Cómo me hice fotógrafo: Arturo Rodrí­guez Torija

Arturo Rodrí­guez uno de los fotógrafos de más renombre de Chihuahua, por más de 33 años se ha dedicado a este oficio.

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La pregunta obligada es: ¿cómo fue que comenzaste?

¿Cómo empecé?, “empecé como le sucede a mucha gente, por accidente, yo comencé por accidente, estaba haciendo mi servicio social en un pueblito del que casi nadie habí­a oí­do hablar, te hablo de 1980. Me fui a hacer mi servicio social al finalizar mi carrera profesional, al tener un promedio ni alto ni bajo, sino la media, resultó que no pude elegir una plaza aquí­ en Chihuahua, ya que eran ocupadas por los mejores promedios, entonces, yo no quise  una plaza aquí­ en el estado, mejor les plantee a mi grupo de amigos que nos fuéramos a aquel poblado que menciono, así­ comencé a preguntar por ese pueblito y, hubo gente que incluso me decí­a que en ese pueblito no habí­a nada, solamente una piedra perforada que estaba en el mar, pero yo habí­a oí­do ese nombre, así­ que cuando me tocó elegir entre todos los lugares, dije que querí­a hacer mi servicio en Cabo San Lucas. En esa época no era tan conocido, era casi un mito, pensaban que sólo era un arco rocoso, donde se juntaban el mar de Cortez con el Océano Pací­fico”.

“Cuando llegué allá lo primero que me vino al pensamiento fue: qué impresionante está todo esto, no es posible que yo vaya a hacer mi servicio aquí­ y no me vaya a llevar nada de todo esto, planee comprarme una buena cámara y tomar fotografí­as del hermoso paisaje”.

 

¿Es así­ como nace entonces la idea, para captar lo que era Cabo San Lucas?

“Sí­, mucha gente si no es que la mayorí­a de la gente, se inicia dentro de la fotografí­a porque quiere tomar fotografí­as de la belleza de los paisajes o de su familia, yo, me maraville con toda la naturaleza, estaba muy virgen todo y me compré lo mejor en cámaras que me encontré”.

“Entonces así­ inicié yo, por mero accidente, comencé a tomar las primeras fotos, me atrapó totalmente y a la vez que trabajaba en mi carrera, también me fui formando yo mismo en la carrera de fotografí­a, estudiaba, leí­a, compraba libros y revistas, practicaba y practicaba y, fui autodidacta, claro, que tomé algunos cursos, sin embargo eran cursos muy incipientes, fui más bien autodidacta, realmente en ese tiempo eran cursos muy poco armados e ilustrativos. Además estando allá a quién le preguntaba, Cabo San Lucas era como una isla, el internet ni siquiera era una idea”.

“Así­ fue como yo inicié, después cuando regresé a Chihuahua, seguí­a ejerciendo mi carrera junto con la fotografí­a, así­ me hice amigo de una persona que me habí­an presentado y nos hicimos muy amigos, en ese tiempo él era el subdirector del CIDECH, ahora el ICHICULT, él me insistió mucho en que me uniera a su equipo de trabajo, en un departamento que ya estaba abierto, pero no en funcionamiento, que era el Departamento de Servicios Audiovisuales, me convenció y empezamos a producir los audiovisuales que se hací­an con trasparencias, diapositivas, carruseles, proyectores, trabajo que era sumamente difí­cil y caro, porque era un trabajo especializado, sincronizar el trabajo gráfico con el sonoro, pero debo admitir que era un trabajo fascinante y terminó por atraparme”.

 

¿Personas que se hayan atravesado en tu camino y hayan influido en tu vida como fotógrafo?

“Se me han atravesado muchí­simas personas, pero no veo o siento una influencia marcada, pues no, no lo reconozco, no lo veo reflejado, por ejemplo entre la gente que me ha inspirado esta Ansel Adams, el mejor paisajista, un obsesivo de la calidad, increí­ble su trabajo, pero también está la pintura me ha influenciado en gran manera, en ello Daniel Sama hace su labor, pintor contemporáneo que me gusta mucho lo que hace, como también me gusta Benjamí­n Domí­nguez y me gusta mucho lo que hace Luis Aragón, me gusta su trabajo, pero, más influencia por parte de fotógrafos tengo más influencia de la pintura”.

¿Trabajar como fotógrafo es cómodo?

