Platón
Imagínense la gran sorpresa, revisando unas cajas de libros, me encontré un libro que lleva por título los grandes iniciados, como todo curioso, empecé a hojear el libro, y al principio ninguna sorpresa con los nombres y hombres que contenía este libro, Hermes, Zoroastro, nombres que podíamos suponer que deberían de estar en este tipo de libros, sin gran sorpresa, pero me dio más curiosidad, y seguí en esta revisión, cuando de repente aparece el nombre de Platón, me quede, casi pasmado, no podía creer lo que mis ojos veían, el filósofo, sobre el cual, se fundamentan todas las demás filosofías, y gran parte de nuestra historia, ahí en un libro de esotérica, de misticismo, junto a este filósofo, aparecía otro que no fue gran sorpresa, ya que con la gran cantidad de mitos e historias que se cuentan de él no es tan sorprendente, es el caso de Pitágoras, nuestro autor en cuestión de este peculiar libro es Édouard Schuré, que en nuestra búsqueda de internet, nos arrojó que fue un escritor, esoterista, musicólogo, francés, el cual estudio a los filósofos, Descartes, Spinoza, Kant, Hegel, Schelling, Fichte, y Nietzsche, pero también leyó con gran interés un libro que contenía la descripción detallada de los Misterios de Eleusis.
En la introducción del libro antes citado, nuestro autor nos da una visión general de cómo él concibe, tanto al misticismo, así como a la religión, y la ciencia, y es interesante, que aunque se puede observar que está informado de los avances en la ciencia, y que en general es un hombre culto de su época, no atina en un análisis verás de la realidad en general, de este modo nos habla que el hombre tiene una necesidad indestructible de ciencia y religión, en la que la ciencia llena el vacío y las necesidades del espíritu, y la religión responde a las necesidades del corazón, que nuestro autor como en general en estos libros de esoteria, deja huecos grandes en sus elucubraciones, no nos dice que entiende por necesidades del corazón y mucho menos las necesidades intelectuales, pero nos da ya una pista de porque está incluido Platón dentro de estos hombres iniciados.
En esta cuestión de la religión y la ciencia, nuestra opinión, es que no son dos necesidades contrapuestas, y mucho menos son dos cuestiones diferentes, unas del corazón y otras del espíritu, ya que como se mencionó nuestro autor no da más detalles, en este sentido, tenemos la idea de que la religión surge primordialmente como una necesidad de explicación, si después evoluciono y se convirtió en un aparato enorme y de gran poder económico y social, dentro de nuestras sociedades, es otro asunto, pero como lo concebimos, es que, la religión surgió para explicar todo lo inexplicable, en esto seguimos una historia filosófica lineal, en la que religión o antropomorfismo, surgió para explicar fenómenos naturales, en este sentido la religión es solo el inicio o pre inicios de explicaciones a lo desconocido, y que el hombre tenía la necesidad de explicar, de este modo es el inicio de la ciencia, no es una parte distinta, no aporta distintos aspectos al hombre, y la religión, como lo es la alquimia para la química moderna debería de estar obsoleta, para descubrir algo más, pero lamentablemente la religión no siguió un camino lineal, sino que cuando surge la filosofía, con todo su razonamiento, la religión no solo no desapareció, sino que mantuvo su poder y hasta lo acrecentó y se posicionó en su lugar de privilegio dentro de las sociedades, contando con gran poder, dentro y fuera de los templos.
Continuando con nuestro libro, Schure nos da una como introducción a Platón hablando algo de la Atenas del tiempo de Platón, así mismo de su maestro y la muerte por cicuta de Socarte, después nos da datos biográficos, que no se conocen, así de este modo y súbitamente el siguiente capítulo nos habla de los misterios de Eleusis, y como es la costumbre que venimos mencionando, en este tipo de libros, deja todo con una escueta explicación, sin ahondar en los asuntos, y solo tratando los temas y las cuestiones que le interesan y que le sirven de apoyo a sus teorías esotéricas.
Como se mencionó en la introducción da un comentario de porque incluye a Platón dentro de estos hombres iniciados, y nos comenta, Pero los principios sublimes de la teosofía dórica y de la sabiduría de Delfos están inscritos con letras de oro en los fragmentos órfico y en la síntesis de Pitágoras, así como en la vulgarización dialéctica y un poco caprichosa de Platón [1], igualmente no nos dice mucho, ya que no sabemos nada de teosofía, o al menos lo que solo los iniciados entienden por teosofía, pero nos menciona que Pitágoras fue más grande en este aspecto que Platón, puesto que solo lo nombra como divulgador, esto es la introducción, pero ya en el capítulo de Platón, nos menciona lo mismo, que si quisiera no lo nombraba, pero que su misión es restablecer la cadena de los grandes iniciados, que fueron los grandes maestros de la humanidad[2] continúa con la explicación de cómo Sócrates fue el maestro de Platón, esto no es una novedad, pero la novedad es que fue maestro de Platón en la esotérica, en el misticismo, ya que con su muerte dejo una huella indeleble en Platón, ya que Sócrates murió por la verdad y paso sus últimas horas ablando de la inmortalidad del alma con sus discípulos, y esto fue el más bello de los espectáculos y el más santo de los misterios[3].
Esto es de una manera general y muy escueta, por el hecho de que nuestro autor dice mucho sin decir casi nada, pero lo que sospechamos y lo que tenemos como verdad, es que Platón está incluido dentro de estos grandes hombres, que esto si no se lo podemos refutar, pero no por los motivos que él alude, es que por mucho tiempo, fue una de las bases en las que se fundamenta gran parte del pensamiento y dogmas de la iglesia, y de los primeros padres de la iglesia, así al postular su mundo de las ideas, Platón dio gran material para trabajar a estos primeros padres de la iglesia, y fundamento también muchos dogmas de la iglesia, de este modo ya podemos decir con orgullo que nuestro gran Filósofo también, es uno de los grandes Místicos y esotéricos de la humanidad.
[1] Schure E. Los grandes indicados. Pág. 15
[2] Ibid. Pág. 29
[3] Ibid. Pág. 445
Bibliográfica.
Schure. E.(1986). Los grandes iniciados. Editores Mexicanos Unidos. México D.F.