UNA CIUDAD MÍTICA DE LA LITERATURA URUGUAYA

Breve introducción a la Novela La Vida Breve de Juan Carlos Onetti

Onetti FINAL

Juan Carlos Onetti (1909 – 1994) fue un escritor realmente comprometido con la escritura. Vivió la mayor parte de su vida entre las dos ciudades del Río de la Plata: Montevideo y Buenos Aires. Sus últimos años los pasó exiliado en Madrid, donde recibió el “Premio Cervantes” de literatura en 1980.

La obra de Juan Carlos Onetti tiene un lugar privilegiado dentro de la nueva literatura latinoamericana, de la que es 

considerado uno de sus fundadores. Algunas de sus obras más sobresalientes por su valor literario y fundamentales para el desarrollo de la narrativa contemporánea son: El pozo (1939), La vida breve (1950), Los adioses (1954), Para una tumba sin nombre (1959), El astillero (1961), Juntacadáveres (1964), Dejemos hablar al viento (1979) Cuando entonces (1987) y su última nove

la Cuando ya no importe (1993).

      A lo largo de La vida breve se van alternando dos mundos: el real, donde se desenvuelven Brausen y sus problemas, y el ficticio, creado por Brausen y protagonizado por Díaz Grey. Santa María es una ciudad mítica que nace con esta novela y donde se va a desarrollar la trama de sus futuras novelas, hasta Dejemos hablar al viento. Lo mismo ocurre con su personaje Díaz Grey que aparecerá de protagonista en obras posteriores.

En el capítulo primero intitulado Santa Rosa se gesta el inicio de la creación, donde se hace referencia al proceso de la escritura de esta ficción que se va gestando cuando intenta escribir el argumento para Stein. 

Cito de la propia novela: 

No me sería posible escribir el argumento de cine […] Estaba obligado a esperar, y la pobreza conmigo […] todos los que vivían en Buenos Aires estaban condenados a esperar conmigo […] en un territorio feraz donde la dicha podría surgir, repentina y compleja, como un acto de memoria.

La temática de la salvación permanece presente en toda la obra como preocupación latente de su protagonista, Brausen por cambiar su realidad a partir de una simultaneidad de acciones y secuencias en un mundo que pertenece a un segundo plano de la ficción dentro de la historia que se cuenta. El profundo vacío en que se sumerge el protagonista durante la noche más importante a través de la persiana de la habitación. Son la fuente para su ensoñación; donde Brausen entra a Santa María, refugiándose paulatinamente en este mundo fantástico que él mismo se va inventando.

Cito de la propia novela:

Me convencí de que solo disponía, para salvarme, de aquella noche que estaba empezando más allá del balcón, excitante, con sus espaciadas ráfagas de viento cálido […] Pero yo tenía entera para salvarme, esta noche de sábado; estaría salvado si empezaba a escribir el argumento para Stein, si terminaba dos páginas, o una siquiera, si lograba que la mujer entrara en el consultorio de Díaz Grey y se escondiera detrás del biombo; si escribía una solo frase, tal vez.

Cuando Brausen se pone a escribir su guion de cine, primero por encargo de Stein y después por pura necesidad de escribir, hace una asociación de elementos reales con lo que debía ser este mundo creado. Se puede leer en una parte de la novela la importancia de la morfina; cuando pasa al segundo plano de su ficción.

Cito de la propia novela: 

Alcancé en la mesita una ampolla de morfina y la alcé con los dedos, la hice girar, agité un segundo el líquido transparente que lanzó un reflejo alegre y secreto […] El médico vive allí, y de golpe entra una mujer en el consultorio. Como entraste tú detrás del biombo para quitarte la blusa y mostrar la cruz de oro que oscilaba colgando de la cadena, la mancha azul en el pecho. 

Santa María es el nuevo mundo, producto de su imaginación, surge de su preocupación para escribir el argumento de cine como su única y última posibilidad de salvación. Se sumerge en la profundidad de la primera tormenta de Santa Rosa que los habitantes de Santa María esperan con impaciencia.

De acuerdo con Hugo Verani de forma recurrente, el fracaso de las relaciones creativas, el hastío por la rutina, la conciencia de su mediocridad y la fijación de sus recuerdos; son algunos de sus motivos que reaparecen en el transcurso de la novela.

Cabe enfatizar que dichos motivos enriquecen la trama de la novela y van despertando un interés que logra cautivar la atención del lector a medida que la estructura de la misma adquiere cierta complejidad. Con La Vida Breve se inicia lo que la crítica ha llamado “La saga de Santa María”; ya que a partir de este momento sus obras posteriores se van a desarrollar en Santa María una ciudad mítica donde se ha desarrollado la trama de algunas de las novelas mencionadas y hasta Dejemos hablar al viento. Lo mismo ocurre con Díaz Grey, que aparece de protagonista en otras de sus novelas.

 

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

Onetti Juan Carlos. “La vida breve” en Obras completas, México, Aguilar, 1970.

Verani Hugo. “Teoría y creación de la novela ‘La vida breve’ ” en Juan Carlos Onetti, Madrid, Taurus, 1987, p. 224.

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