¿Homo Sapiens?

Según dijo Bourdieu en 1996, la televisión se convirtió en un vehículo de dominación mercantil que se consolidó como instrumento para la dominación política.

Hoy, en pleno 2020, un año de acontecimientos históricos que marcaran a la humanidad, encontramos al mexicano promedio opinando sobre todo sin tener un conocimiento real y sólido sobre nada. Simplemente influenciados por la verdad que se presenta a través de grandes cadenas televisoras.

La opinión del mexicano se basa en lo que escucha en los medios, las largas horas que pasa sentado frente a un aparato de televisión lo manipula de tal manera que deposita su confianza en lo que se presenta a través de la pantalla. Las principales cadenas televisoras son las que transmiten la información con la que miles de mexicanos se ¨informan¨, sin indagar más allá de lo que se le presenta. Aceptan lo transmitido como una verdad absoluta. 

Tal y como plantea Platón en la alegoría de la caverna, la mayoría de la población se mantiene prisionera de la manipulación que representan los medios, únicamente miran sus aparatos de televisión sin girar sus cabezas a otras maneras de informarse. Se quedan únicamente con aquello que se le presenta como la verdad.

Sociedad teledirigida
Sociedad teledirigida

Al igual que en la alegoría de la caverna, en la cual los prisioneros asumen como verdad las sombras que se proyectan gracias a la iluminación de la hoguera, de esa manera el mexicano promedio acepta como la única verdad indiscutible aquello que escucha en la televisión.

Cuando los prisioneros son liberados y obligados a observar la hoguera y ya no solo las sombras que se proyectan, la persona es capaz de conocer la realidad y no solamente una parte de ella. Conociendo ya esta realidad, esa misma persona sabe que fuera de la caverna existe una realidad aún mayor. 

La alegoría termina cuando la persona liberada debe volver a entrar a la caverna para liberar a los prisioneros que aún están percibiendo solamente la realidad transmitida por las sombras. 

De esta misma manera, el periodista tiene la responsabilidad de ejercer su trabajo con ética y transmitir información objetiva que permita influir en la comunidad de una manera positiva.

Foucault dijo en el año de 1993: Conectados con el mundo en una amplia desconexión de la realidad la televisión se convierte en factor decisivo al momento de desinformar e conducir la opinión pública.

Se debe reflexionar sobre la manipulación a la que estamos expuestos los mexicanos y salir de la caverna que sólo nos permite acceder a una parte de la realidad.  

La selección de las noticias por parte de los medios nos condena a conocer una parte mínima de la realidad que se nos presenta, se jerarquiza la información y caemos en una espiral del silencio tal y como propone Elisabeth Noelle Newmann. El nivel de difusión y de imposición que nos traen los medios acallan las voces individuales, de esta manera se nos da a conocer sólo aquella información que las cadenas televisoras consideran relevantes.

Es importante que tomemos conciencia sobre la influencia que tienen los medios en nuestra manera de percibir la realidad. Debemos salir de la caverna, a través de la luz que trae el conocimiento, la investigación y la curiosidad.

Volvamos a ser hombres pensantes y no simplemente espectadores. 

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