Por: Erika Cano y Erick De la O.
Desde septiembre del 2013 en el estado de Chihuahua se castiga con cárcel a quien provoque daños físicos o asesine animales que no son considerados como nocivos para el ser humano. Dicha normativa se encuentra albergada en la Ley de la Protección a los Animales para el Estado de Chihuahua, en ella se contemplan hasta tres años de cárcel y 300 salarios mínimos como multa para los responsables.
El fenómeno del maltrato animal preocupa a los expertos debido a que es considerado como una antesala de la violencia social, además, establecer una legislación que lo prohíba supone una garantía de su preservación. Sin embargo, establecer una normativa que abata este tipo de prácticas surge también del reconocimiento histórico que forma parte de la dinámica humana, es decir, sabemos que desde hace siglos existen los animales de compañía y estos se han configurado como un elemento de la vida diaria.
Aunque la aparición de grupos proanimalistas ha despertado mayor sensibilidad entre la población, también ha producido una escisión social, ya que han surgido grupos de choque que han apuntado señalizaciones que destacan que la supremacía en la creación la ostenta el ser humano y que los derechos de los animales nunca superarán en impacto ni en importancia a los derechos humanos.
Ante este panorama realizamos una encuesta para conocer la percepción de los estudiantes de la licenciatura en Periodismo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua sobre el fenómeno del maltrato animal, sus prácticas, el conocimiento y aplicación existente en el estado y, finalmente, su opinión frente a los derechos de los animales.
Al 14 de mayo del 2018, 23 personas habían participado en la encuesta, un 65.2% de los participantes se identificaban con el género femenino, mientras que el resto, un 34.8% eran hombres. El rango de edad que imperó en la encuesta va de los 21 a los 25 años (56.5%), es decir, individuos en edad universitaria; un 34.8% tenían entre 17 a 20 años.
En seguida los resultados de cada una de las preguntas:
1.- En una escala del 1 al 5, ¿qué tanto te gustan los animales?
Esta pregunta estaba orientada a conocer la afinidad que presentaban los encuestados por los animales, destaca que el número 5 (Me gustan mucho) de la escala lineal obtuvo el 69.6% de las respuestas, seguido por un 13 % en las opciones de “Ni me gustan ni me disgustan” y “Me gustan”. Mientras que sólo una persona reconoció que no le gustaban nada.
2.- ¿Tienes alguna mascota?
Más de la mitad de los encuestados (69.6%) cuenta con alguna mascota, un 21.7% manifestó su deseo de tener una y un 8.7% negó tenerla.
3.- ¿Consideras que los animales tienen sentimientos?
El 78.3%, es decir, la mayoría, cree que los animales son seres emocionales, un 13% cree que es probable y un 8.7% niega la posibilidad.
4.- ¿Alguna vez has maltratado a un animal?
Se trata de una de las preguntas más difíciles de la encuesta y en ésta reside la intención del anonimato. Se observa una distribución igual entre las opciones de “Nunca lo he hecho” y “En alguna ocasión lo hice” (47.8%). Mientras que sólo una persona afirmó que lo hace a menudo, probablemente, se trate del mismo encuestado que reconoció que no le gustan los animales.
5.- ¿Alguna vez has rescatado a un animal?
La pregunta pretendía conocer el alcance que han tenido las diversas campañas proanimalistas bajo el lema de “adopta, no compres”. Observamos que un 47.8%, cerca de la mitad, rescató a un animal; un 34.8% tuvo la intención y un 17.4% nunca lo ha hecho.
6.- ¿Qué sientes cuando observas que un animal vive en muy malas condiciones o es maltratado?
Se trata de una de las interrogantes con mayores variables de respuesta, de hecho, los encuestados agregaron otras dos emociones. La mayoría (65.2%) experimenta tristeza en un panorama así; el 26.1 % sufre de enojo, a un 8.7 % le es indiferente. Uno de los encuestados sugirió la impotencia y otro la indignación.
- ¿Sabías que existe una legislación estatal que castiga el maltrato animal?
Un 47.8% ha escuchado sobre ella, pero como se evidencia en la siguiente pregunta, no la conoce a fondo. Mientras que un 34.8 % la conoce desde hace tiempo y un 17.4% no sabía.
8.- ¿Alguna vez has demandado a una persona por maltrato animal?
A pesar de que, según datos del INEGI, México ocupa el tercer lugar a nivel internacional en maltrato animal y además de que en el Estado de Chihuahua existe legislación al respecto y sanciones económicas considerables, sólo dos de las personas encuestas (8.7 %) ha demandado a alguien por maltrato, un 65.2 % nunca lo ha hecho y un 26.1 % ha tenido la intención.
9.- En una escala del 1 al 5, ¿qué tan de acuerdo estás con la siguiente afirmación? : “Los derechos humanos están por encima de los derechos de los animales”.
Una de las preguntas más complejas de la encuesta que busca la proyección de la escisión social que existe en torno a la dignidad de los animales y la comparativa establecida entre sus derechos y los derechos de las personas. En una escala lineal descendente, es decir, del 5 al 1 estos fueron los resultados: 39.1 % están muy de acuerdo, 8.7 % algo de acuerdo, 17.4 % ni de acuerdo ni en desacuerdo, 8.7 % algo en desacuerdo y 26.1 % muy en desacuerdo.
La encuesta refleja el alcance de los derechos proanimalistas, se observó que los encuestados son susceptibles ante el tema, entre los factores puede considerarse que la mayoría cuenta con una mascota o que han sido testigos de maltrato animal, el cual, también puede identificarse como una causa que provoca que los animales sean vistos como seres emocionales y, por lo tanto, tengan la capacidad de despertar sentimientos empáticos.
Además, la encuesta proyecta la división ideológica que existe en torno si los derechos de los animales son superiores a los de los humanos, de hecho, en la escala lineal que planteaba este cuestionamiento, se observó que los mayores porcentajes lo obtuvieron la mayor y menor grado. Finalmente, señala que existe una problemática de difusión acerca de los procesos para presentar una demanda por maltrato animal, pues a pesar de que existe conocimiento sobre la legislación que protege los protege, muy pocos se atreven a emitir una denuncia.