En esta nueva entrega, la historia continúa tomando como base las primeras dos películas–ambas escritas por James Cameron–, ya que en Terminator 2: Judgment Day (1991) Sarah y John Connor logran sobrevivir al ataque del T-1000 y posponen el día del juicio final. Cuando están refugiados en Latinoamérica después de estos sucesos, no sabían de la existencia de otro cyborg T-800 (interpretado por Arnold Schwarzenegger) cuya misión es terminar a John Connor.
Atormentada por no haber podido salvar a su propio hijo, Sarah (interpretada por Linda Hamilton) ha vivido las últimas décadas en guardia de nuevos ataques de Skynet y liquidando a nuevos Terminators, gracias al aviso de un misterioso mensaje que le avisa dónde y cuándo llegarán, anexando una nota “For John” (“Por John”).
Para el año 2020, un nuevo Terminator Rev-9 (interpretado por Gabriel Luna) es enviado a asesinar a Daniella Ramos (interpretada por Natalia Reyes) a México, pues ella se convierte en el blanco de la inteligencia artificial del futuro, pero ella contará con el apoyo de una soldado mejorada Grace (interpretada por Mackenzie Davis) y se aliarán de mala gana con Sarah, ya que ella misma ya vivió esta situación y sabe cómo mantener con vida a Daniella.
La trama pasa por muchas escenas de acción intensa, seguidas por algún momento de reflexión sobre lo que significa sobrevivir el presente y así cambiar el futuro, es entonces, una película que continúa no solo la historia original, sino que adopta a una mujer joven latinoamericana como la nueva Sarah Connor y le añade de nueva cuenta elementos clásicos de las dos primeras películas, más un toque incluso más inteligente al asesino Rev-9 mientras se descubre cierta humanidad en el T-800.
Con 128 minutos totales, Terminator: Dark Fate supera por mucho la calidad de las tres entregas anteriores. Schwarzenegger y Hamilton regresan a la acción repleta de armas de fuego en una dinámica entretenida y hasta sentimental, sin quitarle méritos a la actuación de Gabriel Luna. A pesar de haber reciclado muchos conceptos de las películas originales, el sentimiento de volver a ver un gran Terminator es buen incentivo para ir al cine.