LA RELIGIÓN Y EL ATEÍSMO

LA RELIGIÓN Y EL ATEÍSMO

La religión ha formado parte del ser humano desde que hay registro de él; el hombre ha tenido la necesidad de buscar fuera de él explicaciones que puedan resolver sus inquietudes referentes a su origen y fin. Con el paso de los siglos las religiones se han ido transformando, algunas han dejado de existir, mientras que otras se han adaptado a las circunstancias. La religión: ¿ha logrado satisfacer las inquietudes que aquejan al hombre? En la actualidad, existen muchas religiones, una de las más populares es la religión judeocristiana; desde hace muchos milenios ha conservado registros históricos de manifestaciones divinas. Es en este punto donde se podría preguntar: esta religión y sus ramificaciones ¿Resuelven las necesidades espirituales y expone verdaderamente el origen de la raza humana? ¿Alguna otra religión resuelve esas inquietudes?

A lo largo de los años se ha cuestionado la religión y sus objetivos, se entiende como religión a los actos y comportamientos basados en creencias y dogmas, esos actos intentan demostrar obediencia y adoración a alguna deidad, en el caso del cristianismo deben obediencia y lealtad a Cristo, quien es el creador, guiador y promete la vida eterna “para que todo aquel que en él crea no se pierda más tenga vida eterna.” (Juan 3:15) esta religión engloba el pasado presente y el futuro del hombre. Ese Dios creador se hace presente en la vida de las personas y se revela por medio del conjunto de libros llamado biblia.

Los países occidentales eran cristianos, y por consecuencia la explicación de todas las cosas se obtenía por medio de la religión católica. En la época de la ilustración se acentúa un enfoque diferente al que se había tenido por siglos, se comenzó a considerar al hombre como punto de partida, para comprender las realidades espirituales y las cuestiones que involucraban a la raza humana, se considera que “las ciencias podrían resolver todos los enigmas del universo, podrán mejorar el mundo y colmar de felicidad a la humanidad.” (Coreth, 2006, p. 215) Esa idea estaba inundando al mundo entero y presentaba un futuro seguro.

Con esa nueva concepción, el liberalismo ganó terreno y se exaltó el individualismo, nominalismo y el empirismo, lo que permitió que el deísmo se hiciera presente, sin embargo, el deísmo no rechaza la idea de Dios, sino que rechaza la religión y la idea de un Dios cercano, “a ese Dios se le entiende como un Dios que existe fuera del mundo, en un lejano más allá situado por encima del mundo; es cierto que antaño creó el mundo.” (Coreth, 2006, p. 216) En el deísmo se acepta a un Dios creador de las leyes de la naturaleza, sin embargo, ese Dios no interviene en la vida cotidiana del hombre.

El deísmo no rechaza a Dios, pero hace un sincretismo de religión y ciencia, donde la percepción de Dios solo se limita a experiencias y la razón, es así como “el cristianismo se reduce a una religión de la razón natural” (Coreth, 2006, p. 217). La ilustración inglesa se desarrolla por medio de varios intelectuales y “desemboca en el agnosticismo escéptico, el cual, como se verá, prepara el camino para el ateísmo.” (Coreth, 2006, p. 219) Es decir, la negación de Dios no surgió de la noche a la mañana. La ilustración en Francia tuvo ecos más fuertes que rechazaron la religión y a Dios “aquí encuentra el origen del positivismo, del materialismo y del ateísmo, que durante el siglo XIX se difundirán ampliamente.” (Coreth, 2006, p. 219) También, el impacto de la ilustración en Alemania tuvo su desarrollo, y poco a poco se fue afianzando la idea de que el hombre existe por él mismo.

