“ENTRE ZOMBIES Y ANIMALES”

“ENTRE ZOMBIES Y ANIMALES”

 

“Todo lo que he aprendido ha sido por ver, hacer y leer”

Peinado con una cresta prominente, con un ceño fruncido y una actitud amigable, Aarón Ximello, un amante de los animales y los zombies, con 36 años de edad, asegura que su vida ha sido muy simple.

Nació un 4 de diciembre de 1977, en la ciudad de Chihuahua. Es el único artista chihuahuense que trabaja con la técnica de hule espuma, pirotecnia y  materiales tóxicos. “Mi infancia fue de lo más normal; nunca fui muy vago. Soy el de en medio de tres hermanos, así­ que siempre fui como muy sobreprotegido”.

Asistió al kí­nder, pero no se acuerda de nada. Al entrar a la primaria tuvo algunas dificultades.

“Siempre fui muy imbécil. En la primaria batallaba mucho para leer y escribir, odiaba las matemáticas y obviamente tení­a malas calificaciones. Al escribir  cambiaba la “S” por la “R” y viceversa, de hecho hasta ahora a veces lo hago, pero lo curioso es que como en tercer grado como que abrí­ los ojos o no sé qué  pedo, mejoré mis calificaciones. Comencé a disfrutar las matemáticas y mis clases, de ahí­ en adelante todo fue muy exitoso”.

Hijo de Fernando, un carnicero y Carmen, ama de casa, Aarón nunca fue un hijo desobediente, ni malcriado, al contrario trataba siempre de hacer caso aunque las decisiones de sus padres no siempre le convení­an.

“La secundaria fue muy equis para mí­. Sí­ fui medio desmadroso, pues como todos ¿no?. Sacaba buenas calificaciones, a pesar de nunca hacer tarea. Nunca tuve muchos amigos, siempre fui retraí­do, y pues me gradué y todo muy chido. Mis papás me obligaron a entrar al Colegio Nacional de Educación Superior (CONALEP) y pues todo siguió igual, nada nuevo”.

A pesar de sacar buenas calificaciones, Ximello no terminó sus estudios de bachillerato en el CONALEP. Sus padres, al ver que en dicha institución habí­a mucho “malandro”, obligaron a Ximello a cambiarse al Colegio de Bachilleres número cuatro.

“Cuando entré al Bachilleres Cuatro, tengo una historia muy chistosa de los primeros dí­as; tení­a sólo dos amigos los cuales eran de dinero y siempre traí­an unas gorras que en ese entonces sólo se conseguí­an en El Paso, Texas, y pues a la salida í­bamos los tres caminando por la colonia Revolución. Ya sabrás que ahí­ siempre ha habido vándalos y gente feí­ta; entonces de repente nos abordaron dos cholos y nos amenazaron con un limpiaparabrisas, y se pusieron a golpear a mis amigos para quitarles las gorras. A mí­ ni caso me hicieron; yo creo porque no traí­a gorra. A mí­ me dio mucho coraje que no me pelaran y que estuvieran golpeando a mis amigos. Los cholos salieron corriendo y fue imposible para nosotros alcanzarlos; mi enojo fue tanto que golpeé un poste de luz con el puño y me quebré dos dedos. Duré dos semanas sin darme cuenta que los tenia quebrados, hasta que se me ocurrió tronármelos y pues sentí­ un tronar”

Aarón terminó el bachilleres pero con cuatro materias atrasadas. Dejó pasar un año y conoció a Brisa Ramí­rez, su actual esposa quien en aquel entonces terminaba su bachillerato en el Sistema de Enseñanza Abierta Cobach (SEA). Brisa logró convencer a Aarón de presentar las materias que debí­a y con ayuda de ella pudo obtener su tí­tulo de Bachillerato.

Al fin, por obtener su tí­tulo de bachillerato, comenzó a pensar en estudiar una carrera.

“Siempre quise estudiar ingenierí­a genética, pero primero tení­a que estudiar ingenierí­a y luego irme a no sé dónde a especializarme y pues no habí­a tanto dinero. En ese entonces Brisa ya era mi novia y ella decidió estudiar Artes Plásticas”.

Aarón acompañó a su novia al curso de inducción y se dio cuenta que le gustaba mucho esa carrera, incluso más que a Brisa.

“De haber sabido que podí­a sacar la prepa en unos cuantos exámenes, me hubiera ahorrado mucha pérdida de tiempo”.

