A 500 años de la llegada de Hernán Cortés a las tierras del nuevo continente, se estrenó una serie para televisión que hace recordar las clases de historia de cuando uno iba a la primaria.
La infame Malinche, Cristóbal de Olid, Bernal Díaz del Castillo, Pedro de Alvarado, Moctezuma y el mismo conquistador de la Nueva España, son algunos de los nombres que se mencionan a lo largo del drama histórico “Hernán” en las plataformas de Amazon, History Channel y TV Azteca. La colaboración de una productora mexicana con una española dan como resultado la visualización de emociones y sentimientos sobre los escenarios de los momentos que marcaron la historia de México y el mundo.
Lo que se destaca es la estructura con la que se narran los eventos. Cada episodio brinda el punto de vista particular de uno de los personajes; esto es, el episodio no se centra por completo en la vida del personaje, sino que resalta la forma de vivir de cada uno y contrasta sus experiencias con las situaciones que los llevaron a formar parte de la expedición de Cortés, a la vez que se establece su forma de pensar respecto a las decisiones que se tomaron—para bien o para mal, según el o la protagonista—.
También cabe mencionar la dinámica que se usó para describir los hechos: flashbacks o memoria retrospectiva que recapitulan en un movimiento de “hacia adelante y hacia atrás” la marcha de los españoles desde su llegada a las costas de lo que hoy es el estado de Veracruz hasta la ciudad de Tenochtitlan, donde pensaban que incluso los techos eran adornados con oro.
Aunque cada episodio tiene su protagonista, todos los episodios giran alrededor de las acciones y decisiones del propio Hernán Cortés. Interpretado por el actor Óscar Jaenada, el enigma de su personaje se basa en su instinto de capitán y en su carácter de estratega: hombre de reglas e insubordinado del rey.
La trama consta del trayecto de los españoles hacia la isla en el lago de Texcoco, después de haberse aliado con los tlaxcaltecas—enemigos de los mexicas—; y cuando el tlatoani les da la bienvenida, la lucha por ejercer el poder y la voluntad de dioses diferentes se verá complicada.
Otras de las cuestiones que se tratan son el romance de Malintzin con Hernán, el conflicto de éste por enviar el oro correspondiente al rey para legitimar la expedición y el origen de uno de los factores que facilitaron considerablemente la conquista del Nuevo Mundo: el contagio de enfermedades como el sarampión y la viruela. Esto último se antoja como algo a explorar en la ya confirmada segunda temporada de “Hernán”.
Si uno pone de lado la dramatización requerida para presentar actuaciones, vestimentas, escenarios y todo lo necesario para una serie de televisión, el valor y la visión que “Hernán” ofrece para revivir las culturas representadas y su historia merecen los 45 minutos por episodio.