TEORIAS PSICOLÓGICAS DEL APRENDIZAJE

A través del tiempo, el hombre se ha cuestionado sobre la conducta, el pensamiento, la memoria, la percepción, el razonamiento, y muchas otras cuestiones más, que le son significativas.   El aprendizaje ha sido sin duda, una de las cuestiones más estudiadas por el mismo, siendo este un concepto abordado en distintas disciplinas científicas.

Es por medio de la investigación científica por la cual el hombre ha dado respuestas a sus interrogantes, elaborando así teorías sobre las mismas. Pero, ¿qué es una teoría?, esta respuesta se puede encontrar en lo que dice Carvajal (2002):

Las teorías y modelos son los instrumentos o esquemas conceptuales por los cuales los seres humanos intentan articular de manera sistemática el conocimiento que se obtiene de la experiencia mediante el proceso de investigación. Ambas contribuyen a tener una imagen o representación de las diversas partes de la realidad; la referencia a ámbitos, partes o zonas, se deben a que los seres humanos no apuntan a un conocimiento en cuanto a  totalidad, lo cual, en todo caso, resulta por el momento una labor difícil de cumplir. Estas representaciones pueden encajar o no con aquello que intentan reproducir y son contrastables con la realidad (p.3).

Por su parte, Torres y Miranda (2021) escriben: “Es importante mencionar que no existe una solo noción de modelo y teoría, tampoco de paradigma; existen diferentes tipos de modelos para hacer representaciones teóricas, físicas o aplicadas de las estructuras y funciones del objeto representado. Las teorías son abstracciones sistemáticas de enunciados o modelos cuya función principal es la descripción, explicación y la predicción de los fenómenos” (p.6).

Con lo referente al aprendizaje, la Psicología propone distintas teorías de las cuales se exponen a continuación algunas de sus características más distintivas.

CONDUCTISMO

En 1908 Watson esbozó una aproximación puramente conductual a la psicología animal, y en 1913, en la Universidad de Columbia, da una serie de conferencias sobre la psicología animal, titulada: “La psicología tal como la ve el conductista”. Para Watson, la Psicología debería ser una disciplina netamente objetiva y experimental de las ciencias naturales, la cual tendría como objetivo la predicción y el control de la conducta, eliminando el método introspectivo (Patiño, 2018).

Según Yela (1996) el curso del conductismo en la historia puede mencionarse en cinco fases, las cuales se describen a continuación.

  1. La del nacimiento y la difusión, de 1910 a 1930, representada por Watson y caracterizada por el objetivismo anti materialista de lo que pudiera llamarse el conductismo clásico: contestatario, dogmático y programático.
  2. La era de las teorías, de 1930 a 1950, en la que, admitido y depurado el nuevo enfoque, se elaboran los grandes sistemas —Hull, Tolman, Guthrie, Skinner— caracterizados por el objetivismo positivista de lo que cabe dominar el neoconductismo sistemático.
  3. La fase de la crisis, entre 1950 y 1960, está representada por una crítica interna, según la cual, los intentos conductistas, habrían resultado defectuosos por no cumplir adecuadamente las reglas objetivas en que pretendían basarse.
  4. La segunda crisis, es en gran parte opuesta, intenta mostrar que la insuficiencia de sus propias reglas y la pretensión ajustarse demasiado a ellas.
  5. Está conformada por los trabajos actuales y variados; existe declive del mismo como sistema, aunque sigue siendo de inspiración metodológicamente (p. 167).

