La Pascualita apareció por primera vez en las vidrieras de la tienda “La Popular” el 25 de marzo de 1930. Los ojos vidriosos del maniquí, su pelo real y el rubor de sus tonos de piel sorprenden inmediatamente a los transeúntes, incluidos los propios empleados de la tienda. No pasó mucho tiempo antes de que alguien observara la sorprendente similitud entre el maniquí y la hija recién fallecida de la dueña de la tienda.