Horrores de ortografí­a

Escribir es todo un arte, para lo cual se debe de poseer dominio del lenguaje, una amplia cultura y, sobre todo, una profunda sensibilidad humana. Existen obras literarias que tardan años en concluirse, saber expresarse resulta a menudo complicado. Por lo tanto, es aceptable que como neófitos en la materia, tengamos algunas faltas de ortografí­a o de redacción; son errores involuntarios.

Para ir mejorando nuestros textos en redacción y ortografí­a, aquí­ una lista de los “horrores” más comunes al escribir:

1) La confusión que existe entre  “ay”, “ahí­” y, “hay”. Para comprender el uso adecuado de dichas palabras, se explicará a través de dos textos, uno está correctamente escrito, el otro no:

“Ahí­ qué pensar, esto no está bien”, aseveraba mi tí­o sentado en una de las mesas del bar. Desvié mis ojos en dirección donde estaba una cantinera. ¡Hay! Grité asustado, porque cuando devolví­ la vista a aquella mesa, ya no estaba ay mi tí­o, ni siquiera me dejó tiempo para pensar antes de irse.

“Hay que pensar, esto no está bien”, aseveraba mi tí­o sentado en una de las mesas del bar. Desvié mis ojos en dirección donde estaba una cantinera. ¡Ay! Grité asustado, porque cuando devolví­ la vista a aquella mesa, ya no estaba ahí­ mi tí­o, ni siquiera me dejó tiempo para pensar antes de irse.

En este caso el segundo párrafo es el correcto:

Ahí­ que pensar, el adverbio está mal empleado en esa oración, ya que “ahí­” indica lugar”, por ejemplo: ya no estaba ahí­ mi tí­o.

¡Hay! Grité asustado, es incorrecto el uso de la palabra “hay”, ya que “Hay” es la conjugación impersonal en tiempo presente del verbo haber, en cambio, “hay que pensar, esto no está bien”, es correcto. Es posible hacer otras conjugaciones en esa misma oración con el mismo verbo, de la siguiente manera: “habrí­a que pensar”, “habrá que pensar”.

“Ya no estaba ay mi tí­o”, esta oración no está escrita correctamente ya que “ay” es una interjección, es decir, puede expresar sorpresa, dolor, felicidad, entre diversas emociones como: ¡ay! Grité asustado.

2) Otro error común es no distinguir cuando usar “haya”, “allá”, “halla”,  “haiga” y “aya”. Los siguientes párrafos servirán de ejemplo para explicar el uso adecuado de cada una de las palabras:

Tal vez haya una manera de solucionar esto, dije al percatarme que llagarí­a el dí­a para pagar un préstamo. Allá en Parral estaba el dinero, con mi tí­o, lo deje por accidente, estaba muy ebrio para recordar que llevaba conmigo. Desesperadamente busqué dinero en los cajones de toda la casa, -ojala halla en algún buro el dinero suficiente para pagar- expresé desesperado. -Si no me hubiera puesto borracho, no me andarí­a volviéndome loco- pensé un aya en sus clases me decí­a que el hubiera no existe, pero mucho menos el haiga.

Tal vez aya una manera de solucionar esto, dije al percatarme que llagarí­a el dí­a para pagar un préstamo. Halla en Parral estaba el dinero, con mi tí­o, lo deje por accidente, estaba muy ebrio para recordar que llevaba conmigo. Desesperadamente busqué dinero en los cajones de toda la casa, -ojala allá en algún buro el dinero suficiente para pagar- expresé desesperado. -Si no me hubiera puesto borracho, no me andarí­a volviéndome loco- pensé un haiga en sus clases me decí­a que el hubiera no existe, pero mucho menos el haya.

“Haya”, es un verbo o sustantivo; es la conjugación del verbo haber en primera o tercera persona del singular del presente del subjuntivo, como por ejemplo: “Tal vez haya una manera de solucionar esto”. Como sustantivo designa un tipo de árbol.

“Allá” es un adverbio que indica lugar, por lo tanto no es: “halla  en Parral”, sino, “allá en Parral”.

“halla” es una conjugación del verbo hallar en tercera persona, por lo tanto es correcto decir: “ojala halla en algún buro el dinero suficiente para pagar”

El “haya” sí­ existe, la palabra que no existe al menos en la conjunción del verbo haber, es el “haiga”.

El aya, se refiere a una servidora que en las casas reales, las casas nobles y las familias ricas se encargaba de la educación inicial y custodia de los niños y jóvenes, a modo de tutor.

3) Finalmente, otra de las faltas recurrentes de ortografí­a son escribir en una oración las palabras “haber” y “a ver” sin percatarse del uso de cada una. Por ejemplo en el siguiente párrafo, se demuestra el uso correcto de estas palabras

A ver si me entiendes, dijo mi tí­o, ésta es la última vez que te lo repito: Hay personas que empiezan a hablar un momento antes de haber pensado.

“Haber” es un verbo que según la Real Academia Española significa:

– con infinitivo que denota deber, conveniencia o necesidad de realizar lo expresado por dicho infinitivo.

–  Apoderarse alguien de alguien o algo, llegar a tenerlo en su poder.

–  poseer (í¢â‚¬– tener en su poder).

–  ocurrir (í¢â‚¬– acaecer, acontecer).

– Celebrarse, efectuarse.

–  Ser necesario o conveniente aquello que expresa el verbo o cláusula que sigue.

– Estar realmente en alguna parte.

– Hallarse o existir real o figuradamente.

– Denota la culminación o cumplimiento de la medida expresada.

– Portarse, proceder bien o mal.

En cambio “a ver” se refiere a lo que percibimos por medio del sentido de la vista, o en el caso de la oración del párrafo anterior, se refiere a una solicitud al interlocutor para comprobar algo.

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