Para Leiva (2005) entre las características del conductismo, destacan las siguientes:

  • Está caracterizado por su concepción asociacionista; es decir, crea conocimiento al relacionar los antecedentes de una situación con sus consecuentes (estímulo-respuesta).
  • Otra característica es lo que suele considerarse como reduccionismo antimentalista: es decir, la negación de los procesos y estados mentales. Rechaza es el uso de la introspección por imprecisa, no la existencia misma de la mente.
  • Una característica del conductismo muy ligado al principio anterior es su ambientalismo. La influencia del medio no es una suposición necesaria del conductismo, ya que este permite también la incorporación de impulsos instintivos o de una determinación genética en la conducta.
  • Reconocer el carácter pasivo del organismo es otro de los atributos del conductismo, el cual responde a las contingencias ambientales. En este sentido, el aprendizaje no es una cualidad intrínseca al organismo, sino que necesita ser impulsada por el ambiente (p.70).

PSICOANÁLISIS

El Psicoanálisis es una teoría surgida en la psiquiatría europea de finales del siglo XIX. Para esta teoría y su fundador, Sigmund Freud (1856-1939), su principal objeto de estudio era la conciencia, “la cual era una parte mínima de la vida mental, algo así como la punta de un iceberg que flota en el mar; la verdadera realidad psíquica quedaba oculta en las profundidades del inconsciente y solo se manifestaba indirectamente en los síntomas de la enfermedad mental, en los sueños y en otros sucesos de la vida cotidiana como los chistes y errores cometidos en la conversación (lapsus linguae)” (Álvarez, 2012, p.79).

En esta teoría, el ser humano aparece como una creatura contradictoria, en lucha consigo misma, que se ve obligada a la renuncia de sus satisfacciones más profundad para vivir en sociedad. Las producciones artísticas no son más que sublimaciones del sexo y la agresión (Álvarez, 2012).

El Psicoanálisis, en sus orígenes, tuvo una fuerte influencia de pensamientos y teorías como: Bilogía evolucionista, Fisiología de la Escuela de Berlín, la teoría del inconsciente de Leibniz, las críticas de Charcot a las teorías anatómico-patológicas, Brentano y su filosofía empirista, y la filosofía del romanticismo (Álvarez, 2012).

Sin embargo, Álvarez (2021) menciona que la teoría que tuvo sin duda más influencia fue la de Fechner, el Padre de la Psicofísica, debido a que:

Freud aseguró que su teoría del aparato psíquico debe mucho a la distinción de Fechner entre el escenario de los sueños y el de la vida despierta; además, este autor fue el primero en aplicar a la mente el principio de la conservación de la energía y relacionar el placer con la tendencia al equilibrio que imperaba en el universo. Afirmaba que los movimientos que rompían ese equilibrio producían displacer y los que lo restablecían eran fuente de placer. Así, Freud tomó de este autor, el concepto topográfico de la mente, el principio de placer-displacer y las relaciones entre el instinto de muerte y el de Eros.

Según Álvarez (2021) la evolución del Psicoanálisis, se pueden identificar tres fases, que se describen a continuación:

1) El estudio de las neurosis. Freud inició explicando los fenómenos observados en la clínica con una teoría similar a la de Charcot, basada en traumas externos. Pero, pronto descubrió que los síntomas se debían al conflicto interno, a la lucha entre fuerzas represoras y otras reprimidas. La obra representativa de esta fase son los Estudios sobre la histeria, un libro escrito junto con Breuer (1895/1948).

2) Teoría de los instintos. Después de descubrir la represión, Freud se concentró en los impulsos reprimidos en el inconsciente y a finales de 1899 publicó la Interpretación de los sueños (1900/1948). Según Freud, los sueños se sometían a los mismos mecanismos que los síntomas neuróticos y eran la expresión de unos deseos inconscientes que emergían disfrazados al exterior para eludir la censura de la conciencia.

3) Psicología del Yo. En 1914, Freud instauró su “psicología del yo” con un breve ensayo titulado “Introducción al narcisismo” (1914/1948). Recordando el mito de Narciso, quien se enamoró de su imagen al verla reflejada en el agua; postuló una libido narcisista o libido del yo, que tenía como objeto a la propia persona y era anterior a la libido objetal o amor a los demás. En “Inhibición, síntoma y angustia” (1926/1948) Freud completó la psicología del yo asignando a este la tarea de movilizar los mecanismos de defensa frente a la angustia (p. 86).

