En una nota anterior escribí sobre Felipe Ángeles científico, o al menos hice una breve reseña de esta faceta que nos muestra Adolfo Gilly en su gran obra Felipe Ángeles, el Estratega, pero hoy que es el natalicio número 156 del gran artillero, deseo ofrecerles un panorama más amplio de su trayectoria y producción científica; A la edad de 14 años Ángeles recibió la beca Porfirio Díaz y logró ingresar al Colegio Militar. El joven fue un estudiante entregado, pues tal como señala el artículo “Felipe Ángeles, más allá del Militar, el Científico,” de J. M. Rivera-Juárez y E. Cabrera-Muruato, el joven Ángeles destacó en diversas asignaturas como dibujo topográfico, Historia Natural, Artillería Científica, así Caminos Comunes, Ferrocarriles y Canales entre otras más.
Siendo aún un estudiante, Ángeles tuvo la oportunidad de impartir clases de matemáticas, la disciplina en la que más destacó, cuando su profesor Eduardo Prado hubo de ausentarse del Colegio Militar, Felipe quedó con el cargo de impartir las clases que le correspondían a Prado. También la clase de Mecánica Analítica, además de Balística Interior y Exterior, así como Teoría de Práctica de Tiro en la Escuela Militar de Aspirantes. En 1900 obtuvo propiamente la cátedra de Matemáticas en la Escuela Nacional de Preparatoria, mientras que en 1904, el mismo presidente Porfirio Díaz nombró a Felipe Ángeles como encargado de las Academias de Matemáticas en la ya mencionada institución, así como profesor adjunto de cosmografía (mapeo del universo) y mecánica newtoniana.
En 1905 impartió en la misma institución un curso de Geometría Descriptiva, y recibió el nombramiento de profesor sustituto General del Colegio Militar. Según el historiador chihuahuense Jesús Vargas, del tiempo en que Ángeles se dedicó a la docencia quedaron algunos ensayos y escritos de este mismo, como profesor del 2do curso de artillería, él redactó un texto de balística exterior, que se utilizó durante varios años como libro de texto en el mismo Colegio Militar, así como dos folletos sobre Formularios de las velocidades y presiones en las armas de Fuego. Felipe Ángeles se graduó con honores el 29 de enero de 1892 como teniente de ingenieros.
El texto de Rivera-Juárez y Cabrera-Muruato detalla las cuatro más importantes publicaciones que hizo Ángeles en el período comprendido entre su egreso del Colegio Militar y su exilio a Francia a previo al estallido de la Revolución Mexicana: En octubre de 1890 la Revista Militar Mexicana publicó un avance del artículo titulado “Determinación de las longitudes por el método de las coincidencias.” Para escribirlo se inspiró en una clase de astronomía cuando tenía el grado de sargento segundo. Posteriormente, en 1899, la revista El Arte y la Ciencia publica dos artículos de Ángeles: el primero fue titulado: “Fórmulas Relativas a las Velocidades y Presiones en las Armas de Fuego,” y el segundo llevó el título de “principios del arreglo del tiro de la artillería.”
El primer artículo es un análisis detallado, pero con lenguaje sencillo, sobre la influencia de los gases y de la trayectoria impulsada por la pólvora, del viaje que realiza el proyectil desde la cámara hasta el cañón. Ángeles se fundamenta en el libro de Ingalls, texto usado por el Colegio Militar en ese momento, y analiza la ecuación de Sarrau, la cual describe precisamente el viaje de la bala en el interior del arma, y a raíz de la misma Ángeles calcula las condiciones que, en palabras de Juárez y Muruato: “debe tener la pólvora para obtener la máxima velocidad posible del proyectil al momento de salir del cañón.”
El segundo artículo está compuesto por principios elaborados por Ángeles para mejorar el tiro del artillero, es decir, a qué ángulo de alza debe de encontrarse este para mejorar su puntería. En este Felipe emplea la probabilidad y estadística, así como el método de la horquilla, que nuevamente citando a Riviera Juárez y Cabrera Muruato: “consiste en procurar encuadrar el blanco entre dos tiros consecutivos y en seguida por nuevos tiros seguir encuadrándolo entre límites cada vez más próximos, hasta obtener un punto de caída sobre el blanco.”
En esta ocasión no hablaremos de estos principios de manera puntual, pero para ello les recomendamos consultar el trabajo aquí citado, cuyo nombre es “Felipe Ángeles, más Allá del Militar, el Científico,” el cual resalta adecuadamente, que el principal propósito de Ángeles fue ser didáctico y hacer más prácticos los principios matemáticos de la balística, algo que sin duda fue útil en las Batallas de Chihuahua, Torreón, Saltillo, pero principalmente en la de Zacatecas, la más grande victoria que haya orquestado el General Felipe Ángeles. Algo más que resaltan Riviera y Cabrera es lo adelantado que estuvo Ángeles a su época, pues si bien estos estudios de probabilidad con fluidos o gases se remontan al francés Daniel Bernoulli, los axiomas definitivos de probabilidad fueron propuestos hasta 1933 por el ruso Andréi Kolmogórov, es decir, 14 años después de la muerte del General Ángeles en la Ciudad de Chihuahua.
Posteriormente, Ángeles publicó un texto donde respondió a una columna escrita por Nicolás Martínez en la Revista del Ejército y Marina, donde se comparó a la Escuela Militar de Aspirantes con la Escuela Especial Militar Saint-Cyr, que había sido fundada en 1802 por el mismo Napoleón Bonaparte – figura que Felipe Ángeles admiraba por sus dotes militares – haciendo una fuerte crítica contra la primera y defendiendo la segunda. Gilly apuntala la ironía de que este texto llevara al destierro al General, que estaba disfrazado de viaje de estudios, a estudiar con los mismos militares franceses que se preparaban en la Escuela de Saint-Cyr. En total, el General duró cinco años estudiando junto a los oficiales franceses, lo que le valió obtener La Orden de la Legión de Honor en el Grado de Caballero.
Esto es solo una pequeña fracción de la larguísima faceta que tuvo el General como científico de la guerra, pero hay otra faceta poco conocida también, donde Ángeles publicó textos de carácter filosófico y sociológico, de la cual espero publicar en alguna otra ocasión.