Hace no tanto tiempo, la única manera de disfrutar una obra de teatro, una ópera o un ballet era acudiendo físicamente a algún recinto artístico, sin embargo, se da siempre que no se encuentra en cartelera nuestra obra favorita o que en los programas siempre hay repeticiones de la misma obra porque es lo que vende; tal es el caso de que cada año en México se representa “El cascanueces” del compositor ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky.
Hoy en día las cosas han cambiado, gracias a la tecnología podemos disfrutar de una gran cantidad de obras que se encuentran disponibles en la red de manera gratuita, obras fantásticas que probablemente nunca podríamos verlas representadas en nuestro país o ciudad; o en su defecto, obras con un elenco que por desgracia ya no podría actuar, bailar, cantar, pero que quedaron grabados en representaciones magníficas al alcance de todos.
Tal es el caso de uno de mis ballets favoritos: “Red poppy” de Reinhold Glière, el cual se encuentra disponible en Youtube, eso sí, hay que saber buscarlo y hay que encontrar la versión correcta.
La versión de la que estoy haciendo reseña, se trata de la siguiente:
Esta versión es como una película, lo cual la hace, en primer lugar, mucho más sencilla y agradable de ver, en el sentido de que muchas veces las grabaciones de ballet no son las mejores, se centran demasiado en un elemento o se alejan demasiado de ellos, y además hablamos de un ballet no tan conocido, por lo que encontrar una grabación y una interpretación de excelencia es complicado.
Hablando del ballet, este fue creado en 1927, es un ballet soviético con libreto de Mikhail Kurilko y música de Reinhold Glière, conocido por su danza de los marineros rusos; como muchos ballets u óperas, “Red poppy” cuenta con distintas versiones que fueron surgiendo con el tiempo y que cambiaron o agregaron coreografías, escenarios, vestimentas, etc.
Originalmente el ballet toma lugar en un puerto de la republica China de los años 20, en donde distintos barcos atracan, entre ellos, barcos soviéticos; un capitán de estos barcos, se da cuenta del abuso al que son sometidos los trabajadores chinos por parte del capitán del puerto e intenta ayudarlos. Taï-Choa, una bella bailarina se da cuenta de esto y le regala una amapola “red poppy” en inglés (de aquí el nombre del ballet) como símbolo de amor por su acto de valentía, sin embargo, su prometido se entera de esto le ordena asesinar al capitán soviético, Taï-Choa se niega y durante una revuelta en el puerto la bailarina sacrifica su vida por la del capitán, momento en el que le da otra amapola como símbolo de amor.
La versión que estoy reseñando aquí me parece magnifica por el elenco que tiene, en muchos casos ocurre que el acto es magnífico, pero que para el papel que le dieron no parece brillar como debería. En esta “película” el casting fue perfecto, Taï-Choa es no solo una bailarina increíble, sino que también parece ser la encarnación de la pureza y la belleza. Así mismo, el capitán del puerto, el villano, no tiene una pizca de bondad, se sabe de inmediato que ese hombre está lleno de maldad, uno queda maravillado por la facilidad con que uno identifica las intenciones de los personajes, su maldad o su bondad. De todos los ballets que he tenido la fortuna de ver, en este me parece que el elenco no podría ser otro.
Hablando de los escenarios y de la vestimenta creo que son una perfecta combinación entre colores y culturas que chocan, se puede sentir la armonía de las composiciones en los escenarios y la vestimenta, pero al mismo tiempo se puede sentir la tensión de una época en la que los países luchaban por la supremacía.
Musicalmente hablando me parece que la obra es un mar de emociones, la música siempre representa de manera excelente la cultura y la tensión o la calma del momento. Desde mi punto de vista, la danza de los marineros rusos, la parte musical y dancística quizá más famosa del ballet, no es la que se lleva la atención, sino que lo es el tema musical de Taï-Choa, el cual está compuesto en escala pentatónica (ampliamente utilizada en la música china) y es de una dulzura y belleza que están en completa armonía con la belleza y la gracia de Jarmila Mansingrová, actriz que interpreta a Taï-Choa en esta versión.
Los invito a disfrutar de esta magnífica obra