Platón, que curiosamente no se llamaba Platón sino ARISTOCLES («Platón» fue, al parecer, el apodo que le puso su profesor de gimnasia y que se traduce como aquel que tiene anchas espaldas) que nació en Atenas el 427 a. C., era hijo de Aristón y Perictione, que procedía de una de las familias más antiguas y nobles del Atenas.
El suceso más importante en su formación intelectual fue su encuentro con el genial Sócrates del que fue discípulo durante ocho años. La influencia del filósofo Sócrates, se muestra en la misma forma externa de los escritos platónicos, los diálogos, que, en un principio, Platón dedicaba a presentar a su maestro. Estos diálogos tenían a Sócrates como figura central de sus escritos. Esto es importante ya que casi todo lo que se sabe de Sócrates es gracias a Platón que al conocer a Sócrates se le puede dar cierta credibilidad recordando que Sócrates nunca escribió nada; aquí radica la importancia de sus diálogos pues el poner la voz de su maestro en sus diálogos se puede conocer de cierta manera a Sócrates y su manera de pensar.
De estos diálogos, hay uno que versa especialmente sobre el amor y se llama “El banquete” o “El simposio” (en griego antiguo Συμπόσιον, Sympósion) escrito sobre los años 385-370 a.C.
En este dialogo tan leído por los amantes de la sabiduría se da después de un delicioso banquete que se dan varios comensales, después de comer se sirve el vino, se retiran a los sirvientes y ponen música para hablar del amor y de Eros; entonces cada comensal da su perspectiva de lo que es el amor en el siguiente orden: Fedro, Pausanias, Aristófanes que le cede la palabra a Erixímaco, luego Aristófanes seguido de Agatón y el sexto y último es Sócrates.
¿De qué trata El banquete?
Después de un banquete que tienen varios personajes, estos se relajan tomando vino y empiezan a tener una conversación en torno al amor, así que deciden por turnos cada quien dar su punto de vista.
El primero en hacerlo es Fedro, empieza diciendo que el amor es un dios muy grande bien digno de ser honrado por dioses y hombres, principalmente por su antigüedad, prueba de ello es que carece de padre y madre, haciendo más complicado el objeto de estudio. El amor es el que más beneficios trae al hombre, no tolera la cobardía en los amantes y siempre les inspira abnegación. Es un dios que hace al hombre dichoso. Únicamente los amantes son capaces de morir el uno por el otro, como ejemplo Alcestis, hija de Pelias.
El segundo es Pausanias dice que el amor no puede ir sin Afrodita, el amor no se puede explicar sin la belleza y este es el lazo que unirá el amor con lo bello. Menciona Pausanias que hay dos Afroditas una antigua, hija del Cielo que no tiene madre, es Afrodita Urania o celestial; la otra es Afrodita, hija de Júpiter y de Dione, la Afrodita popular, esto equivale a dos amores de dos afroditas. El amor de la Afrodita celestial tiene que ver con la inteligencia y al carecer de madre habla sobre la inteligencia del hombre (por qué para aquellos tiempos el hombre era mejor que la mujer) y este amor es que debe ser buscado el de la inteligencia. El segundo amor (de la afrodita popular) tiene que ver con los sensual, lo vulgar, la bajeza que se dirige a los sentidos. Menciona que las leyes del amor están regidas por la región en que se crearon y que difieren según la región. El amor no es bello no feo, dice Pausanias, el amor es bello cuando se obedece a las leyes de la honorabilidad y feo si se ama faltando a estas.
Después de esto le tocaba el turno a Aristófanes pero ya un poco ebrio le cedió la palabra al tercer turno que es Erixímaco.
El tercero es el médico Erixímaco, este acepta la diferencia entre los dos amores de Pausanias, dice que el amor no solo está en el alma de los hombres sino en todos los seres, en la unión de los contrarios, dice que el amor existe en los elementos contrarios como en lo caliente y lo frio es indispensable para obtener una temperatura moderada, o que la música está compuesta de notas contrarias. El amor para Erixímaco está en todas partes.
El cuarto que habla es Aristófanes habla sobre el “poder” del amor, que es menospreciado por los hombres. Aristófanes menciona que su dialogo será diferente a los anteriores. Habla que los hombres han ignorado el poder del amor porque si no fuera así habrían erigido templos y altares y le ofrendarían suntuosos sacrificios. Habla sobre el mito de los andróginos, este dice lo siguiente: en un principio eran tres los géneros entre los hombres: masculino, femenino y andrógino, que era partícipe de los dos anteriores. Los andróginos tenían dos cabezas, cuatro brazos, cuatro piernas y caminaban dando vueltas. Los andróginos eran fuertes como titanes así que se rebelaron contra los dioses y construyeron una escalera para ascender hasta el Olimpo. Zeus decidió vengarse y castigó la insolencia de los andróginos partiéndolos a la mitad y advirtiéndoles que, en el caso de reincidir, los volvería a cortar en dos obligándoles a andar a la “pata coja”.