Para Freud, la sexualidad infantil pasa por cinco fases a lo largo de su desarrollo (oral, anal, fálica, de latencia, genital). Las ideas fundamentales, se basaba en: “Existen zonas erógenas, es decir, regiones del cuerpo susceptibles de producir placer, preponderantes según las edades; cada una de estas zonas determinará las sucesivas fases por las que irá atravesando el niño. Del éxito o fracaso en superar cada una de las fases, dependerá, en parte, la personalidad adulta. Freud habla de que se producen fijaciones en cada una de las etapas, las cuales, posteriormente, originarían un tipo peculiar de carácter” (Font, s/f, p. 4).

Para Cloininger (2003) a pesar de las variaciones, los psicoanalistas comparten postulados característicos, los cuales son:

  1. La personalidad está fuertemente influida por determinantes inconscientes.
  2. El inconsciente es dinámico, o motivacional, y está en conflicto con otros aspectos del inconsciente y con la conciencia.
  3. El inconsciente se origina en la experiencia temprana (p. 29).

PSICOGENÉTICA

Esta teoría se basa en el estudio de la naturaleza y el desarrollo de la inteligencia humana. Fue desarrollada por Jean Piaget (1896- 1980). Esta teoría se centra en la percepción, adaptación, y la manipulación del entorno que rodea al individuo. Es conocida como una de las teorías de las etapas de desarrollo, pero en sí se trata de la naturaleza del conocimiento en sí y cómo los seres humanos llegan a adquirirlo, construirlo y utilizarlo.

Piaget, según Álvarez (2021): “enfocó el problema del conocimiento desde la biología y concibió la razón humana como una prolongación de las funciones básicas de la asimilación y la acomodación. Entre la biología y la teoría del conocimiento se encontraba la psicología, una disciplina esencial para conocer los orígenes de la razón individual” (p.55).

Algunos de los fundamentos teóricos de la teoría Psicogenética, citados por Gondra, (1998) son los siguientes:

  • El desarrollo intelectual, es visto como un proceso de equilibración o aumento del equilibrio en las relaciones con el medioambiente, en el que podían identificarse una serie de fases cualitativamente diferentes.
  • El niño nace con estructuras físicas hereditarias, como el sistema nervioso; hereda los reflejos innatos de prensión, succión, etc., que dan origen a las primeras estructuras de la inteligencia cuando son modificados por la experiencia. La maduración biológica, la interacción con el medioambiente (físico y social) y, principalmente, la tendencia al equilibrio, establecerían los factores básicos del desarrollo intelectual.
  • La inteligencia está vinculada con las funciones biológicas de la organización y la adaptación, las cuales se mantenían invariables durante el desarrollo y eran comunes a todas las especies. La organización tenía nexo con la interrelación de todas las operaciones intelectuales y daba como resultado las estructuras de conjunto que caracterizaban las etapas del desarrollo evolutivo.
  • La adaptación implica dos funciones: la asimilación y la acomodación. Mediante la asimilación, los objetos físicos se convierten en parte del sí mismo (individuo), como sucede, por ejemplo, en la digestión de los alimentos; de la misma forma, los objetos del mundo físico son modificados para integrarlos en las estructuras cognitivas del niño.
  • La acomodación supone la transformación de las estructuras con el objetivo de vencer las resistencias del medioambiente; así como el estómago va cambiando a medida que el niño ingiere alimentos sólidos, de la misma manera sus estructuras cognitivas son modificadas por la asimilación de nuevos objetos.
  • Describe cuatro etapas del desarrollo intelectual: la etapa sensoriomotora (0-2 años), la preoperatoria (2-7 años), la de las operaciones concretas (7-12 años) y la de las operaciones formales (12-15 años). (pp. 347-348).

