Entrevista al cineasta Mario Corona

“Nosotros no hacemos el cine, el cine nos hace a nosotros”: Mario Corona

El maestro Mario Corona es un productor cinematográfico chihuahuense con 30 años de trayectoria en el ámbito y estudios profesionales en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), en Cuba. El cineasta local describe su pasión por la proyección de la memoria colectiva, siempre con el propósito de contribuir de manera positiva al desarrollo de la sociedad.

Mario Corona Payán ha llevado su gusto por contar historias a través de un esquema audiovisual a tierras tan lejanas como Chile, en donde elaboró su documental “Norteños del sur”, en el que consigue rescatar declaraciones tan sorprendentes como: “quien no conoce a Antonio Aguilar, es como quien no conoce la bandera chilena”, según el testimonio de un entrevistado en el documental.

No obstante, el trabajo de Corona abarca incluso el ámbito local, el más cercano. Su documental “Músicos de la calle Libertad” nos muestra de primera mano las opciones a la que recurre la ciudadaní­a capitalina en búsqueda de un escape de la cotidianeidad.

Entonces podemos decir que el trabajo del cineasta se enfoca en el interés social, las ganas por contar las historias de todos los dí­as de la gente común, pero con un énfasis en una ejecución de calidad, que tome en cuenta los aspectos más técnicos, para dotar a Chihuahua, poco a poco, de largometrajes de calidad.

A continuación, la entrevista que concedió para elhumanista.net:

¿En su vida cuál es la importancia de la música? ¿Por qué lo ha marcado?

Para mí­, la música es casi una religión, te lo digo con sinceridad. Desde niño la música era fundamental, siempre fui exigente. Nos í­bamos a El Paso, nos brincábamos de mojados para ver conciertos de jazz, en UTEP; la música siempre fue fundamental porque siempre me emocionó. Es más, la música es curativa, yo no entenderí­a a alguien que no escucha música, es casi como oxí­geno.

¿Por qué eligió la cinematografí­a y no la música?

Eso sí­ es complicado, no sé tocar una nota ni en guitarra ni en flauta, nunca se me dio el instrumento, en mi casa nunca hubo un instrumento. Soy muy tengo muy buen oí­do musical, pero nunca agarre un instrumento y me fui por lo audiovisual porque, como te lo comenté una vez, yo trabajaba en un banco y exploté porque no era lo que me gustaba y me fui a ser ayudante de camarógrafo en el Canal 22, de Imevisión, y me enamoré de la imagen y del sonido. El próximo año cumplo 30 años de trabajar en el área audiovisual, 30 años.

¿Cuál es el mayor obstáculo para las producciones locales chihuahuenses?

Yo tengo mi teorí­a: no hay solvencia académica y mucho menos solvencia económica. Te puedo hacer un ejemplo: ¿cómo hacemos un trasplante de corazón en Chihuahua si no hay alguien que lo pueda hacer? El cine es igual. Si no estudias, si no te preparas, nadie te va a dar un peso para que hagas si no sabes hacer algo, entonces, yo concluyo que en Chihuahua no hay cine todaví­a í¢â‚¬”tengo la esperanza de que se desarrolle-, no hay solvencia académica ni solvencia económica.

“Quién si nadie”

Entonces, al ver el producto de los chihuahuenses usted llega a la conclusión de que les faltó dinero y preparación académica.

Sí­, lógicamente. Pero déjame te digo una cosa: también los que estamos haciendo esto, estamos contra corriente, es casi un acto revolucionario hacer cine en Chihuahua porque todo mundo te dice que no vas a poder, pero te digo, ya tenemos 12-15 largometrajes. Yo tengo un largometraje, dos cortometrajes y acabo de terminar mi segundo largometraje, entonces, en Chihuahua, de 1950 a 1970, no se hizo ningún largometraje chihuahuense, y nosotros en 10 años hemos hecho 10-12 largometrajes. Entonces, se va desarrollando a paso lento. A lo mejor nos hemos equivocado en las estrategias, nos hemos ido por las luces y los micrófonos en vez de irnos por la parte académica.

¿Cómo se compara la experiencia de crear contenido cinematográfico a nivel local, en Chihuahua, en México, a en Cuba a Chile?

Al final de cuentas es lo mismo. Hay un maestro, para mí­ el mejor documentalista del planeta, se llama Patricio Guzmán, chileno, y decí­a que hacer documental es para que nuestra memoria no fallezca, para enriquecer la memoria de los pueblos.

¿Qué hace falta para que la producción chihuahuense llame la atención de la audiencia?

La competencia es muy fuerte. Hollywood nos tiene invadidos muy fuerte, y yo creo que la voluntad del chihuahuense de ir a ver las propuestas chihuahuenses, aunque no sean buenas, tienen que empezar a ir a verlas. Yo invito generalmente a ver mis trabajos y te soy sincero, de 10 personas, ocho salen contentas de ver mi trabajo, pero lo ve el uno por ciento de la población, porque no hay dinero para hacer publicidad, los medios no te dan la publicidad.

¿Qué recomendaciones darí­a a quienes dan sus primeros pasos en la producción cinematográfica?

Ver cine de arte, dejar de ver Hollywood, y leer, tomar cursos donde puedan. Respiren cine, yo creo que para entender al cine hay que respirarlo.

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