“llevó 7 años con la intención de captar la esencia de la danza, es el proyecto que más trabajo me ha dado, pero también es el proyecto que más frutos me ha dado, me ha abierto puertas por las que no podí­a entrar, es el trabajo de mi trayectoria que se llama verdadero trabajo, te exige tiempo y dedicación, es un proyecto de largo plazo que implica sacrificios, porque siempre ando cazando eventos artí­sticos de danza, he tenido que sacrificar otras actividades porque son a la misma hora, implica esfuerzo porque tengo que salir en ocasiones de la ciudad, cargo con equipo muy pesado y además tengo que revisar el trabajo fotográfico que logre captar y, es complicadí­simo, el promedio de fotografí­as depende de la calidad del evento, pero siempre tomo de entre 800 a 2000 fotografí­as, tengo que ser tolerante ante la frustración, cuando fotografí­o no sé lo que va a pasar, no sé qué luz habrá en el escenario, con qué velocidad bailaran los artistas, hago pasar por 3 o 4 filtros de revisión para quedarme con fotos finales, normalmente las fotografí­as de mis exposiciones no las elijo yo, sino personas de toda mi confianza, aún que yo no la elegirí­a, aún y cuando estuve a punto de descartarlas en algunos de los filtros de revirón”.

¿Te has topado con desencantos en tu profesión?

“Cuando inicié, inicié como paisajista y yo creí­a que mi trabajo era excelente, pero cuando te metes en el medio de las artes visuales con gente que tiene otros criterios comienzas a darte cuenta que quizás no estés haciendo lo correcto, una de mis primeras fotografí­as capta una casita en medio del verdor de la Sierra, se la mostré a Chacho Mariscal, reconocido pintor que me cortó la inspiración diciéndome que hay reglas de composición y que la cabañita no debí­a ir en el mero centro y, que tanto verde hacia perder el toque, entonces comprendí­ que no era nada más encontrar bonitos paisajes, apuntar y disparar, sino conseguir conforme a las reglas un maravilloso impacto visual, en todas las artes visuales, el fin es lograr el generar impacto visual, el ejemplo son las fotografí­as periodí­stica, entonces mi meta es tomar fotografí­as con impacto visual, ya sea que me meta con los tarahumaras a fotografiar sus rituales de Semana Santa, o zonas arqueológicas o la danza, siempre se debe perseguir el impacto visual, si se consigue bien, si no seguirlo intentando hasta que se logra”.

 

¿En esta época que aconsejarí­as a los fotógrafos aficionados con toda tu experiencia?

“Que tomen cursos en la Academia Contemporánea de Fotografí­a, en esta época entras en Facebook y hay miles de usuarios que se dicen fotógrafos profesionales, y dan risa, cuando me pongo a ver su trabajo es como para exhortarlos a que tomen un curso de inmediato,  el problema es que la gente no sabe discernir entre buenas fotografí­as y fotografí­as bonitas, común y corriente, pero estas fotos no tienen un buen manejo de la iluminación, profundidad de campo, reglas de composición, mi recomendación es que se preparen, yo considero que la Academia Contemporánea de Fotografí­a ha apoyado a aficionados que después del curso hagan un excelente trabajo”.

 

¿Porque las personas deben de ver tu proyecto de Arte en movimiento?

“El proyecto de Arte en movimiento, yo lo llamo la Danza en movimiento, la danza es movimiento claro está, pero cuando lo ves en una fotografí­a entiendes por el nombre que es fotografí­a estática pero que refleja o capta el movimiento”.

“Hay que verlo porque lo he estado haciendo en un formato de impresión muy grande, 1m por 1.50, son impresas en lienzo, muy parecido al de la pintura, la fotografí­a de la danza en movimiento, ya cuando la vez en ese tamaño, impresa y en esos materiales, lo primero que se te viene a la cabeza es que son pinturas, se ven abstractas, hay que verlo  en fí­sico para ver y entender la impresión que causa, el impacto que genera el verlas, aquí­ tengo en la Academia mi exposición montada, también tengo el trabajo de la comunidad Rarámuri que es en blanco y negro, por considerar que es el formato que retrata su carácter”.

“Tengo otros proyectos, hace unos años hice macrofotografí­a de elementos naturales de Chihuahua, rocas, cuarzos, caracoles fosilizados, cristales, arena, cortezas de árboles, todo natural, pero todo de Chihuahua, es un proyecto que quiero retomar y ampliar, tengo otras cosas y, todo eso se puede ver en la Galerí­a”.