COGNITIVISMO

El movimiento cognitivo contemporáneo se inicia en la década de los 50´s, en ese momento los estudios estaban orientados a las cogniciones y procesos complejos. Para Pulido (2018): “Cuando se habla de cogniciones, hace referencia a las elaboraciones e interpretaciones que realizan las personas, ante eventos y estímulos que provienen de su entorno y como el comportamiento de las personas se ajusta a estas interpretaciones internas. Las interpretaciones son denominadas procesos mentales y los psicólogos cognitivos estudian esos tópicos, el aprendizaje, la memoria, la solución de problemas, la formación de conceptos y la toma de decisiones” (p. 17).

Para este enfoque, el estudio de la cognición social, también hace parte de los desarrollos e intereses del mismo. Los psicólogos cognitivos están convencidos de que además de existir, los procesos mentales dan explicación de la conducta.

Para Pulido (2018): “Existen varios rasgos que diferencian y enriquecen el enfoque cognitivo respecto a otros enfoques, como considerar que el aprendizaje se basa en el uso del conocimiento previo, que la adquisición de conocimientos genera cambios en las estructuras mentales de quien aprende, de la misma forma que el aprendizaje implica la participación activa de las personas y por último que el ambiente influye en el comportamiento de las personas, sin ser el único factor influyente, ni el determinante” (p. 18).

En este enfoque, existe gran interés por el estudio de los procesos mentales tales como: memoria, el lenguaje, la atención, la solución de problemas, entre otros. En enfoque cognoscitivistas: “supone al ser humano como sujeto activo, en el procesamiento de la información que recibe, y es mediante procesos psicológicos que la organiza, codifica, transforma y almacena.  Uno de los conceptos que da cuenta de la mediación de los procesos mentales es el aprendizaje, como proceso que supone la reestructuración de los sistemas cognoscitivos, añadiendo nuevos contenidos o creando otras estructuras” (Pulido, 2018, p.18).

Sin duda, cada una de estas teorías han contribuido a entender al hombre mismo, cada una aportando desde su enfoque conocimiento trascendental.  La manera en que aprendemos, qué es el aprendizaje, y cómo se puede potencializar, en gran medida ha sido entendido gracias a las mismas, las cuales pueden servir como referencia y base para futuras investigaciones.

REFERENCIAS

Álvarez, M (2012) Teorías Psicológicas. Red Tercer Milenio. Estado de México. Recuperado de: hrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.aliat.click/BibliotecasDigitales/derecho_y_ciencias_sociales/Teorias_psicologicas.pdf

Carvajal, A. (2002) Teorías y modelos. Formas de representación de la realidad-. Comunicación. Instituto Tecnológico de Costa Rica. 12(1).

Cloninger, S. (2003) Teorías de la personalidad. Pearson Educación, Tercera Edición.

Font, P. (s/f) Desarrollo Psicosexual. Instituto de Estudio de la Sexualidad y la Pareja. Barcelona. Recuperado de: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://centrodesarrollopsicologico.com/f2018-2020/wp-content/uploads/2018/12/Desarrollo_psicosexual.pdf

Gondra, J. (1998) Historia de la Psicología II. Teorías y sistemas contemporáneos. Ed. México. S. XXI.

Leiva, C.  (2005) Conductismo, cognitivismo y aprendizaje. Tecnología en Marcha. 18 (1). Recuperado: file:///C:/Users/calix/Downloads/Dialnet-ConductismoCognitivismoYAprendizaje-4835877.pdf

Piulido, L (2018) Aprendizaje y Cognición. Modelos Cognitivos. Fundación Universitaria Área Andina. Bogotá Colombia.

Torres, H. y Miranda A. (2021) Modelos en Psicología. Faculta de Estudios Superiores Zaragoza. UNAM. Recuperado de: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.zaragoza.unam.mx/wp-content/Portal2015/publicaciones/libros/csociales/ModelosPSIC_elect.pdf.

Yala, M. (1996) La evolución del conductismo. Psicothema, Universidad de Oviedo.  8. 165-186.

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