El trastorno del espectro autista (TEA), mejor conocido como autismo, es un desorden del desarrollo del cerebro que comienza en los niños antes de los tres años de edad y que deteriora su comunicación e interacción social, cuya consecuencia se refleja en un comportamiento restringido y repetitivo que se prolonga a lo largo de la vida. Una atención tardía del padecimiento en los aspectos de salud y educación, genera desajustes psicosociales, además de marginación social e incluso en algunos casos problemas de desintegración familiar.
“Con el autismo no se acaba el mundo, sino que comienza un nuevo camino para el que hay que estar muy bien preparado. Soy ante todo una persona, por eso tengo mis puntos fuertes y débiles. Mi deseo es disfrutar una vida plena. Necesito cariño, reconocimiento y elogios, y estoy dispuesto a aprender. Cada día descubro que el mundo es una aventura”. Es el comentario de un niño con autismo.
“Uno de los más grandes retos del autismo no es el autismo en sí, sino la manera en que otras personas reaccionan al autismo, Si quieres, cambiar vidas, cambia tu percepción de las personas con esta c
ondición”. Amy Gravino (vía Autism Speaks)
“Son maravillosas personas, ellos experimentan 2 mundos totalmente diferentes que es el de ellos y el nuestro. Sus pensamientos y acciones son tan profundas y de mucha concentración que no le dedican esa vista al mundo de nosotros ven sentimientos que quizá nunca veremos y pues en lo personal me encanta trabajar con ellos”. Nos comenta Rigoberto Vázquez Calderón, estudiante de la Licenciatura en Motricidad Humana de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México alrededor de 46 mil personas padecen autismo.
A pesar de los números aún existe en nuestro país un gran desinterés por la sociedad en general, no se hace mucho por informarse sobre este desorden que como antes lo mencionamos con la temprana atención y un buen tratamiento estos niños pueden llegar a tener una buena integración social.
Aún no se descubren las causas ni la cura del autismo, pero la educación y la inclusión pueden mejorar la calidad de vida de las personas con esta condición por lo tanto aquí les dejamos 9 señales de alerta del autismo:
- No reacciona cuando dicen su nombre.
- No señala objetos de su interés.
- Evita contacto visual y juega solo.
- Tiene dificultad para expresar sus sentimientos.
- Tiene retrasos en el lenguaje y en el habla.
- Se irrita fácil por cambios mínimos.
- Mece su cuerpo como autómata. Realiza un movimiento de aleteo con sus manos o gira en círculos.
- Reacciona de forma extraña. Por ejemplo, gritar o angustiarse exageradamente frente a un ruido.
- Repite siempre la misma palabra.
El pronto tratamiento mejora sus oportunidades de llevar una vida normal.