Si bien es cierto que en las últimas décadas la salud mental ha tomado relevancia en la sociedad, también es cierto que no ha sido un tema exclusivo de las mismas. Desde el inicio de la humanidad, el hombre se ha preguntado sobre aquellos comportamientos que consideran anormales, su causa, así como la manera de controlarlos o curarlos. De ello, se han desprendido un sin fin de supuestos y muchas teorías al respecto, dando lugar a tratamientos tan extremos como la trepanación, las sangrías o el exorcismo.
Mebarak et al. (2009) mencionan que: “Al hablar de salud mental necesariamente hay que referirse a enfermedad mental”. La enfermedad mental, en su manifestación de locura, ha sido un tema que causa interés para muchos, curiosidad o incluso, en algunos casos, morbo. La locura ha sido un fenómeno presente en cuentos, leyendas y telenovelas en diferentes culturas y épocas. Tal parece que lo inexplicable parece ser en muchos casos terrorífico y atractivo. La locura no es la excepción, ya que ha resultado ser mística para muchos en el pasado y aún en la actualidad.
Un claro ejemplo de ello es la famosa y conocida leyenda de “La Llorona”, la cual cuenta la aparición de una mujer que vestida de blanco que va gritando por las calles su desgarrador lamento “¡Ay mis hijos!”, el cual resuelta ser el resultado de un duelo patológico que se desprende del asesinato a sus hijos, en un momento de desquicio.
Pero, ¿qué entendemos por locura? Responder esta pregunta no es tan sencillo, incluso para la ciencia, ya que como mencionaba Echeverría (2012): “la locura es un fenómeno universal… pero concebido de diferente forma” (p. 202).
Si bien es cierto, la concepción de locura depende en gran medida de la cultura y la época (entre otros factores), la misma a lo largo del tiempo se ha asociado a estados de melancolía o manía extrema. La tristeza extrema o melancolía suele traer consigo un estado de apatía, de descuido, de desesperanza y desánimo; mientras tanto, los síntomas de la manía: “suelen ser extremos y normalmente suponen una ruptura con la realidad: una psicosis” (Pickren, 2018, p. 96). Estos estados muchas veces sucumben a la ira extrema, o incluso a acciones violentas o al temor incontrolable y generalizado.
Otro aspecto importante en la concepción de la locura tiene que ver con el hecho de que la persona con locura atenta contra la moral y las convenciones sociales. En la década de 1790, el doctor Pinel describió un tipo de pacientes que eran remitidos al hospital psiquiátrico de Salpêtrière, cuya conducta era aberrante, pero que no presentaban ningún tipo de deterioro cognitivo ni deliraban. Lo que era demencial era la manera como se comportaban, ya que parecían actuar con absoluta indiferencia por los sentimientos y convenciones sociales más normales (Pikren, 2018).
En la actualidad, diversos estudios han dado respuestas a muchas preguntas con referencia a la salud mental, así mismo su tratamiento, cada vez es más efectivo, menos costoso y doloroso. Si bien es cierto, aún falta mucho por saber sobre la naturaleza y tratamientos de las enfermedades mentales, se debe reconocer que cada vez es más común hablar de este tema en medios de comunicación, charlas educativas, y espacios hospitalarios, lo que ha favorecido en reconocer su importancia y participar en la detección y prevención de las mismas.
REFERENCIAS
Echeverría, J. (2012) Los locos de ayer. Enfermedad y desviación en el México Antiguo. Instituto Mexiquense de la Cultura. Biblioteca de los Pueblos Indígenas. México.
Mebarak, M., De Castro, A., Salamanca, M., y Quintero, M. (2009) Salud Mental: un abordaje desde la perspectiva actual de la Psicología de la Salud. Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte (23). 83-112.
Pickren, W. (2018) El libro de la Psicología. Madrid, España: Librero, IBP S.L.