Hay fuerte evidencia para suponer que al menos la programación inició en la mente de una mujer, su nombre, Augusta Ada Byron, más conocida como Ada Lovelace. Ella fue hija de uno de los poetas más notables de todos los tiempos, y uno de los principales representantes del romanticismo, Lord Byron, de hecho, fue su única hija legítima, pero sus padres se separaron cuando ella tenía poco más de un mes de edad, y pronto su padre dejó Inglaterra, muriendo cuando ella tenía 8 años y él 36.
Pese a que Ada nunca conoció a su padre en un sentido significativo, ella vivió siempre bajo su sombra, y aún muerta, la memoria colectiva a propósito del poeta es muy superior a la de su hija, la científica. Ada nació en Londres el 10 de diciembre de 1815, y pasó una infancia difícil con su madre, que se la llevó cuando abandonó a Lord Byron.
La madre de Ada, Lady Anabella Byron, fue una ferviente creyente de que los niños deben de ser educados de una manera integral, cuando, en el siglo XIX, la mayoría de los infantes no dedicaban demasiado tiempo al estudio, como consecuencia, Ada pasó una niñez solitaria. Lamentablemente, Ada sufrió de una enfermedad, de la cual al parecer no quedaron los registros necesarios para saber cuál fue, que la forzó a quedarse postrada en la cama un buen tiempo de su infancia y adolescencia.
Posteriormente, y entrada en la edad adulta, conoció al matemático Charles Babbage, con quien inició una voluminosa correspondencia (la cual permite a los historiadores de la actualidad conocer más sobre estas dos fascinantes personalidades) Babbage es principalmente conocido por haber inventado la computadora diferencia y, así como Ada es conocida como la creadora de la programación, él es recordado como el creador de la computación.
En otras palabras, podríamos decir, haciendo uso de la retórica, que Ada es la madre del software y Charles del hardware. En 1835 Ada Lovelace se casó con William King y tuvieron tres hijos. La pareja solía convivir con grandes intelectuales de la época, como Michael Faraday, Charles Dickens o Charles Wheatstone. En 1842, Ada tradujo un artículo del matemático italiano Louis Menabrea a propósito de la máquina analítica, no obstante, Ada no se limitó a traducirlo, sino que anotó allí mismo sus propios pensamientos, los cuales triplicaron la longitud del texto, y a los cuales debe su fama como la “primera programadora de la historia.”
En esencia, Ada describió la forma en que se puede codificar letras y símbolos a través de los números, al igual que se hace hoy en día, pues absolutamente todo lo que usted perciba desde una computadora (sea celular, desktop, un videojuego, etc.) sea un audio, una imagen o incluso un movimiento de algún periférico, está escrito en el lenguaje binario, que no es otra cosa que un cúmulo inmenso de números. De esta forma, Ada descubrió una manera para representar la realidad con números y nada más que números, pilar fundamental de la actual era digital.
Con este trabajo de incipiente programación, desarrolló conceptos como el “bucle” y la “subrutina.” El programa principal que ella escribió cumplía la función de calcular los valores de los números de Bernoulli, además de realizar operaciones trigonométricas complejas, finalmente, detalló el uso de las tablas perforadas (esas tarjetas verdes indispensables para todo hardware a la cual están soldados los componentes principales de todo artefacto electrónico). Su trabajo fue publicado en 1843, en una revista científica inglesa, y la firmó con sus iniciales para evitar ser discriminada por su sexo.
De cualquier forma, su trabajo fue ignorado en cuanto ella vivió. Los últimos años de su vida los pasó sufriendo de asma y mala digestión, al final, lo que la finiquitó fue un cáncer de útero (su condición de mujer no solo hizo difícil su vida en un sentido social, sino que fisiológicamente, literalmente acabó con ella). Falleció el 27 de noviembre de 1852. Hay mucho que analizar sobre Ada Lovelace, su filosofía personal, la manera en que su sexo fue un obstáculo para ella, o el hecho de que haya sido la pionera de un mundo que cada día es más digital y virtual.
Considero que ella es una personalidad que deberíamos recordar hoy más que nunca por tres motivos, primero por la reivindicación feminista que se vive en la época, segundo porque hoy en día no se me ocurre algo más relevante que las ciencias computacionales, donde actualmente la mayoría de los matemáticos están desembocando su labor, ya sea en universidades de alto calibre como MIT, o en iniciativas privadas como Microsoft, Apple, Google o Facebook, entre muchas otras.
Y, finalmente, considero que su filosofía personal, su manera de entremezclar el arte con las ciencias, es algo de lo que también podríamos aprender muchísimo; uno de los propósitos principales de la creación de esta página de “Historia de la Ciencia,” era integrar estas disciplinas que parecen ser tan distintas entre sí, pero que tienen tanto que compartir. En una sociedad donde existen crecientes tensiones entre humanistas e ingenieros, considero que es un momento ideal para recordar la visión de Lovelace, de que la creatividad y la racionalidad pueden ir de la mano, y que las matemáticas y la poesía no son tan distintas.
Referencias:
1.- Chiaverini, J. (2018). The Enchantress of Numbers. Editorial: Large Print Press.
2.- Essinger, J. (2014). Ada’s Algorithm: How Lord Byron’s Daughter Ada Lovelace Launched the Digital Age. Editorial: Melville House.
3.-Tik Tak Draw (2018). ADA LOVELACE | Draw My Life (la primera programadora de la Hª) [Video]. YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=bYCDVwyuVt4