La desinformación es algo que ha existido siempre al momento en que se incluyó más a la opinión pública dentro de todo esto. Pero lo que si resulta nuevo es la velocidad en que se propaga esta falsa información por las plataformas digitales, como lo son Facebook y Twitter.
La información falsa ha transformado al periodismo, ya que le plantean un serio desafío en la medida en que no siempre resulta evidente distinguir lo que es verdadero o falso dentro de estas. Los bulos contribuyen al mismo tiempo a reforzar el papel del periodismo. Si hay alguien capaz de denunciar la información falsa, son precisamente los periodistas.
El internet y las redes sociales han cambiado la forma en que aprendemos sobre el mundo que nos rodea. Con tantas fuentes de información, puede ser difícil mantenerse al día con lo que es real y lo que es falso.
Cada vez más, quienes crean este tipo de información falsa, hacen que sea más difícil de detectar. Haciendo que a veces las organizaciones de noticias bien establecidas se encuentran informando sobre historias basadas en información falsa, la cual es recopilada a través de las redes sociales, aquellas que son originadas en una publicación falsa.
El tener acceso a la información es algo vital y necesario, el aumento de noticias falsas en línea ha hecho que se más necesario ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar su pensamiento crítico para detectar la diferencia entre la realidad y la ficción.
Contar con la libre opinión establecida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha provocado que exista un pequeño desbalance entre lo que es tener el derecho a opinar sobre cualquier cosa y lo que es esparcir información falsa por todos lados.
Las redes sociales son los principales medios por los cuales suelen rondar las noticias falsas, esto debido a que son lugares en los que el usuario puede ser productor y consumidor de contenidos, esto hace que se facilite la difusión de contenido falso y al estar esa noticia en medios digitales se comienza a compartir muchas veces de una manera increíblemente rápida.
Todo esto sucede en el contexto de la posverdad, en donde las circunstancias en que los hechos objetivos son menos importantes a la hora de modelar la opinión pública que las apelaciones a las emociones o a las creencias personales.
El proceso para que se realice una noticia falsa, consiste en que en la primera fase se crea una noticia falsa en periódicos digitales. En la segunda fase, se difunde la información de manera masiva en las redes sociales. Todo esto ocasiona que la sociedad no pueda ponerse de acuerdo sobre los hechos que les permitan construir la opinión pública sobre el tema falso.
Conforme ha avanzado el tiempo siguen llegando cada vez más Fake News. Esto es algo que se ha ido intensificando con el tiempo y que se ha vuelto más fácil toparnos con este tipo de noticias falsas, debido a las redes sociales y la inmediatez que existe en ellas. Ahora, con la pandemia del COVID-19, también nos hemos visto bastante envueltos por noticias falsas, ya que, al ser algo que está en pleno apogeo y algo de lo que no conoce mucho, se llega a prestar fácilmente a que la información sobre este muchas veces sea falsa.
Las fake news (noticias falsas) se suelen usar para lograr manipular la ideología de la población respecto a diversos temas. Un gran ejemplo sería con la pandemia de COVID-19, en la cual al principio comenzaron a salir muchas especulaciones y noticias falsas sobre este virus, algunas diciendo que era un virus creado por el gobierno para matar gente y que la vacuna fue hecha para controlarnos por medio de un chip, esto logra que cambié la ideología de la gente con respecto a la pandemia y haciendo que únicamente se genere miedo y caos.
Aunque esto no pasa únicamente con la información sobre la pandemia, sino con cualquier cosa en dónde se llega a manipular la información y así lograr persuadir en la opinión pública hacía diversos temas.
Cómo periodista se deben cuidar muchos factores, entre ellos el no caer en las fake news y mal informar a la sociedad. Debemos ser responsables y cuidadosos con lo que publicamos para no informar solo por informar, sino hacerlo de una manera ética, responsable y profesional. El cuidar las cosas que publiquemos cómo periodistas, nos ayudará a que nuestra profesión sea tomada con más seriedad, además de que publicando cosas verdaderas lograremos crear cierta confianza con la población y lograremos evitar caer en las noticias falsas y desinformación.
El periodismo de calidad y el derecho de los y las ciudadanas a informarse debidamente están sufriendo el impacto de este fenómeno que se vuelve cada vez más peligroso y que influye de distintas maneras.