140 años de historia: La Sagrada Familia.

Actualmente, la construcción del templo avanza a gran escala para poder terminarla en 2026. 

Su construcción inició en 1882, financiada con los donativos de los creyentes, debido a la guerra civil fue interrumpida la gran obra arquitectónica, y no fue hasta los años 50 cuando se retomaron los planos para seguir el proyecto.

Aunque aún no está terminada, el mundo entero conoce esta megaconstrucción, que abrió sus puertas en 2010, cuando se cerró la nave central. 

El Papa Benedicto XVI abrió la basílica, para que miles de visitantes explorarán por fin la Sagrada Familia, millones de turistas visitan cada año el emblemático edificio, que acelera sus obras para poder ser terminado a tiempo.

Antoni Gaudí, el principal arquitecto de la obra, tenía dos inspiraciones: su fe y la naturaleza, con formas geométricas que los matemáticos ya conocían, pero que nunca habían sido vistas en arquitectura, así que las trasladó a sus estructuras. 

Las columnas estrella o las escaleras de caracol son los ejemplos más claramente relacionados con la naturaleza.

Gaudí pensó en el templo como un instrumento musical que aportará música a toda la ciudad, lo que explica el número de torres, le asignó un sonido diferente a cada fachada, lo que haría que este inmenso instrumento musical se escuchase por toda la ciudad.

Ya que cuenta con cinco tipos diferentes de piedras, no hay otra construcción de estas dimensiones que utilice la piedra como material estructural, sin embargo, desde los inicios de la construcción, se han utilizado 50 tipos de piedras diferentes con una tecnología totalmente pionera.

La extensión que ocupa el depósito de los bloques destinados a la Sagrada Familia son dos campos de fútbol, y serán necesarios más de 25.000 toneladas de piedra solo para la construcción de las 6 torres.

El templo tiene más de 200 000 toneladas de peso con caprichosas geometrías. Después de años de construcción y grandes donaciones, el arquitecto fue consciente de que no vería la obra terminada, por lo que el mismo Antonio Gaudí decidió hacer uso de una estrategia de marketing: construyó en primer lugar la fachada principal para ofrecer una vista de lo que sería la obra y conseguir así más donativos que harían posible su construcción.

Con la fachada del Nacimiento y la Cripta declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2005 por la UNESCO, la Sagrada Familia se ha convertido en un auténtico icono del arte, la arquitectura y la cultura que seguirán escribiendo la historia de un sueño que comenzó hace dos siglos y aún se proyecta en el futuro.

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