LA PENA DE MUERTE

La pena de muerte se ha considerado un tema taboo en la sociedad, existen opiniones divididas respecto al tema quienes están a favor como quienes están en contra que se aplique. Muchos países incluso evitan el tema puesto que se trata de privar de la vida a un ser humano. En este trabajo expondremos lo que se sabe hasta el momento de la pena de muerte y si es posible su aplicación en ciertos países.

Cada día, algún Estado ejecuta o condena a muerte a alguien como castigo por algún delito, y a veces por actos que no deben estar castigados. En algunos países, puede imponerse esta pena por delitos relacionados con las drogas, mientras que en otros se reserva para los actos de terrorismo y los asesinatos. Algunos países ejecutan a personas que tenían menos de 18 años en el momento de cometerse el delito; otros aplican la pena capital a personas con discapacidades psíquicas e intelectuales; y otros la aplican en el contexto de juicios sin las debidas garantías, vulnerando claramente las normas y el derecho internacional. Así, la gente pasa años condenada a muerte, sin saber cuándo le llegará el momento o si podrá volver a ver a su familia.

La FIDH se opone a la pena de muerte para cualquier delito y en cualquier circunstancia y trabaja activamente junto con sus organizaciones miembros para conseguir su abolición universal. La pena de muerte constituye un tratamiento inhumano e incluso una forma de tortura. Además, la FIDH ha demostrado, a través de sus misiones de investigación, que la pena de muerte, en general, se pronuncia tras juicios injustos y su aplicación a menudo tiene un carácter discriminatorio. Por último, la FIDH recuerda que su supuesto efecto preventivo nunca se ha demostrado.

La última resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que hacía un llamamiento por una moratoria universal de la utilización de la pena de muerte y que fue aprobada por 123 países en diciembre de 2020, confirma la creciente dinámica
internacional a favor de la abolición. Hoy en día, más de dos tercios de los países del mundo han abolido la pena de muerte en su legislación o en la práctica. Por lo tanto, la FIDH pide:

  • La abolición de la pena de muerte para todos los delitos
  • El establecimiento de una moratoria de las ejecuciones
  • la ratificación universal de los tratados que establecen la abolición, incluido el
    Segundo Protocolo facultativo del Pacto internacional relativo a los derechos civiles
    y políticos.

LA PENA DE MUERTE A FAVOR O EN CONTRA

El último caso de aplicación de la pena de muerte a un mexicano fue el de Edgar Tamayo en Estados Unidos. Lo cual inevitablemente nos hizo cuestionarnos sobre la situación de este tipo de sentencia en nuestro país. La pena de muerte se abolió de la Constitución federal mexicana de forma definitiva apenas el 9 de diciembre del 2005. Pero el tema no ha quedado ahí y ésta medida sigue teniendo partidarios. En el 2008 el Partido Verde Ecologista presentó una iniciativa para legalizar la pena de muerte aplicable a secuestradores que asesinarán a sus víctimas, y también a los policías y ministerios públicos que hubieran participado en el delito y de nuevo en 2012, el gobernador del Estado de Chihuahua propuso algo similar, considerando la emergencia que vive la nación en materia de seguridad.

La pena de muerte es discriminatoria y a menudo se utiliza de forma desproporcionada contra las personas económicamente desfavorecidas, las minorías y los miembros de comunidades raciales, étnicas o religiosas. La pena de muerte se impone y se lleva a cabo arbitrariamente. El intento de los Estados de escoger los delitos más abyectos y a los peores delincuentes de entre los miles de asesinatos perpetrados cada año es fuente irremediable de fallos inevitables. Mientras la justicia humana siga sin ser infalible, nunca podrá eliminarse el riesgo de ejecutar a una persona inocente.

La pena de muerte no es disuasoria. Ninguno de los estudios realizados ha podido nunca encontrar pruebas convincentes que demuestren que la pena capital tiene un mayor poder disuasorio frente al crimen que otros castigos. Tampoco el estudio acerca de la relación entre la pena de muerte y los índices de homicidios, elaborado para la ONU en 1988 y actualizado en el año 2002.
Existen varias opiniones tanto a favor como en contra de ser aplicable o incluso a poner el tema sobre la mesa y debatir al respecto, para muchos es un tema de moralidad para otros la pena de muerte es una forma de justicia y algo necesario su aplicación en la sociedad.

RESULTADOS DE ENCUESTAS

En una encuesta global se arrojaron los siguientes resultados de las preguntas más comunes o que se aplicaron a los encuestados.

Entre las preguntas esta la siguiente: ¿Usted se enteró de la ejecución de Edgar Tamayo en Estados Unidos?
El 85% contesto positivamente mientras que el 15% no se enteró del caso.
Otras de las preguntas más comunes que se aplicaron fue la siguiente: ¿Usted está de acuerdo o en desacuerdo que se aplique la pena de muerte en México?
En diciembre del 2012 el 56% está de acuerdo en que sea aplicable mientras que el 31% está en desacuerdo.
Otro resultado en enero del 2014 mostro que el 39% está de acuerdo en que sea aplicable mientras que el 50% está en desacuerdo.

Con resultados más recientes de este tema, se realizó una encuesta a una escala menor, encuesta que personalmente me di a la tarea de realizar y mostrar los datos.

En un grupo de 50 personas se les mostraron las siguientes preguntas, a continuación algunas de ellas entre las más comunes:
¿Usted está a favor o en contra de la pena de muerte?
45 personas de las encuestadas respondieron a favor de la pena de muerte mientras que las 5 restantes contestaron en contra.
¿Considera que la pena de muerte sea aplicable y los delitos puedan ir en descenso?
30 de 50 personas respondieron que en efecto, podría haber una disminución en cuanto a los índices de delitos, 12 de las personas consideran que no habría una diferencia, mientras que las 8 restantes no tiene una idea clara.
¿Considera que la pena de muerte es una violación a los derechos humanos?
25 de las personas que se encuestaron consideran que si es una violación a los derechos humanos, 20 dijeron que no lo es, mientras que el 5 restante tienen opiniones divididas.

Con resultados actualizados aunque a escala menor la pena de muerte tiene más respuestas
a favor de ser aplicable, ven en ella una manera justa para quienes cometen delitos grabes.

CONCLUSIÓN

Como conclusión la pena de muerte es un tema de cierta manera sensible que puede causar molestia o incomodidad, muchas personas están de acuerdo en que se aplique la pena de muerte, en muchos paises es algo que se debería de aplicar pero no es algo fácil de tratar puesto que hay código o reglas que impiden que se aplique en su totalidad, entre los resultados y las respuestas de las encuestas que se aplicaron consideran que la pena de muerte debería ser aplicable en ciertos caso muy extremos pero sin embargo seguirá siendo un tema taboo que podría debatirse.

 

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