Podríamos afirmar, con cierta certeza, que Karl Marx ha contribuido tanto a las ciencias sociales como Isaac Newton a las ciencias naturales. Y es que, es válido dudar de los sistemas políticos que llevan su nombre, pero las aportaciones de Marx a los campos de la historia, la filosofía, la sociología, politología y la economía son avasalladoras. Todas las disciplinas anteriormente mencionadas son consideradas ciencias sociales, a excepción de la filosofía, la cual es llamada la “madre de todas las ciencias” por más de un académico. Independientemente de la ideología política con la que uno se identifique, Marx es un intelectual que merece la pena ser analizado en profundidad.
Marx, prusiano de origen judío que renunció a su religión, inició su carrera académica como abogado por deseo de su padre, pero tan pronto como se volvió un profesional de las leyes, decidió estudiar filosofía, donde entró en contacto con las ideas hegelianas de la historia y la dialéctica. A grandes rasgos, Hegel considera que lo que hace que la filosofía avance, por tanto, la historia misma también, son las luchas que existen entre las ideas, es decir, entre una tesis, que se enfrenta a una antítesis, surge, a su vez, una síntesis. Marx aplicó este principio a las relaciones económicas humanas, llegando a la conclusión de que lo que hace avanzar la historia es una lucha ideológica (que es a su vez filosófica) entre dos grandes clases sociales que se hallan siempre en conflicto, a saber, opresores y oprimidos, los cuales cambian de nombre dependiendo de su momento histórico. Para Marx, en nuestra época, las sociedades industriales se dividen entre proletarios y burgueses.
Así nace la más grande tesis (o quizá aplicaría más “síntesis” según Hegel) de Karl Marx: “La lucha de clases es el motor de la historia,” es decir, el intento de una clase social (sea esta la burguesía, los patricios, los señores feudales, etc.) por someter a otra (el proletariado, los plebeyos, los siervos) y, a su vez, de los oprimidos por liberarse de la opresión. Por el contexto histórico en que vive Marx, a mediados del siglo XIX tras la Revolución Industrial, este se enfoca principalmente en el capitalismo, y dedicó la mayor parte de su vida académica al entendimiento de este sistema ideológico, político y económico.
Además de la lucha de clases, desarrolló un marco teórico multidisciplinario que llamó “Materialismo Histórico,” donde, a grandes rasgos, se explica cómo el devenir histórico y todas las relaciones sociales, sean estas jurídicas, religiosas, filosóficas, políticas, y hasta la producción científica, depende del sistema de producción económica imperante, y que todo sistema de esta naturaleza descansa sobre las clases oprimidas, en nuestros días, sobre el proletariado, es decir, aquellos trabajadores que no tienen nada que ofrecer al mercado más que su fuerza de trabajo, la cual venden cual mercancía al burgués, es decir, al dueño de los medios de producción (fábricas, maquiladoras, talleres, etc.) que se apropia del plusvalor del trabajo del obrero, es decir, el valor extra que adquiere una mercancía al ser trabajada. Pero al trabajador, como a cualquier otra mercancía, tales como las máquinas de las industrias, solamente se le mantiene, es decir, el salario que recibe solamente es el suficiente, según Marx, para cubrir sus necesidades básicas, más el producto de su trabajo sigue siendo propiedad del burgués, esa es la manera, según el filósofo prusiano, en que el trabajador es alienado del producto de su trabajo.
Como breve conclusión, podemos puntualizar algunos conceptos e ideas, hoy elementales, que Marx introdujo a las ciencias sociales apuntadas más arriba: En la historia, la ya mencionada lucha de clases, pero también la escuela historiográfica (del quehacer histórico o historia de la historia) marxista, la cual se enfoca en la historia social de las clases oprimidas. Esto es novedoso porque antes de él, solamente las clases dominantes tenían una historia académica, privilegio que se le negaba a las clases dominadas. En economía introdujo el ya mencionado concepto de plusvalor, además de que es, junto a Adam Smith (considerado padre de la economía moderna) uno de los más grandes analistas del sistema capitalista, su obra El Capital resulta imprescindible para comprender la economía global, incluso a siglo y medio de haber sido escrito. En politología arrojó mucha luz sobre lo que entendemos por socialismo, comunismo, capitalismo, liberalismo, socialdemocracia, anarquismo, entre otras corrientes políticas ineludibles en el estudio de estas. En fin, el trabajo científico de Marx fue sumamente transversal e interdisciplinario, pues todos los objetos teóricos aquí mencionados pueden ser empleados en una disciplina y en otras, es muy difícil pautar una división entre su trabajo político, filosófico, histórico y económico.