Muchos son los que han reaccionado en contra de la religión y específicamente de la religión católica o la religión de occidente. La historia de la iglesia católica no ha sido muy grata; en tiempos antiguos, el clero imponía indulgencias, promovía guerras, practicaba inquisiciones, y muchos otros abusos que lastimaron a las personas, las acciones de liberación de la imposición religiosa llegaron, los reformadores luteranos se revelaron en contra de los abusos y muchos otros se liberaron de la opresión, para el tiempo de la ilustración, el terreno ya estaba preparado, para cuestionar no solo a la religión, sino también a Dios, en la búsqueda de refugio espiritual encontraron otras alternativas.

Con la ilustración se insertan nuevos modelos de vida humana, entre ellos Karl Marx plantea una nueva forma de ver la realidad sin Dios ni religión, “Rechaza la filosofía idealista de Hegel porque no parte de la experiencia concreta, sensible, sino de la idea abstracta del absoluto en el proceso de pensarse a sí mismo.” (Alfaro, 2000, p. 2) El ateísmo es pensar o vivir sin Dios, y justamente eso es lo que hace Marx proponiendo la explicación del hombre desde el hombre, como un hombre político y social, afianzado en lo material. Por eso “Marx califica a la religión como sol ilusorio, opio del pueblo, halo de santidad, suspiro de criaturas agobiadas, es decir, cómo consuelo aparente del sufrimiento humano.” (Alfaro, 2000, p. 16) Esta perspectiva parte de lo material y tiene como solución en el futuro, el comunismo, esa fue su esperanza.

También Feuerbach participa con su perspectiva del hombre desde ese enfoque, y afirma que “la razón es una forma infinita, porque trasciende todo lo finito y se identifica con todo el pensar, y, por eso, con todo lo real; lo que los teólogos llaman Dios, es válido decirlo de la razón.” (Sobre la crítica de Feuerbach a la religión, Alfaro, 2000, p.  2) El hombre crea a Dios a su imagen, es decir, es una invención del hombre, el hombre crea a Dios para ver fuera de sí, a todo lo que escapa de su conocimiento, por eso los seres humanos usan a Dios como una justificación de sus miedos, Dios viene siendo una ilusión, este ser inexistente impone una serie de normas morales antinaturales. Por medio de la religión impone pautas de comportamiento que no dejan a la naturaleza humana satisfacerse, Dios es visto como un elemento negativo, por eso la razón ocupa su lugar.

También Freud describe al hombre como un ser emocional, sin Dios, “los motivos que impulsan al ejercicio de la religión son desconocidos para todos los creyentes y están representados en la conciencia por motivos fingidos.” (Grom, 1994, p.  97) De esa manera aborda la espiritualidad y las acciones religiosas, como una “neurosis obsesiva universal.” (Grom, 1994, p. 97) También añade, “las enseñanzas religiosas, opina Freud no ofrecen argumentos ni justificaciones racionales; simplemente exigen fe ciega, más aún, fulminan con un prohibido pensar.” (Grom, 1994, p. 103) Para los tiempos de Freud la religión y Dios ya no formaban parte del hombre.

La práctica de la religión católica no necesariamente fue la práctica de Cristo. Es importante reflexionar que el ateísmo surge como la inconformidad a la mala práctica religiosa. El hombre, como ser espiritual, y, por lo tanto, religioso, ha buscado medios donde poder afianzar su fe; muchos se refugian en el Dios cristiano, otros lo hacen en otros dioses y algunos otros se afianzan en el hombre mismo.

Bibliografía

Alfaro, Juan. (2000) “La antropología de Karl Marx”. La cuestión del hombre a la cuestión de Dios. Salamanca.  pp. 157-179

Alfaro, Juan. (2000) “Sobre la crítica de Feuerbach a la Religión”. De la cuestión del hombre a la cuestión de Dios. Salamanca, pp. 34-46

Coreth, Emerich. (2006) “Sobre la crítica ilustrada a la religión”. Dios en la Historia del pensamiento filosófico. Salamanca, pp. 215-223

Grom Bernhard. (1994) “Sobre la crítica psicoanalítica a la Religión Psicología de la Religión”. Barcelona, pp. 96-108

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