Se les conoció con varios nombres, entre amigos y enemigos, los primeros las llamaban “hermanitas”, pero sus acérrimos enemigos las llamaron las brujas de la noche, de verdad llegaron a pensar que estas tenían poderes sobrenaturales o bien eran producto de experimentos médicos, ya que su vista nocturna era sobrehumana.
Durante la invasión alemana, existió un patriotismo que no distinguió género, las mujeres soviéticas participaron tanto como los hombres, la diferencia, estas eran en su mayoría voluntarias, participaron en todos los ámbitos, como cocineras, enfermeras, en el frente disparando francotiradores e incluso con una valía impresionante siendo pilotos.
Mencionemos a una heroína muy popular en la Unión Soviética, Aleksandra Samusenko, solo contaba con 19 años cuando la invasión alemana llegó para mover todo su mundo y su tranquila vida, aun así, esta joven, pero muy valiente mujer llegó a comandar un tanque T-34, y junto ahora su nuevo compañero, llego a derrotar a algunos de los tanques más poderosos del ejército nazi.
Producto de sus brutales enfrentamientos, fue herida un par de veces, pero esta no fue razón para que ella dejara de luchar, es más, su nombre se hizo famoso por la sangrienta batalla de Kursk, en donde ella y su compañero de varias toneladas lograron destruir el tanque más grande con el que contaba el ejército invasor, producto de esta victoria los demás tanques enemigos huyeron.
Cuando los alemanes estaban más cerca de llegar a Moscú en 1941, Stalin le dio la orden a Marina Raskova para formar una fuerza de combate aéreo conformada exclusivamente por mujeres, Raskova se dio a la tarea de reclutar a voluntarias de entre 17 y 20 años, a partir de aquí comenzó su entrenamiento, que consistía en pilotear en circunstancias muy hostiles.
Existieron varios grupos de estas mujeres aviadoras, tres para se exacta, y cada regimiento tenía un propósito, el 586 era el de cazas, el 587 era el que se encargaba de los bombardeos y el 588 el que se encargaba del bombardeo nocturno, y este regimiento fue precisamente el que se convirtió en el terror de los nazis y esto le valió el apodo de “Nachthexen” o “brujas de la noche”.
El regimiento de cazas tenía misiones pequeñas, sin embargo, a las brujas de la noche se les dio como primera misión tomar represalias contra las tropas nazis que iban avanzando cada vez más a territorio soviético, a partir de ahí su actividad no pararía.
Hacían vuelos nocturnos cada noche ya con experiencia y miles de misiones de respaldo, crearon un ambiente de desmoralización en los alemanes, su estrategia era mantenerlos despiertos, ya que las naves que estas volaban eran viejas y hacían ruido, sus alas hacían un sonido como de escoba y de ahí el apodo tan famoso, esto se convirtió en material para las peores pesadillas de los alemanes, pero no solo se dedicaban a bombardear, también ayudaban a sus tropas cubriéndolos durante sus retiradas.
Al igual que los soldados en tierras, ellas sufrieron carencias, no tenían suficiente abrigo, y los uniformes, así como zapatos y demás aditamentos, eran demasiado grandes para ellas, así que tuvieron que hacer modificaciones y valerse de sus dotes de costura, no olvidemos que esta región se caracterizaba por un frío extremo y en altitud aún más.
Vivencias como la de Lidia Litviak, un joven de 19 años que se llegó a convertir en una de las mejores aviadoras, con una puntería asombrosa, fue regañada por cortar sus medias que estaban hechas de piel y ponérsela de bufanda.
Desafortunadamente en agosto de 1943, cazas soviéticos ven caer el avión de Lidia, luego de haber derribado un bombardero alemán, pero nunca ven que ella saltara, jamás encontraron su cuerpo, las demás brujas siguieron luchando hasta llegar a la victoria, estas siguieron buscando el cuerpo de Lidia hasta 1970, nunca lo encontraron, encontraron restos de otros pilotos, pero el de Lidia jamás apareció.
Fueron 30 las mujeres que perdieron la vida, junto a la fundadora de este grupo, Marina Raskova, como consecuencia de los cientos de operaciones realizadas, y esto ni siquiera producto de un ataque, sino producto de una tormenta de nieve que no la dejo ver y provoco que se estrellara.
Raskova, Litviak y otras miembros de las brujas de la noche, se llevaron el título de Héroes de la Unión Soviética, pero este grupo desafortunadamente fue deshecho seis meses después de acabar la segunda guerra mundial, y como pretexto de que sus aviones eran lentos y ruidosos no se les permitió participar en el Día de la Victoria.
La investigadora rusa Lyuba Vinogradova en su obra Las brujas de la noche (Pasado y Presente), nos muestra los testimonios de muchas de estas mujeres y lo hace contando detalles bastante íntimos y duros por lo que tuvieron que pasar, empezando por el acoso de sus compañeros, la falta de ropa, el llanto al el tener que cortarse el cabello, al adiós a sus familias, el humor y las bromas pesadas de sus compañeros que muchas veces estaban pasados de tragos y hasta tener que hacerse ropa interior con los restos de los paracaídas de los cazas enemigos derribados.
Hoy en día se puede decir que Rusia está muy orgulloso de sus héroes y heroínas, pero hay que reconocer que las mujeres pilotas no fueron tan reconocidas, únicamente a las famosas brujas, aunque los tres regimientos fueron de bastante ayuda para el ejército soviético.