Emprender no es una tarea nada fácil; se necesita de mucha dedicación, energía, recurso y tiempo. Si a esto se le suma la crisis sanitaria y económica por la pandemia Covid-19, los lectores estarán de acuerdo en que el emprendimiento resulta una tarea para valientes.
Sin embargo, ante la pérdida de empleos en el estado de Chihuahua a causa del cierre de negocios, ha obligado a la ciudadanía a emprender. Tal es el caso de Edgar Holguín, panadero y estudiante de teología, quien se arriesgó con la apertura de una panadería en su propio hogar ubicado en la Colonia Real Plus, calle Real de Azalea #14025, en la Ciudad de Chihuahua.
El Humanista, Periódico Digital, te cuenta la historia de emprendimiento de Edgar.
El comienzo
A los 15 años de edad, Edgar comenzó a trabajar en el negocio de la elaboración de pan. Hoy a sus 25 años, afirma seguir aprendiendo y recalca que es su principal fuente de ingresos.
La historia comienza cuando a raíz de la separación de sus padres, Edgar atraviesa una época de pobreza. Por dicha razón tuvo que empezar a trabajar para sostenerse económicamente. Esto provocó que el joven no pudiera continuar sus estudios.
Al buscar trabajo y no encontrarlo debido a su corta edad, pensaba que las cosas no mejorarían. Sin embargo, caminando por la Nueva España se topó con un letrero que solicitaba ayudante. Según comenta, fue obra de Dios, ya que de inmediato obtuvo el trabajo en la panadería “El Milagro”, y ahí fue donde en sus propias palabras: Comenzó todo.
¿Qué representa el emprender para Edgar?
El joven comenta que emprender en este tiempo representa un verdadero reto, tanto por el riesgo económico como el riesgo de ser contagiado por el virus debido al trato con tantas personas. No obstante, toma las precauciones de seguridad sanitaria para mantenerse sano y garantizar a sus clientes un servicio limpio y seguro.
Dice que a pesar de representar un riesgo muy grande emprender en estos tiempos, es una experiencia que vale totalmente la pena.
Edgar, afirma que uno de los principales retos a los que se enfrenta como emprendedor ha sido lidiar con sus propias emociones. Afirma que tener un negocio propio es un sube y baja de emociones y de sentimientos, ya que en un día te puede ir muy bien, pero también te puede ir muy mal. Por lo tanto, el soñar y tener la convicción de que llegara el momento en el que todo fluirá como emprendedor y su negocio será rentable, le da la fuerza para salir adelante y seguir esforzándose.
Además, afirma que el apoyo de su madre, tanto económico como moral, es muy importante para él y gracias a esto se siente optimista sobre el futuro de su negocio.
Del sueño a la realidad
El joven comenta que desde el inicio de su oficio como panadero, soñó con algún día tener su propia panadería, pero que no se había dado la ocasión y que la oportunidad no surgía. Este sueño perduró con los años, hasta que en el año 2020, en plena contingencia sanitaria debido a la pandemia Covid-19, Edgar tuvo una corazonada y un hambre por ayudar a las personas desempleadas, esto lo llevó a abrir su panadería en su propio hogar.
Su próximo propósito es generar empleos para los más necesitados, ya que según afirma, él sabe mejor que nadie lo que es no tener que comer en su mesa.
Las metas se consiguen con trabajo
La rutina diaria de Edgar empieza en la madrugada, a las 4, cuando el cielo aún está oscuro. A esta hora comienza con la elaboración del pan dulce para tenerlo preparado a las 8 de la mañana, que es cuando la gente comienza a comprar pan para el desayuno.
Después de tener el pan de dulce calientito en su vitrina, comienza la elaboración del pan blanco. Proceso que termina a las 9 am.
Una vez más, introduce el pan recién hecho en la vitrina y se prepara para su siguiente misión.
A las 10 am. comienza a repartir pan a las diferentes tiendas que solicitan su producto. Después se dirige a la panadería de nuevo para atender en mostrador. Cuando la vitrina comienza a vaciarse, empieza a elaborar más pan. Al terminar se dispone a limpiar su área de trabajo y se prepara para sus clases de teología.
Ser panadero, ¿Qué significa esto para Edgar?
Para él, no hay palabras para explicar lo que representa este oficio en su vida. Afirma que el negocio del pan le ha dejado momentos y experiencias maravillosas. Además de que lo ha sostenido muchos años de su vida, hasta el día de hoy, en el que por fin pudo abrir su propia panadería “El Pan Rico”.
Además el quedar impregnado del olor a pan, es algo que se ha convertido en su marca personal.
¿Qué consejo da Edgar a las personas que quieren emprender pero no se atreven?
Él les dice a las personas que quieren emprender que se atrevan. Qué lo hagan y no lo piensen mucho, ya que entre más se piense, más razones va a encontrar para no hacerlo.
Edgar afirma que aunque aún le falta mucho por invertir, tanto económicamente como en tiempo, tiene altas expectativas sobre el futuro de su panadería.
Invita a todos los lectores para que apoyen su negocio, y sobre todo que apoyen la economía local.
Ofrece su servicio tanto en piezas individuales como para tiendas, puestos de tortas, restaurantes, etc.
Su negocio está ubicado calle Real de Azalea #14025 en la Colonia Real Plus.
Asimismo, proporciona su contacto para pedidos: 614-327-3645