Tres poemas de la poeta Mariel Damián

La chica que se ha quedado sola – Circulo de Poesía

Mariel Damián (Ciudad de México, 1994) estudia letras hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México y biología en el Instituto Politécnico Nacional. Ha colaborado en diversos encuentros de poesía en su ciudad como Vértice en el tiempo, reunión de poetas en Ciudad de México y el Encuentro Internacional de poesía CDMX 2016.  Actualmente, forma parte del equipo del Encuentro Internacional CDMX 2017 organizado por Círculo de Poesía y Valparaíso México. Fue becaria interfaz en el Festival Interfaz del ISSSTE-Cultura, Acapulco 2016. Se considera una chica mitad ciencia, mitad poesía.

Según Raquel Lanseros, la voz poética de la autora emerge con la fuerza de quien llega para quedarse. Dueña de una sensibilidad tierna y líquida, posee una exquisitez de difícil definición: un suave balanceo de contenidos profundos y vigorosos como la identidad, la memoria y la esperanza.

INTROSPECCCIÓN POÉTICA

  1.  La poesía ya existía antes que todo.  
  2.  La poesía se autofecunda. Dio a luz al universo.
  3.  Todos somos creaciones de la poesía.
  4.  La poesía existe más allá del lenguaje humano y es a través del arte qué comunicamos lo que nos dice.
  5.  La poesía tiene propiedades líquidas; toma sentido según la cabeza que la contiene.
  6.  La poesía se comporta como un gas, es inestable, libre y tiende a expandirse.
  7.  La poesía no nos necesita para existir. No hace falta que la nombren.
  8.  La poesía trasciende las leyes que nos rigen. Coexiste en todos los tiempos y en todos los espacios.
  9.  No es más poético un poemario de los grandes que las olas del mar enterrando tus pies en la arena.
  10.  La poesía se parece a la ciencia en el sentido de que ambas existen sin la comprensión del otro.
  11.  La poesía que cada uno conoce, es tan solo la porción de un elefante. Aceptar esto es aceptar la condición humana de saber poco en un mundo inundado de información.
  12.  La poesía ignora todas las construcciones sociales creadas por el ser humano. Mira al mundo como un todo y obedece el llamado de todos los sentimientos que rasguen el corazón.

ASÍ ES EL AMOR

No amo la ciencia

 porque alguna vez me dijeran

 no, tú no

 tú no serás nada

 y si un día dejas de ser nadie

 a ti, mujer, te quedará el arte

 a ti, mujer, el maquillaje

 y los tacones altos,

 a ti, algo que tenga que ver con la belleza

 con la tela delicada de un vestido,

 con la sutileza de las cosas

 que se le dan a las princesas.

 No amo la ciencia con coraje, 

 ni por demostrarle nada a nadie.

 Amo la ciencia porque también es poesía,

 porque mi mundo era un lienzo en blanco

 antes de conocerla.

Así pasa cuando te enamoras,

 el mundo está vacío y de pronto,

 todo tiene un nombre que no conocías.

 El corazón que antes iba

 a 70 pulsaciones por minuto,

 se acelera.

 Bombea más litros del río genético

 por todo tu cuerpo.

 Se dilatan los vasos sanguíneos,

 se expanden los capilares sanguíneos,

 te sonrojas.

 Yo amo la ciencia como amo la poesía.

 Amo la poesía como amar a una mujer;

 sin coraje contra el mundo que no me deja.

¿Miedo?

 Tal vez un poco,

 pero hay más valentía

 aquí dentro

 para besar cada célula

 a través del microscopio.

 Yo no sabía qué verdes son las hojas,

 qué diminutas las piezas 

que nos conforman.

 Al fondo de lo que miro hay luz,

 luz en los versos que recito,

 luz en la poesía de los mares.

 luz en el cabello de mi chica,

 Todo es luz que dilata mis pupilas.

LO QUE VENDRÁ

Trazo las líneas del futuro

 y se desvanecen de mis manos.

 Soy un punto fijo en el espacio

 sin límites que me sostengan.

 Soy solo yo y este día,

 yo y este cuerpo transformado.

 Todo fluye aquí

 ahora

 Todo existe

 Todo brilla

 las palabras

 tienen patas

             ojos

               dientes

 y caminan hacia el abismo apresurado.

 Muchas caen

 otras se elevan,

 nadie sabe lo que vendrá. 

EXTRA:

VISIÓN DEL CIELO

Cuando era niña creía

 que el cielo tenía la textura

 de un algodón de azúcar.

 Después supe que no era cierto,

 que en el cielo hay

 varias capas de gases

 y que al tacto todo eso

 es ausencia.

 Pero eso hoy no me importa,

 yo tengo la certeza de que el cielo

 tiene la textura de una lengua,

 una lengua rosada y húmeda.

Mij

Referencia:

Damian, Mariel. La chica que ha se quedado sola. Valparaiso Ediciones, Colección de poesía. 2014

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