En abril, bajo el sol de Aries, en el año de la serpiente, Fidel González Quiñones recibió una llamada inesperada que cambiaría su destino para siempre. Habían encontrado un búho herido que necesitaba rehabilitación y un hogar, y Fidel, quien es cetrero, era perfecto para la misión.
Fidel aceptó de generoso corazón, sin saber que estaba aceptando a quien se convertiría en un nuevo miembro de su familia y también un nuevo miembro emblemático de la comunidad de la Facultad de Filosofía y Letras. Así comenzó la historia de Ozzy, el búho que se convertiría en la mascota de nuestra facultad.
Ozzy fue rescatado, llegó con un ala herida y señales de maltrato. Esto indicaba que sería difícil de entrenar, pero Fidel estaba dispuesto a asumir el desafío con la paciencia, respeto y bondad que lo caracterizan.
Durante un extenso período, se dedicó a rehabilitar y entrenar a Ozzy, valiéndose de diversas fuentes de apoyo, como el libro “El arte de la cetrería” de Félix Rodríguez de la Fuente.
El entrenamiento de búhos, especialmente de aves nocturnas, es uno de los más desafiantes, y Fidel se convirtió en un guardián de aves de presa para rehabilitación. Ha tenido en su custodia para rehabilitación a otros búhos, lechuzas y gavilanes. Ha cuidado también a otros animales exóticos como serpientes.
El profesor ha compartido con la comunidad académica cómo el búho simboliza la filosofía y el conocimiento. En la mitología griega, la lechuza es el ave que acompaña a Atenea, la diosa de la sabiduría. En la mitología romana, su equivalente es Minerva. Estos relatos mitológicos relacionaban a Ozzy con el espíritu de la facultad.
Ozzy llegó a la facultad, donde el profesor recibió apoyo en términos de alimentación e infraestructura, aunque cuidarlo, alimentarlo y atender sus necesidades médicas diarias no fue tarea fácil.
La comunidad de la facultad rápidamente adoptó a Ozzy como su mascota, y su nombre se convirtió en sinónimo de sabiduría y conocimiento, Ozzy al igual que el cantante, era la estrella de rock de la Facultad de Filosofía y Letras, pues su presencia era solicitada siempre para toda clase de eventos, a veces no podía presentarse en todos porque su agenda estaba llena.
El profesor, quien tiene una maestría en mercadotecnia, explicó que las universidades con una mascota tienden a contar con una identidad institucional fuerte, proyectando una imagen de un ambiente saludable, disciplina, compañerismo, estrategia, inteligencia y diversión. En México, las universidades con mascotas vivas son una rareza, y las únicas que han hecho marketing con sus mascotas son los Pumas de la UNAM, quienes venden mercancía deportiva con su imagen y además sustituyen al Puma cada vez que pasa a mejor vida. Ozzy se convirtió en un símbolo viviente de la facultad.
Ozzy recibió su nombre en honor a Ozzy Osbourne, debido a la pasión del profesor por el rock clásico. Además, esta elección se relacionaba con la polémica del cantante, que más de una vez había degollado animales de un mordisco, un comportamiento similar a un ave de presa, como lo son los búhos.
El profesor cuenta cómo poco a poco se adaptaron uno al otro y Ozzy se improntó en él: la impronta es un proceso fundamental en la relación entre las aves de presa, como los halcones, águilas y búhos, y sus cetreros, quienes son sus cuidadores y entrenadores. La impronta es un fenómeno psicológico que ocurre cuando un ave joven establece un vínculo profundo y duradero con otro ser vivo, por lo general, el cetrero.
El proceso de impronta entre Fidel y Ozzy fue profundo que el profesor podía identificar el estado de ánimo del búho solo con mirarlo. A veces, Ozzy era juguetón y se posaba sobre el hombro del profesor, otras veces permanecía a la distancia.
Toda esta maravillosa aventura tristemente llegó a su fin en el año 2020, con el sensible fallecimiento de nuestro querido Ozzy. El funeral fue privado debido a las restricciones sanitarias. Fue una íntima celebración de despedida entre él y su cetrero y amigo Fidel. Se excavó un hoyo en el árbol más alto frente a la puerta de la facultad, donde su cuerpo fue sepultado. Su muerte se anunció en Facebook con la canción de fondo “If I Close My Eyes Forever” de Ozzy Osbourne, una elección significativa por su letra y el intérprete a quien se le debe el nombre de nuestro amigo.
A pesar de su partida, Ozzy dejó un legado de sabiduría y conexión que hasta ahora no se ha olvidado en la comunidad de la Facultad de Filosofía y Letras, legado que fue conmemorado este mes de noviembre con altares en su honor y conferencias impartidas por el profesor en donde nos cuenta todo sobre su inmortal amigo Ozzy.