Mariposas: la historia de las hermanas Mirabal
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal también llamadas “las mariposas”, fueron tres defensoras que se opusieron al régimen tiránico del general Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana, pronto se unieron a la resistencia y pronto se ordenó su muerte.
“Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas, María Teresa. Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta, Minerva, yo elegí a la más bajita y gordita, Patria, y Malleta al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas. Traté de evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía órdenes directas de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran liquidado a todos”.
(Testimonio de Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos, ante el tribunal, junio de 1962).
Las hermanas se criaron en una buena posición económica, ya que su padre era un exitoso hombre de negocios, aun así, toda su vida la vivieron en un hogar rural, su padre las llevo a estudiar en un buen colegio que estaba dirigido por monjas españolas, la vida de las jóvenes se tornaba feliz y tranquila, sin embargo, esta armonía se vio interrumpida cuando el general Trujillo acabó con todo y entre tantos de los abusos que cometió casi deja en la ruina a la familia Mirabal.
Todas las hijas, con excepción de la menor Dedè (que sería la única sobreviviente de las hermanas Mirabal), se dieron cuenta en ese momento que ese despreciable hombre, que se autonombraba con los sobrenombres más ridículos, como El Generalísimo o el Chivo, sería también el destructor y el padre del caos.
Trujillo, abusando de su poder, encarceló en varias ocasiones al padre de las hermanas Mirabal, con la intención de atraer a Minerva con propósitos sentimentales, a pesar de saber que su padre corría peligro estando preso. Minerva Mirabal jamás correspondió a ninguna insinuación de Trujillo. La última vez que este la invito a un hotel, ella contestó que preferiría tirarse del balcón antes de ir a verlo, así que para el este fue el inicio de la guerra contra Minerva y posteriormente las demás hermanas Mirabal.
Era demasiado para Trujillo que fueran los hombres los que se opusieran a su mandato, pero, ¿las mujeres?, eso no tenía perdón y más cuando esa resistencia provenía de mujeres bonitas y adineradas a las que él estaba acostumbrado a “conquistar”.
Integraron varios movimientos en los que el propósito principal, era derrocar la dictadura, pero debían ser cuidadosas, ya que todo el país se encontraba a merced del Servicio de Inteligencia Militar y ya las tenía en la mira, dicho grupo era el encargado de las terroríficas cárceles y las terribles torturas a los opositores del régimen.
Dos de las hermanas Mirabal, Minerva y María Teresa, fueron a parar varias veces a una de esas cárceles, ya para ese entonces estaban casadas y tenían hijos. Sus esposos eran también parte de la resistencia, los conocieron justamente en estos grupos formados con el propósito de derribar el régimen de Trujillo.
La hermana mayor, Patria, no piso la cárcel, pero su esposo, quien también formaba parte de la resistencia, sí, de hecho, era en la casa de estos dos donde se llevaban a cabo las reuniones para abordar diversas cuestiones políticas y de planificación, además de servir como el lugar donde se hacían artefactos explosivos.
Al ser la única en libertad esta tuvo que encargarse de los movimientos y mantenerlos latentes, además una de sus tareas era la de informar a sus hermanas y a los demás miembros del grupo lo que pasaba afuera, usando diferentes tretas para no ser descubierta.
La cárcel le sirvió principalmente a minerva para ganarse el título de heroína con la gente del pueblo y este en secreto la admiraba y muy discretamente le demostraban su cariño y respeto. Su hermana María Teresa, también en la cárcel, se dedicó a enseñar a las mujeres a leer y escribir y Minerva les enseñaba valores cívicos y nacionalistas.
A pesar de sufrir abusos y torturas, ellas y sus esposos, continuaron en la misma postura y jamás bajaron la guardia. Así pues, ellas fueron liberadas a los pocos meses por presión social, ya que para ese entonces “las mariposas” ya eran bastante populares entre el pueblo; pero sus esposos no fueron liberados. No tenían ni idea que su liberación fue parte de un plan fraguado para acabar con ellas.
El 24 de noviembre, la hermana mayor Patria regreso a su hogar en las afueras de la ciudad, luego de visitar a su esposo en la cárcel, en ciudad Trujillo. Al día siguiente acompañó a sus hermanas Minerva y María Teresa a visitar a sus esposos, quienes a propósito habían sido cambiados de cárcel. De regreso, el camino se encontraba bloqueado por carros del Servicio de Inteligencia, ellas sabían que era el fin.
Fueron detenidas, y golpeadas hasta matarlas. Sus cuerpos fueron lanzados a un abismo dentro del auto donde iban, junto con su chofer, esto con la intención de hacer parecer todo como un accidente. Aunque la prensa reportó todo como un accidente, todos sabían que habían sido asesinados.
Según un camionero que iba en ese momento por el mismo rumbo del auto de las hermanas, cuenta que tuvo que frenar más adelante porque este ya estaba detenido y las mujeres estaban siendo trasladadas a otro auto. Entonces, en ese momento, la mayor de las hermanas patria se zafó de sus captores y corrió al camión. Lo único que pudo decir antes de que se la llevaran de nuevo fue: “¡Díganle a la familia Mirabal de Salcedo que los calies van a matarnos!”. Esto fue contado por el camionero a la hermana menor Dedè .
El asesinato vil y despiadado de las Mirabal representó para Trujillo todo lo contrario a lo que él esperaba, ya que estas se convirtieron en mártires y en estandartes e inspiración de la oposición y en un ejemplo para todos.
Después de esto, la resistencia tomo más fuerza. Todo llego a la cúspide con el asesinato del Trujillo seis meses más tarde. Si bien el fin de la dictadura se debía a muchos factores, el trabajo de las Mirabal fue de suma importancia para que esto fuera posible, sin querer las convirtió de pasivas mujeres tradicionales a mujeres valientes y luchadoras.
El impacto de las hermanas Mirabal y su sacrificio trascendió en la política y más allá del país de origen, llego hasta la literatura con el nombre: “En el tiempo de las mariposas”, que después se convertiría en una película.
Dedè , la pequeña de las hermanas, fue considerada una heroína también, ya que ella junto a su madre se encargaron de criar a los 5 hijos que dejaron las mariposas, porque de los esposos jamás se supo nada, muy probablemente fueron asesinados también.
La aportación de las Hermanas Mirabal a la lucha política en Latinoamérica fue reconocida en 1981, durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. En dicho evento, los participantes de la delegación dominicana solicitaron que el 25 de noviembre se declarara como Día de la Lucha en Contra de la Violencia Hacia las Mujeres.
Esta propuesta se aceptó de inmediato y fue aprobada por las naciones Unidas.
Desde ese momento, el día en que las Mirabal fueron asesinadas se considera como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Ellas han sido un ejemplo e inspiración para otras mujeres que están comprometidas con sus pueblos.
No cabe duda, que el sacrificio de las tres hermanas Mirabal fue una contribución que le dio al pueblo dominicano el ideal de libertad, así como un lugar en la historia como símbolo de heroísmo y amor a su patria.