“Brisa, vio que me empecé a emocionar con plásticas y me dijo que investigara qué otras carreras tení­a la Facultad de Artes que en aquel entonces era llamada “Bellas Artes”, y pues me di cuenta que la carrera de teatro llamaba mucho más mi atención y sin pensarlo saqué la ficha. Tuve que pedir mil prórrogas para poder entrar, ya que mis papás no me quisieron pagar nada, pero nunca me rajé”.

¿Tú ya habí­as participado en teatro?

“Si, siempre participaba en todo lo que podí­a en el bachilleres y en el CONA. Nunca lo hice por gusto, sólo porque, pues, tení­a que hacerlo. Ya cuando entré a teatro vi que se me facilitaba mucho y que por eso lo hací­a. Ahí­ fue cuando le agarré el gusto. Todo iba muy bien hasta cuarto semestre, que tuve que comenzar a trabajar y estudiar. Llegaba muy cansado a la escuela; tres, cuatro clases sí­ las aguantaba pero ya a la quinta me quedaba dormido en clase, sobre todo en las clases de teorí­a”.

Aarón decide dejar la universidad cuando cursaba el quinto semestre.

“Un dí­a tuve una discusión muy fuerte con un profesor. Yo estaba muy molesto y reclamé por qué nos daban tanta teorí­a y no más práctica. Yo lo que querí­a era actuar, no leer y redactar. El profesor argumentaba que ahí­ no se formaban actores, que más bien debí­amos estar preparados para  ser docentes. Entonces me cayó el veinte y me di cuenta que eso no era lo que yo querí­a. Aparte comencé a notar que, de mis veinte compañeros, si mucho dos apreciaban y amaban el teatro. Entonces estaba perdiendo mi tiempo y dinero en algo que no tení­a caso”.

Hasta el momento el artista no tiene ni un sólo tí­tulo universitario, ni se preocupa por tenerlo.

Ximello ha participado en más de 300 puestas en escena de diferentes obras teatrales; de todas ellas, hubo una en especial que recuerda con mucha alegrí­a.

“Cuando decidí­ dejar la escuela, un amigo y yo empezamos a tener que buscar trabajo y así­ fue como se nos ocurrió hacer una obra infantil y presentarla en escuelas. Después de batallar mucho, decidimos hacer “El Zorro” pero en una nueva versión “Las desventuradas aventuras del zorro”; ahí­ fue cuando empecé a aprender a coser porque tuve que hacer todo el vestuario”.

La obra escrita, dirigida y actuada por sólo ellos dos tuvo mucho éxito en las escuelas pero no por mucho tiempo. Los dos amigos tuvieron discusiones, pleitos y decidieron separarse y cada uno trabajar en lo suyo.

Ximello ha estado pensando en reproducir la obra y volverla a presentar.

Aarón tiene más de cinco años que decidió dejar todo tipo de comida animal, a pesar de tener un padre carnicero, ha sido una de las decisiones más importantes en su vida.

“Brisa y yo siempre hemos amado a los animales; de hecho, nos la pasábamos recogiendo y adoptando gatos de la calle. Llegamos a tener más de 20 gatos en casa de ella. Después de que Brisa decidió ser parte de la fundación “Mundo Patitas Chihuahua” se dio cuenta que no podí­a ser defensora de los animales y comer de ellos, así­ que decidió hacerse vegetariana; en ese entonces yo la apoyaba pero no dejé de comer ni un producto animal”.

Después de un año de apoyar a su novia en el vegetarianismo y en la fundación, comienza a tener una “guerra mental”, como él la llama, y después de ver un documental televisivo sobre la crueldad hacia los animales de granja, Aarón decide hacerse vegetariano.

“Justamente un 23 de diciembre decidí­ dejar de comer principalmente carne y tomé una caja de tocino que tení­a en mi refri y fui y se la llevé a mis papás a su casa”.

Desde ese dí­a no volvió a consumir alimentos de procedencia animal y dice no haberse arrepentido.

¿Cómo fue que comenzaste a trabajar en el maquillaje de terror?

“Desde niño me gustaban los zombies y momias. Cuando vi la pelí­cula de “Las Momias de Guanajuato” me quedé impresionado con el maquillaje y los efectos, y me prometí­ que un dí­a lo harí­a”.

Uno de sus amigos, que estudiaba cine en una escuela particular, cumplió su sueño de hacer maquillaje con materiales profesionales, ya que para una tarea necesitaba hacer un cortometraje de terror y Ximello fue el elegido para maquillar a los actores.

Aarón Ximello es el único técnico de espuma de látex y efectos especiales en la región.

