Según cifras del INEGI, el estado de Chihuahua es la entidad federativa con más suicidios se registran a nivel nacional, teniendo el año de 2021 una tasa de suicidio de 26.4 por cada 100 mil jóvenes. A pesar de que la Ciudad de Chihuahua cuenta con una población de casi medio millón de habitantes menos que la de Juárez, los suicidios entre ambas localidades empatan constantemente, o tienen tan solo una ligera diferencia, como fue el caso del año 2022, en el que, de los 452 suicidios presentados en el estado, 126 sucedieron en la capital, y 128 en Juárez, según una nota de El Heraldo. Por lo que solo hubo una diferencia de dos suicidios más por la enorme diferencia de medio millón de habitantes, lo que nos lleva a la pregunta obligada, ¿por qué hay tanto suicidio en esta ciudad? ¿Por qué se ha convertido la capital de nuestro estado en lo que podríamos considerar la capital nacional del suicidio?
El psicólogo Sergio García, explica la incidencia del suicidio en el estado a través de la cuestión ambiental, pues la inclemente geografía de la región, así como la recia cultura que, como diversos pensadores chihuahuenses han señalado, ha sido la moldeadora del duro carácter del norteño. Es esta misma forma de pensar, que lleva al chihuahuense, principalmente al joven varón, a guardarse sus emociones y no pedir ayuda, lo cual conlleva, en varias ocasiones, a caer en la impulsividad de acabar con su vida de una forma fulminante. De manera tal que son los jóvenes de sexo masculino, entre los 15 y 24 años, los que más corren el riesgo de incurrir en esta letal práctica, que es la segunda causa de muerte entre la población juvenil según la OMS. Tal y como señala el psiquiatra deliciense Alfredo Espinosa: “la depresión y la ansiedad son las enfermedades que abajo están de ese impulso autoagresivo, letal y definitivo que es el suicidio” subrayó el galeno.
Pero el problema del suicidio no es privativo de Chihuahua, sino que aqueja también al resto del país, pues la insuficiente infraestructura de la salud mental en el estado grande es el principal objetivo para tratar la pandemia mundial de depresión y trastornos de ansiedad, que si bien no se originó por la pandemia de covid-19, sí que se acrecentó. La falta de lugares en el Hospital de Salud Mental ya dice muchísimo del problema, pues se trata del recinto a donde deberían de acudir las personas que más lo necesitan, pero ¿qué sucede cuando se les niega la admisión porque se encuentra lleno? Lamentablemente, el suicidio es una opción que siempre está presente. Aunado a esto, las citas con los especialistas de salud mental, como lo son los psicólogos, psiquiatras e incluso los neurólogos, son escasos en Chihuahua, eso sin mencionar que los que se pueden consultar por medio de servicios públicos, como el IMSS, el ISSSTE o el actual INSABI, lo que genera que el tratamiento de la salud mental sea incluso también, una cuestión de clase. “Las citas con los psiquiatras son muy prolongadas, el hospital psiquiátrico está completamente lleno. Es decir, la sociedad, pese a que esas cifras sombrías le dan en la cara, no ha podido realizar las estrategias necesarias para tener un equipo de psicólogos y psiquiatras que estén disponibles cuando una llamada de auxilio de un suicida lo solicite,” afirmó el Dr. Alfredo Espinosa.
“¿Por qué se suicidan? Las causas son múltiples” – afirma el psiquiatra – “la sensación en las personas jóvenes de no ser amadas, de no sentirse perteneciente quizá a una familia, esa chispa del abandono y el desamor va a traer muchas consecuencias, entre ellas el suicidio, otra la drogadicción, es decir, las fuerzas que deben ayudar a desarrollarse psicológica y emocionalmente a los individuos se tornan en su contra, por la sensación de minusvalía, abandono y poca importancia.” De manera tal que, como señala el especialista, la soledad, la indolencia y el abandono que sufren los jóvenes es otra de las causas que generan esta terrible práctica. A esto habrá que añadir, también, la indiferencia del estado ante estas problemáticas, pues a pesar de que, según del mismo doctor, si bien el estado lleva más de 10 años encabezando el top de los estados con mayor tasas de suicidios, el estado no ha tenido el más mínimo interés por mejorar la situación de los pacientes mentales.
Cuando se habla del suicidio, se trata de un problema complejo, que puede afectar a todas y todos, pero que principalmente aqueja a una población específica en cuanto a sexo, edad y clase social, pues si bien usualmente pensamos en los hombres jóvenes como una población fuerte, son estos los más susceptibles a terminar con su vida por problemas de ansiedad y depresión, lo cual se ve acrecentado cuando sufren de problemas económicos que no les permitan desembolsar entre $500 a $1,500 por cita con el psiquiatra o psicólogo. La dimensión social que representa el género en este problema es algo que quizá debería de resaltarse más, pues si bien la cultura norteña puede ser un factor fundamental en el fenómeno en Chihuahua, es una realidad social que se vive a lo largo y ancho del planeta, es decir, la pesada carga que implica para los hombres suprimir sus emociones para ser concebidos socialmente como tal, como hombres. Después de todo, el suicidio es un acto violento, y por siglos se ha esperado socialmente que los hombres respondamos a nuestros problemas por medio de la violencia.