El Legado de Zenón de Citio y los Estoicos: Enseñanzas Ancestrales para una Vida de Equilibrio y Virtud en el Mundo Moderno

La Filosofía de Zenón de Citio y los Estoicos: Enseñanzas Antiguas para una Vida Moderna de Equilibrio y Virtud

Zenón de Citio fue un filósofo griego, fundador del estoicismo y de la escuela filosófica estoica, nacido aproximadamente en el año 334 a. C en la ciudad de Citio, en la isla de Chipre, y murió en el año 262 a. C en Atenas. Mencionaba que el bien no está en los objetos externos, sino en la sabiduría y el dominio del alma, lo cual permite liberarse de las pasiones y deseos que perturban la vida. Los estoicos siempre luchaban por el control de las pasiones, valiéndose de la valentía y de la razón para lograr alcanzar la felicidad, alejándose de las cosas materiales. Basándose en la imperturbabilidad (ataraxia), la filosofía natural del estoicismo trata de vivir conforme a la naturaleza. Cuando el hombre hace uso de la razón, es libre y feliz, puede hacer su voluntad sin sentirse sometido por algo o alguien.

A continuación, te enlistaré algunas de las enseñanzas antiguas de los estoicos que puedes usar en la actualidad para tener una vida de equilibrio y virtud:

  1. Debes vivir conforme a la naturaleza y la razón, ya que a través de ambas podrás entender la moralidad y vivir una vida plena. Para los estoicos, la razón es la facultad que separa o diferencia a los humanos del resto de la naturaleza, puesto que vivir de acuerdo con la razón es vivir de acuerdo con la naturaleza misma. Esto significa que no solo se trata de respetar a la naturaleza, como árboles y animales, sino también de conformarse con el orden racional del universo y buscar la virtud como guía para la conducta ética. Este enfoque les proporcionaba una base sólida para enfrentar los desafíos de la vida con serenidad y sabiduría.
  2. Debes identificar y trabajar hacia el desarrollo de virtudes estoicas como la sabiduría, la valentía, la justicia y la templanza en tu vida diaria. Al cultivar estas virtudes estoicas, se busca alcanzar una mayor armonía interior, mejorar las interacciones con los demás y vivir una vida más ética y plena.
    • Valentía: La valentía estoica no se limita únicamente al coraje físico, sino que abarca la resistencia frente a las dificultades y la capacidad de enfrentar los desafíos con determinación. En el día a día, esto significa afrontar situaciones difíciles con entereza, mantenerse firme en los principios éticos y superar el miedo para actuar de manera justa.
    • Justicia: La justicia estoica se refiere a la equidad y la imparcialidad en las interacciones con los demás. Busca actuar de manera justa y tratar a los demás con respeto, reconociendo la humanidad común. En la vida cotidiana, esto implica tomar decisiones éticas, considerar las necesidades de los demás y esforzarse por contribuir al bien común.
    • Templanza: La templanza implica el autocontrol y la moderación en las emociones, deseos y placeres. Busca evitar los extremos y mantener la serenidad incluso en situaciones difíciles. En la vida diaria, esto se traduce en practicar la moderación, controlar impulsos y mantener un equilibrio emocional para no dejarse llevar por emociones destructivas.
  3. Debes aprender a aceptar las circunstancias que no puedes cambiar y concentrarte en cómo responder a ellas de manera sabia y virtuosa. De esta manera, puedes minimizar el estrés y la ansiedad al enfocarte en lo que puedes controlar y aceptar lo que está fuera de tu control. Los estoicos defendían la aceptación de los eventos inevitables y la adaptación a las circunstancias. Esto se refleja en la famosa máxima estoica: “No podemos controlar las circunstancias, pero podemos controlar nuestra respuesta a ellas” (Epicteto).
  4. Debes desarrollar una actitud de indiferencia hacia las cosas externas, como la fama o la riqueza, y valorar más las acciones virtuosas. De esta manera, tendrás menos dependencia de factores externos para la felicidad, lo que lleva a una mayor estabilidad emocional. Zenón de Citio decía que las cosas externas, como la riqueza, la salud y la fama, no deberían afectar la felicidad de una persona. En cambio, la verdadera felicidad proviene de la virtud y la sabiduría.
  5. Debes cultivar la autodisciplina para controlar las pasiones y deseos, evitando reacciones impulsivas. A mayor autocontrol y toma de decisiones reflexivas, serás más reflexivo y desarrollarás hábitos positivos. Zenón creía en el control sobre las pasiones y los deseos, apoyando la autodisciplina y el autocontrol como medios para alcanzar la sabiduría y la virtud.
  6. Debes vivir tomando decisiones basadas en la razón y en principios éticos, en lugar de dejarte llevar por emociones momentáneas, para mejorar la toma de decisiones y fomentar relaciones más saludables.
  7. Debes aprender a enfrentar desafíos y dificultades con resiliencia, es decir, siendo capaz de adaptarte a situaciones adversas con resultados positivos, viéndolos como oportunidades para el crecimiento personal. Desarrollando una mentalidad más resistente y capacidad para superar las adversidades de la vida.
  8. Debes practicar la atención plena para vivir conscientemente el momento presente y evitar preocuparte en exceso por el pasado o el futuro. De esta manera, tendrás mayor bienestar emocional y una mayor apreciación de la vida cotidiana.
  9. Debes cultivar relaciones basadas en la empatía y la justicia, reconociendo la humanidad común en los demás, y así fomentar conexiones significativas y que contribuyan a un sentido de propósito compartido.

Las enseñanzas, extraídas del estoicismo, ofrecen una guía práctica para una vida equilibrada y virtuosa en el contexto actual, incorporando valores intemporales para enfrentar los desafíos modernos con sabiduría y serenidad.

Biografía

Barquero Fernández, Tomás, y Tamaro, Elena. «Biografía de Zenón de Citio». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/z/zenon_de_citio.htm [fecha de acceso: 14 de diciembre de 2023].
Cappelletti, Ángel J. Los estoicos Antiguos. Madrid: Gredos, 1996.

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