hemos mencionado, los protagonistas no se niegan a las emociones, ni a las poses sugerentes, ni a la vestimenta. Las expresiones de estos se vuelven cada vez más femeninas y su apariencia más hegemónica. 

Es importante mencionar que en el género shonen el drama se concentra en la adolescencia, por lo que todos los protagonistas que han atravesado por los arcos de JoJo’s se han encontrado en esta etapa. La adolescencia es una de las etapas de exploración en la identidad más relevante, Hirohiko les permite expresar y explorar su género en la etapa adolescente sin prejuicios normativos. La expresión de los mismos no ha sido juzgada en ningún episodio y se les permite ser libremente abiertos con su identidad. Se expresa el respeto por la identidad y la expresión de género. Ferdinand lo describiría como: “una aceptación natural de la exploración de género y diversidad sexual apuntada específicamente a las masculinidades queer”. 

La obra de Hirohiko Araki permite una reconfiguración de los espacios públicos, en donde es posible la expresión abierta de las personalidades a través del vestuario y la moda, sin que llegue a importar el género. En la visible expresión de las masculinidades alternativas, a través de las poses y la vestimenta; los JoJo’s encuentran su personalidad y sus rasgos característicos. 

Es además notable que hay una dualidad en la expresión de género que es mostrada de manera literal en ocasiones: desde personajes que muestran su expresión de género a través de cualidades normativamente femeninas, como lo son la sensibilidad a través de la expresión máxima de sus emociones y la impulsividad de sus actos. Desde la primera temporada, en donde el aspecto era totalmente masculino —de acuerdo a las normas heterosexuales—, los hombres no temían mostrarse emocionales. Los hombres más musculosos que pudo haber diseñado Hirohiko, no temían de mostrar afecto o ser sensiblemente emocionales. En la primera temporada, a pesar de que Araki se inspirara en los fornidos héroes de los 90, en la masculinidad de los protagonistas, se muestra una disidencia de la masculinidad hegemónica heteronormada. 

La masculinidad en JoJo’s, que no es solamente acarreada por hombres, sino también por mujeres; se encuentra en una diversificación de las masculinidades queer o alternativas. La expresión de género de estos no es performativa, sino un escape de la expresión del mismo a través de recursos variables. Hirohiko Araki crea personajes que expresan y construyen algunas masculinidades disidentes y además los identifica con la heroicidad. No solamente construye hombres con masculinidades alternativas, sino héroes con masculinidades alternativas. 

El manga de Hirohiko crea masculinidades heroicas que se forman fuera del canon heteronormado y visualizan la expresión de género en su dialéctica y preservación. La descendencia Joestar comienza con un caballero con una masculinidad sensible, afectiva y continúa con hombres —y mujeres— que ejercen una masculinidad construida específicamente para disidir del canon heterosexual. 

Tal vez la disidencia del canon heteronormado para la expresión de sus héroes fue algo intencional o algo que surgió totalmente en la subjetividad del proceso creativo del artista, sin embargo, brindó a JoJo’s la oportunidad de experimentar con la expresión e identidad de género y permitió que más adolescentes se sintieran permeados de esta misma visibilidad queer. 

Es por supuesto evidente, que el estilo tan marcado de Hirohiko le abrió las puertas de la comercialización y globalización de su manga; pero a la vez, abrió los corazones de adolescentes queer que no encontraban una manera de expresar su género en el cerrado mundo de la heteronormatividad. 

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