Con gran trabajo, al fin Zeus concibió una idea y dijo: “Me parece tener una solución para que pueda haber hombres y para que, por haber perdido fuerza, cesen su desenfreno. Ahora mismo voy a cortarlos en dos a cada uno de ellos y así serán a la vez más débiles y más útiles para nosotros por haberse multiplicado su número. Caminarán en posición erecta sobre dos piernas; pero si todavía nos parece que se muestran insolentes y que no quieren estar tranquilos, de nuevo los cortaré en dos, de suerte que anden en lo sucesivo sobre una sola pierna, saltando a la pata coja. Y así es como las parejas tienen que buscarse y encontrar de nuevo su otra mitad.
El amor se define como la necesidad humana de recobrar su antigua naturaleza, en este sentido el hombre es un ser incompleto que busca constantemente a su otra parte que le de sentido a su vida. Similar a lo que se le conoce hoy en día como “la media naranja”.
Éste relato se ha escuchado en muchas partes, también aquí se habla del origen de las diferentes tendencias sexuales. Según el andrógino originario fuese combinación de un hombre y una mujer o de dos mujeres o de dos hombres tendremos los tres tipos posibles de orientación sexual: heterosexual, mujeres y varones homosexuales. Los varones homosexuales son, en opinión de Aristófanes, los más viriles y valientes por naturaleza y, por tanto, los más aptos para la política.
Como conclusión somos seres incompletos, el amor es la necesidad de restituir nuestra antigua naturaleza, el deseo y la persecución de ese “todo”. Por lo tanto, el único camino a la felicidad es el amor.
El quinto en dar su explicación sobre el amor es Agatón, que va complementar lo que se ha dicho hasta ahora sobre el amor, critica a las anteriores por que se han limitado a felicitarse de los beneficios que nos proporciona el amor, pero no han tratado lo fundamental: ¿qué es el amor? Y ¿cuáles son sus dones? Agatón afirma que el amor es el más bello de los dioses, dice que es joven (contrario a lo que Fedro dice), delicado, es flexible y habla de la “belleza de su tez” esto quiere decir que el amor se presenta en cosas bonitas y hermosas y no algo feo o marchito. El amor es justo, maestro de templanza, superior en valentía a Ares, sabio, etc. Para finalizar el dialogo, Agatón narra sus dádivas: amistad, bondad, sociabilidad, belleza.
El sexto es Sócrates que no hace a un lado a su anterior compañero Agatón y entablan una conversación ambos diciendo Sócrates que el amor si es deseo de lo bello y lo bueno puede ser ni bello ni bueno y a continuación empieza a relatar las enseñanzas que recibió de Diótima.
Diótima le explica a Sócrates que aquello que no es bello no tiene que ser necesariamente feo del mismo modo que el que no es sabio no es por fuerza ignorante. Existe un término medio: entre la sabiduría y la ignorancia está el “tener una recta opinión sin poder dar razón de ella”. Tampoco el amor es dios ni hombre sino algo intermedio, un genio o “daimon”. El Amor es el mediador entre los hombres y la divinidad.
Sócrates le pregunta a Diótima por el padre y la madre de ese genio o “daimon” y Diótima le relata el mito del nacimiento del amor y sus atributos.
Sócrates también menciona que el amor es deseo de posesión de las cosas bellas y buenas y que una vez conseguidas se alcanza la felicidad, el fin último y perfecto. Y pone el ejemplo de que el amante de las cosas buenas desea que las cosas lleguen a ser suyas y que cuando finalmente lo son será feliz. Dice que el amor es la guía de todas las acciones humanas en busca de lo bueno y lo bello
Después de la conversación que tuvo Sócrates con Diótima ya todos los comensales están ebrios. Luego llega Alcibíades, que intenta coquetear con Sócrates que lo rechaza pues para él la belleza física y la riqueza es nada.
Alcibíades da un último discurso dónde habla de las virtudes de Eros y se centra en resaltar el discurso de Sócrates. Además, este dialogo sirve para concluir el debate sobre el amor, ya que, después de este discurso finalmente amanece y Erixímaco y Fedro se retiran, Aristodemo se quedó dormido y cuando se despertó vio que todavía continuaban bebiendo y conversando Agatón, Sócrates y Aristófanes.
Al final, a modo de cierre, Platon nos cuenta que todos se quedaron dormidos, salvo Sócrates.
“… Entonces Sócrates, tras haberlos dormido, se levantó y se fue. Aristodemo, como solía le siguió. Cuando Sócrates llegó al Liceo, se lavó, pasó el resto del día como de costumbre y, habiéndolo pasado así, al atardecer se fue a casa a descansar…”
Si quieres leer el dialogo, aquí te dejo el libro en formato digital por si te interesa leerlo.
https://drive.google.com/file/d/1-LzLjgJtXT_0yv9002C1sLgvt9MSGumP/view?usp=sharing
Para finalizar haré una pregunta final: ¿Cuál es la relación entre el amor y la filosofía?
La relación entre amor y filosofía en este dialogo es que ambas son producto del ser humano y van de la mano. Ambas necesitan ser pensadas, ser analizadas, ser sentidas.
El amor puede ser estudiado tanto como lo puede ser la filosofía. Ambas son parte del ser humano y ambas se complementan. Se puede aprender de ambas y pueden tener maestros tanto de amor como de filosofía.
Del amor nace la filosofía, pero también de la filosofía nace el amor. La filosofía es propia del hombre, la filosofía es un saber que surge del amor, amor a la vida y a los seres humanos. El amor ayuda a la filosofía a expresarse.
