EL 17 de septiembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de junio, Día Mundial de las Madres y los Padres.
Esto surgió como reconocimiento del papel fundamental que cumplen los padres y las madres en el desarrollo de los niños, así como resaltar la responsabilidad principal en la alimentación y en la protección de los niños, además de ser los encargados de su educación y adaptación social.
De igual forma, el papel que cumplen los padres es fundamental en la crianza de los niños, ya que la familia es el primer espacio en donde los niños se desarrollan socialmente a partir de un funcionamiento familiar determinado. De igual forma, la familia es el primer lugar en donde el ser humano se relaciona con otras personas, y a su vez es la primera red de apoyo y la más cercana de la cual toma su experiencia, su ejemplo, valores y comportamientos.
Estos aspectos tienen impacto a nivel social, pues cada individuo ejerce un papel en la sociedad y depende de su desarrollo, el cómo se desenvuelve en su entorno. Por esto se busca mejorar las condiciones de desarrollo de los niños, niñas y de las familias encargadas de su bienestar, pues es fundamental para crear una mejor sociedad.
Según la ONU, los objetivos centrales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por los líderes mundiales en 2015, se enfocan en el fin de la pobreza, la promoción de una prosperidad económica compartida, el desarrollo social y el bienestar de las sociedades, al tiempo que preservan el medio ambiente.
Las políticas familiares que han surgido en las asambleas y en las organizaciones buscan promover la salud y el bienestar en todas las edades, garantizando las oportunidades educativas a lo largo de la vida y consiguiendo la igualdad de género.