Entrevista a César Luziard, gestor cultural.

Definir la cultura es una tarea compleja; no obstante, se podría decir que se trata del conjunto de valores, costumbres y creencias que conforman a un grupo social. La cultura nos moldea y concierne a todos. A través de ella, conocemos y expresamos sentimientos e ideas. Existen gestores culturales cuya labor consiste en llevar a cabo una serie de actividades destinadas a influir positivamente en las comunidades. Para entender mejor las funciones de un gestor cultural, se llevó a cabo una entrevista con César Luziard, licenciado en filosofía por la Universidad de Guadalajara y que se dedica a este ámbito.

¿A qué se dedica un gestor cultural?

Puesto en términos simples, un gestor cultural es un agente (profesional o no) cuyo interés reside en promover, proteger/salvaguardar, analizar y/o participar de la creación de productos culturales, sean estos tangibles o intangibles.

¿Cuáles son los mayores desafíos a los que te enfrentas como gestor cultural en la zona metropolitana de Guadalajara?

El tema de los recursos económicos es una constante carencia en muchas ocasiones, no todos advierten el valor de nuestra labor, además de que los recursos concursables suelen estar altamente competidos; otra problemática y quizá más urgente tiene que ver con la carencia de adecuados instrumentos legales que permitan llevar a cabo distintas acciones en el ámbito local en donde pueda haber una mayor integración de los distintos sectores productivos y poblacionales de forma justa, incluyente, plural y reconociendo el valor de las distintas expresiones culturales. Otro reto tiene que ver con lidiar con la conceptualización que existe de “cultura” en el imaginario social, en donde se le suele ver como un privilegio de desquehacerados o como algo centrado meramente en el arte o como un conjunto de cosas sin ningún tipo de valor o aportación a la economía, etc.

¿Cuáles son tus estrategias para fomentar el interés y la participación de los jóvenes en actividades culturales?

Habría que comenzar aclarando que no todas las actividades y proyectos culturales van dirigidos a la juventud ni tendrían por qué estarlo; cada proyecto, iniciativa, programa, plan, etc., tiene un público objetivo claramente delimitado y en ese sentido esperar que se incluya a algún sector poblacional que no forma parte del público objetivo para el que fue pensado un proyecto es erróneo. Ahora, cuando alguna iniciativa sí va dirigida a la juventud, lo mejor es utilizar las estructuras e instrumentos que les son naturales, así como una comunicación y marketing acordes. También es importante mencionar que hay muchos jóvenes que ya están interesados en la cultura, por lo que no es necesario “convencerles” de nada, tan solo comunicarles de alguna iniciativa e integrarlos a la misma; ahora, con los jóvenes que todavía no están interesados hay que distinguir entre los que no se han interesado meramente por la falta de exposición a iniciativas que les puedan ser de interés particular y entre los que, por cualquier motivo, son apáticos; cada segmento necesitará de distintas estrategias para generarles interés, pero me sería imposible aquí enlistarlas, sobre todo porque estas estrategias no están ya hechas y listas para ser utilizadas homogéneamente sin importar los matices contextuales; se requiere de un continuo trabajo.

¿Cuál es tu opinión sobre el papel que juega la cultura en las problemáticas sociales?

Las problemáticas sociales son parte del enmarañado cultural; todo acto o fenómeno social es también un acto o fenómeno cultural y por ende no son separables. Partiendo de aquí, lo que sí puede decirse es que los agentes culturales interesados en ello pueden idear y llevar a cabo actividades, proyectos, programas o planes culturales que puedan aportar a la resolución o mitigación de problemáticas sociales puntuales, para ello es crucial poder integrar a la comunidad y sobre todo a aquellos que se ven vulnerados en la problemática a tratar. Me parece que no es necesario que un gestor cultural profesional se vea involucrado (y menos desde un papel protagónico) en la atención de una problemática social, porque en realidad, y apelando a la respuesta de la primera pregunta, cualquier agente puede fungir como tal.

¿Cuál es tu visión para el futuro del sector cultural y las oportunidades que percibes en él?

Mi visión respecto a la gestión cultural en general consiste en que haya una debida democratización de la cultura, en donde de forma consciente todas las personas se apropien de su potencial agentividad cultural desde una lógica plural y comunitaria. Ahora, hablando del sector cultural entendido tradicionalmente desde la relación de las actividades y productos culturales con la economía, mi visión es que pueda desplegarse en un hipotético escenario global que ya no sea capitalista y en donde los aportes del sector cultural al desarrollo no sean valorados tan solo en sentido monetario, sino a la integridad humana y planetaria, en donde sí pueda haber un importante impulso en este sentido desde la inclusión, la cooperación y la pluralidad. Respecto a las oportunidades, me parece que hay muchas, pero que también dependerá del tipo de paradigma y visión que se tenga, los cuales han de seguirse y cuáles no, cuáles aportan y cuáles obstaculizan.

¿Actualmente, estás desarrollando algún proyecto cultural?

Sí, más de uno, pero el más reciente se trata de un blog llamado Voces Des-Articulantes que funja como espacio para que las distintas juventudes de la ZMG (apuntando a expandirnos al resto del estado y después del país) puedan explorar y expresar sus opiniones acerca de temas de relevancia social, así como iniciar diálogos e incentivar la investigación; actualmente me encuentro en la etapa de realización de alianzas estratégicas con instituciones educativas para en un corto plazo lanzar el proyecto, mismo que podrán visitar en la web www.cesarluziard.com.

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