Elliot Rodger, el psicópata que lo tení­a todo

Elliot Rodger, hijo del asistente del director de Los Juegos del Hambre, Peter Rodger, mató a siete personas el 23 de mayo del 2014. Pero, hay una historia extremadamente peculiar detrás de estos asesinatos. El chico londinense no vivió gran parte de su vida con su madre filipina, sino que después de que su padre británico se volvió a casar con la actriz Soumaya Akaaboune, comenzaron a residir en California permanentemente.

Escena de su último ví­deo, 'Retribution'.
Escena de su último video, ‘Retribution’.

En una entrevista muy personal con el padre de Elliot, Peter Rodger, éste se abrió con la periodista americana Barbara Walters y explicó la conducta de Elliot en casa, antes de que se fuera de casa a Isla Vista a estudiar una carrera universitaria. Era un chico introvertido, callado y en varias instancias, hacia explí­citas sus envidias. Lo cambiaron de primarias y secundarias en múltiples ocasiones, esperando que pudiera hacer algún amigo. Su padre lo mandaba a las mejores escuelas, le pagaba un psiquiatra carí­simo, le tení­a un BMW negro y jamás le faltó dinero, todo esto para mantenerlo contento. Aún así­, la gente podí­a ver que él no estaba bien. Elliot subí­a videos a Youtube regularmente explicando el porqué de sus envidias. Según él, no podí­a comprender por qué ninguna mujer lo volteaba a ver, le frustraba el hecho de que tení­a dinero y era atractivo y no podí­a obtener sexo.

Un poco antes de los asesinatos, Elliot Rodger, les mandó un documento de 141 hojas, que se puede encontrar en lí­nea conocido como ‘My Twisted World’ (su manifiesto), a su padre, madre y psiquiatra. En él explica todaví­a más a fondo cómo el enterarse que el sexo existí­a, lo destruyó, y más el saber que él no podí­a tenerlo. Ver a mujeres atractivas y parejas lo volví­a loco.

Así­ que Elliot acudió a su apartamento el 23 de mayo, vio que sus compañeros de casa Weihan Wang, de 20 años de edad, Cheng Yuan Hong, de la misma edad, y George Chen, de 19 años de edad, amigo de Wang y Hong que se encontraba por coincidencia en el lugar,  jugando videojuegos. Procedió a apuñalarlos a muerte a los tres. Después, se subió a su BMW y filmó su último ví­deo para Youtube llamado ‘Retribution’.

Rodger se dirigió a la casa de hermandad Alpha Phi en Isla Vista, tocó la puerta pero nadie le abrió. Cuando regreso a su carro, comenzó a dar vueltas por las calles cuando le disparó a Bianca DeKock, Katherine Cooper y Veronika Weiss. Todas menos sobrevivieron menos Bianca.

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Las seis ví­ctimas de Elliot Rodger.

Mientras seguí­a buscando ví­ctimas en las calles de Isla Vista, Elliot vio que varios jóvenes se encontraban afuera de una tienda. Procedió a dispararles, por lo cual dichos jóvenes salieron huyendo dentro del lugar. Christopher Michael-Martí­nez (primero a la izquierda de la fotografí­a).

Elliot Rodger siguió manejando, disparando al aire, tratando de encontrar una ví­ctima hasta que chocó contra un carro que se encontraba estacionado. La policí­a de Isla Vista corrió a someterlo, pero cuando tuvieron una vista claro de adentro del carro, Elliot ya estaba muerto. Se habí­a suicidado.

Este fenómeno que sucede mucho en Estados Unidos, los ‘school shootings’, han causado muchí­sima polémica, ya que los americanos se quejan de el pobre control de armas que el paí­s maneja. Por esto mismo, Richard Martí­nez, el padre de Christopher ha convocado varias ruedas de prensa para hacer público su desacuerdo con el control de armas de los Estados Unidos.

El caso de Elliot Rodger, tristemente, ha de ser uno de muchos que se encuentran en el mundo. De jóvenes incomprendidos que solamente buscan una vida con sentido, con éxitos y placeres.

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