Los Castrati eran los niños cantores, sometidos a una operación, como su nombre lo indica, de castración. Constaba de eliminar los testículos de los niños cantores en la edad de entre 8 y 12 años y eso era para que no pudieran producir hormona sexual masculina y así conservar su voz aguda.
Práctica que encuentran sus orígenes desde el año 400 antes de nuestra era, los también conocidos como eunucos en el antiguo Imperio Romano, los cuales entretienen a los emperadores y emperatrices. La castración era práctica que era ejecutada por los barberos, dando algún opioide al niño para que sintiera menos dolor al momento del corte.
La época de oro de Los Castrati fue en el siglo XVII, gracias al gran éxito de la ópera y su elenco por toda Europa, en la cual se calcula que se castraban alrededor de 4,000 niños al año y en el que únicamente uno sobresalía y subía a la fama.
De Los Castrati más famosos de la historia se encuentran: Baldassarre Ferri, Giacomo Casanova, Farinelli y Alessandro Moreschi “L’angelo di Roma” el cual fue el último en seguir esta tradición de la castración. La mayoría de estos niños eran de familias de bajos recursos y como se menciona, muy pocos llegaban al estrellato y el resto, si la castración había sido después de los 10 años de edad y su miembro sexual masculino había logrado el tamaño adulto, terminaban como codiciados cortesanos.
Fue hasta 1903 que por orden del Papa Pío X se terminó esta horrible práctica y se permitió a las mujeres incorporarse a la escena musical. En la actualidad se recuerda esa práctica como algo de la barbarie y en contra de la naturaleza humana, ya que ahora los contratenores logran conseguir ese tono agudo y femenino, con el desarrollo del aparato fonador y técnicas naturales.