La materia oscura y Platón

La materia oscura en astrofísica y cosmología física, es un tipo de materia que según sus defensores representa el 80% de la materia del universo, sustancia distinta a la energía oscura, materia bariónica (materia ordinaria) ni neutrinos, esto es, se define por oposición, no sabemos lo que es, pero podemos decir lo que no es; su nombre hace referencia a que no emite ningún tipo de radiación electromagnética ni interactúa en ninguna forma con la radiación electromagnética, siendo completamente transparente en todo el espectro electromagnético, quienes sostienen su existencia la infieren de sus efectos gravitacionales en la materia visible, tales como las estrellas o las galaxias.

Dicha materia fue propuesta por Fritz Zwicky en 1933 como respuesta a una fuerza desconocida que influía en las velocidades orbitales de las galaxias, lo anterior no es otra cosa que la posible explicación de un fenómeno observado, tal y como sucede en el diálogo Timeo, cuyos personajes ante la necesidad de comprender al cosmos, establecen respuestas con base en los conocimientos a su alcance; de tal forma que  la materia oscura es solo una posibilidad de respuesta a la explicación del universo.

El Timeo es un diálogo físico, un modelo cosmológico en el cual se trata de explicar el universo y el ser de lo humano, todo ello a través de las matemáticas, como instrumento de acceso al discurso del cosmos, de forma tal que el lenguaje del universo pareciere ser el matemático, lo anterior se establece en la forma siguiente:

“En cuanto a nosotros, que vamos a discurrir acerca del universo, de cuál es su origen o si lo tiene, si no queremos extraviarnos, debemos sentir la necesidad de implorar el auxilio de los dioses y de las diosas, y de suplicarles que nos inspiren palabras que satisfagan primero a ellos y después a nosotros.”[1]

El Timeo representa la explicación del génesis del cosmos, del hombre y de la sociedad, y para ello Platón utiliza la figura del demiurgo como artífice o alma universal y principio ordenador de los elementos preexistentes, el demiurgo es el intermediario entre el mundo de las ideas y el de las cosas sensibles, este personaje toma como elemento principal al bien o la razón y el mismo es esencialmente bueno de tal forma que ordena a los elementos caóticos disueltos en el cosmos.

Como ya lo adelantamos, la matemática a través de la geometría es la vía de acceso al entendimiento del cosmos, así a los elementos fuego, agua, tierra y aire se les asigna un poliedro, resultando la figura del cosmos representada por el dodecaedro.

El Timeo representa la posibilidad de explicar el cosmos, en un esfuerzo parecido al que ahora tratamos de hacer a través de la llamada materia oscura, solo que Platón va más allá y su esfuerzo es explicativo no solo del cosmos, sino del hombre y de la sociedad.

[1] Diálogo Timeo de Platón

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