Aarón personificando un zombie
Aarón con uno de sus primeros maquillajes

“Yo ya habí­a hecho un zombie de prueba, de papel mache y mezcla de resistoles. Hubo una convención de comics la primera que se realizaba aquí­ en Chihuahua y se me ocurrió ir disfrazado de zombie, y me pegué la máscara al ras de la cara y ¡si funcionó!, no gané el concurso pero sí­ me tomé muchas fotos. Al ver las fotos publicadas en “metroflog” mi amigo José se comunicó conmigo y  me comentó sobre el corto que querí­a hacer, el presupuesto y todo lo que conllevaba. Yo ya habí­a leí­do mucho sobre cómo trabajar con moldes de resina y otros  materiales y, pues, sólo le dije cuánto le iba a cobrar y aceptó. í”°sa fue la primera vez que hice un trabajo de maquillaje profesional”.

Respecto a todos sus proyectos y trabajos más exitosos, Ximello comenta que le ha traí­do mucha satisfacción ser el organizador de la “Zombie Walk  Chihuahua”. Durante tres años consecutivos ha juntado más de mil personas por marcha.

“Yo vi la primera marcha en México por la televisión; me puse en contacto con “Chumoy”, el organizador en el Distrito Federal, y él me apoyó desde un principio.  Me decí­a que me aventara la marcha aquí­, y así­ fue. Le hice caso y fue todo un éxito en el 2011. Cuando me comuniqué con él y le platiqué cómo me fue y él vio  noticias y todo, me dejó de hablar. Todaví­a no sé por qué de su actitud”.

“Zombie Walk Chihuahua” tiene una causa a beneficio de “Mundo Patitas”; todo lo recabado en dinero y especie es donado a dicha institución para la protección  de animales.

Logotipo usado en 2011
Logotipo usado en 2011

Para poder dar publicidad a la marcha zombie, Aarón creó un personaje llamado “Zombie Hero” quien sirve de “alter ego” del artista y su principal atractivo es un enorme lanzallamas, el cual lo ha llevado a obtener muchos trabajos de publicidad y actuación.

Empresa Avena Films
Empresa Avena Films

“En el 2012 me contrata Avena Films como técnico, escultor y maquillista para su proyecto “Zombie Survivor” en el cual yo di la idea principal y ellos se encargaron de transformarla a su manera y hacer lo que se les dio la gana. Yo creé toda la escenografí­a y utilerí­a; también fui actor dentro de la atracción. El juego consistí­a en entrar a una base militar infestada de zombies; manejamos mucha pirotecnia en frí­o, efectos especiales, maquillaje profesional, etc.”

Ximello comparte uno de los accidentes más fuerte que ha tenido en su vida, trabajando dentro de la atracción “Zombie Survivor”.

“Un dí­a se me ocurrió poner un tambo que prendiera fuego cuando los participantes pasaran. La agencia me dio todo el permiso y adecuó las instalaciones. Cuando estaba haciendo la prueba final, estaba muy nervioso y apurado pues habí­a más de dos mil personas esperando a que la atracción abriera. Protección civil estaba revisando que todo estuviera en regla pues una semana antes nos habí­an clausurado el show y el jefe me daba mucha carrilla. No sé qué fue lo que pasó; lo poco que recuerdo fue que metí­ la mitad del cuerpo en el tambo y con un mechero quise prender la llave. De repente sentí­ como un cañonazo que me empujó fuertemente; lo único que pude hacer fue cubrirme la cara. Al recuperar la noción me vi las manos y tení­a pedazos de piel y toda la ceja en las palmas de la mano. El ardor y dolor inundó mi cuerpo; en ese momento me desplomé y grité que le hablaran a la ambulancia”.

Hoy, después de casi dos años de lo sucedido, siempre hace pruebas de gas más de cuatro veces antes de encender el mechero.

¿En cuáles proyectos estás trabajando ahora?

“Fí­jate que antier me habló uno de los organizadores de la “Feria de Santa Rita”; querí­a que metiera mis manos en un proyecto que ellos traen en las instalaciones de ívalos, ya que les resultaron muy tétricas. Les dije que por mí­ estaba bien pero que se me hací­a muy reducido el tiempo; hasta ahorita sigo esperando que me llamen si van a querer que se haga: después de eso no tengo otra cosa que hacer”.

Aarón Ximello se convirtió en escultor, pintor y actor muy fácilmente y da un mensaje muy positivo: “A veces no tienes que estudiar mucho. Todo consiste en hacer lo que te gusta y se te haga más fácil; con perseverancia todo se logra, nunca se rajen. Las cosas no siempre salen a la primera pero todo se trata de no rajarse, ni tenerle miedo a nada”.

Actores de "Zombie Survivor"
Actores del proyecto “Zombie Survivor”

 

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