Una excelente película sobre autos en una de las épocas doradas del automovilismo deportivo. En la década de 1960, Ferrari mantenía un dominio total en la carrera de resistencia más prestigiosa del mundo: las 24 Horas de Le Mans. Año tras año, la escudería de Enzo Ferrari ganaba el máximo trofeo que se competía entre los autos deportivos más veloces en un circuito de carreras que exige esfuerzos sobrehumanos, hasta que la Ford Motor Company decidió participar en ella.
La película comienza contando la historia reciente del problema médico que forzó a Carroll Shelby (interpretado por Matt Damon) a retirarse de las carreras como piloto, a la vez que plantea las circunstancias en las que Henry Ford II es convencido por su grupo de ejecutivos y dirigentes, sobre todo por Lee Iacocca (interpretado por Jon Bernthal), a asociar el nombre Ford con el reinado de triunfos que Ferrari ha conseguido.
Es entonces que Iacocca se presenta ante Enzo Ferrari para proponerle la compra de su marca, la cual se convertiría en Ford-Ferrari y, en caso de que Ford no quiera participar en alguna carrera, Ferrari se vería obligado a las decisiones de Ford. Al mismo tiempo que se hacía esta propuesta, Ferrari recibió información de que Fiat pagaría más que Ford y, lo más importante, no estaría restringido a participar en carreras.
Enfurecido por tal artimañana, Ford II ordena a Iacocca a conseguir un equipo que le desarrolle el FordGT40 al punto de destruir por completo a Ferrari. Lo anterior es solamente la primera parte de la película, de un total de 152 minutos, pero ese tiempo en el que “vas a 350 km/h, el auto empieza a volar y todo lo ves en cámara lenta”.
A partir de ahí y sin quitar el pie del acelerador, las actuaciones de Christian Bale (como Ken Miles) y Matt Damon dejan el sentimiento de unirte al equipo para contribuir a las mejoras que se necesitan para ganar esa magnífica carrera y hacer a un lado al fastidioso de Leo Beebe (interpretado por Josh Lucas).
Las actuaciones, escenarios, vestimenta e historia, sin olvidarnos de esos maravillosos autos, cumplen con la mejor calificación para revivir esta gran historia, que además entretiene a todo público y dejará con ganas de más. Sobra decir que es extremadamente recomendable.