“La Llorona”: el genocidio guatemalteco y sus fantasmas

El cine tiene la capacidad de visibilizar situaciones que corren el riesgo de caer en el olvido. En ocasiones, se fusionan géneros para explicar sucesos históricos y generar un mayor impacto en el espectador. Tal es el caso de la película guatemalteca “La Llorona” de 2019, dirigida por Jayro Bustamante. En ella, la leyenda de La Llorona, de origen prehispánico, sirve como hilo conductor para narrar el genocidio guatemalteco ocurrido entre 1981 y 1983, que tuvo como principales víctimas a la población maya.

Pero, antes de hablar de la película, es importante abordar la historia reciente de Guatemala. La historia del país centroamericano ha sido muy tumultuosa a lo largo del siglo XX, experimentando gobiernos electos, dictaduras militares y un conflicto interno que, entre 1960 y 1996, se cobró más de 200,000 vidas. Esto lo convierte en uno de los mayores genocidios de la historia.

Manifestación en Guatemala.
Manifestación en Guatemala.

Durante la década de los años 1970 y 1980, surgieron grupos insurgentes de izquierda que buscaban alcanzar el poder político. Sin embargo, durante los períodos de gobierno de los militares Fernando Romeo Lucas García y Efraín Ríos Montt, la lucha contrainsurgente se intensificó, lo que propició que las Fuerzas Armadas tomaran el control de diversas regiones del país y aplicaran un uso excesivo de la fuerza contra las poblaciones más vulnerables.

Para Lucas García y Ríos Montt, los indígenas eran considerados un grupo ignorante, fácil de manipular y, en consecuencia, eran vistos como potenciales combatientes para la insurgencia (Museo Memoria y Tolerancia, s.f.). Esto llevó al ejército a cometer crímenes de lesa humanidad contra la población indígena. Los mayas sufrieron lo que se denominó “tierra arrasada”, donde aldeas enteras eran destruidas, personas torturadas y asesinadas, mujeres violadas, niños golpeados hasta morir, lanzados a fosas comunes o secuestrados para convertirlos en esclavos (Museo Memoria y Tolerancia, s.f.). Este fue el legado del mandato de Ríos Montt y la cúpula militar.

Efraín Ríos Montt (centro).
Efraín Ríos Montt (centro).

El director Jayro Bustamante aborda este genocidio latinoamericano y centra la película en el general Enrique Monteverde, basado en Ríos Montt. Monteverde se enfrenta a un juicio por ordenar y dirigir un genocidio contra poblaciones rurales e indígenas de Guatemala. Gracias a los testimonios de diversas víctimas, el general es declarado culpable. Sin embargo, la Corte de Constitucionalidad anula la sentencia, ya que considera que no hay elementos que demuestren su culpabilidad.

Manifestantes guatemaltecos.
Manifestantes guatemaltecos.

La población, al enterarse de la noticia, se enfurece y manifiesta durante varios días en las afueras de la casa de Monteverde. Dentro de la residencia, el general se encuentra con su esposa, su hija, su nieta, una señora que les ayuda con la limpieza y un hombre de seguridad. Un día, de repente, una mujer toca a la puerta; al parecer, es una nueva empleada y la dejan entrar. Sin embargo, no es quien dice ser. Esta mujer llega dispuesta a cobrar venganza por todas las víctimas de Monteverde y, en especial, por el asesinato de sus hijos.

“La Llorona”, a través del realismo mágico, sumerge a los espectadores en una atmósfera densa y tenebrosa, en la que es difícil diferenciar lo real de lo ficticio. Muestra el complejo proceso de un país para lograr que se haga justicia y se enjuicie a los culpables de cometer crímenes de lesa humanidad. Esta es una historia que sirve para exponer los horrores del genocidio guatemalteco y las secuelas que ha dejado en su sociedad. Porque aún persisten los fantasmas, como el de la impunidad, la discriminación y el de los grupos de poder. La sociedad guatemalteca se encuentra, al igual que la mayoría de las sociedades latinoamericanas, fracturada y herida, pero con la esperanza de un futuro en el que prevalezcan la legalidad y la justicia.

Esta película es una experiencia transformadora que lleva al espectador a reflexionar sobre la importancia de la memoria y la resistencia en un mundo marcado por la tragedia. La combinación de realismo mágico y terror convierte a “La Llorona” en una película única que genera miedo e indignación. No debería perdérsela.

Referencias

Museo Memoria y Tolerancia. (s. f.). El genocidio (1981-1983). https://www.myt.org.mx/memoria_url/guatemala-genocidio-1981-1983

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