La respuesta es un rotundo: sí
¿Pero, por qué?
Cuando Napoleón Bonaparte llegó al poder, aprobó un texto firmado el 22 de junio de 1799 ordenando la unión de la Gran Logia de Francia y el Gran Oriente de Francia (GODF). Aunque algunas logias del rito “escocés”, rechazan esta aproximación, en todo caso, esta etapa estará marcada por un intolerable grado de intromisión gubernamental en la vida de las Logias. No cuadró.
Se sabe que en la convención del 22 de octubre de 1804, el conde de Grasse-Tilly, tras volver a Francia, fundó el 22 de septiembre el Supremo Consejo Grado 33 escocista en la Gran Logia de Francia, convirtiendo a Luis Bonaparte en Gran Maestro. Con el advenimiento del Imperio, José Bonaparte (iniciado en la logia “La Perfecta Sinceridad” de Marsella) se convirtió en Gran Maestro del Gran Oriente de Francia. Las relaciones de Napoleón con el Gran Oriente serán buenas, pues se llevó a cabo una purga de anti-bonapartistas. Los principales cargos de la masonería serán ocupados por familiares y personas de confianza de Napoleón, como el príncipe Luis Bonaparte, el Canciller del Imperio Jean-Jacques Regis de Cambaceres, o los mariscales André Masséna y Murat. Masséna había sido iniciado en Toulon, en 1784, en la logia “La Asociación de Estudiantes de Minerva”, y fue miembro de otras logias como “Los amigos verdaderos de la reunión” de Niza, o la logia militar “La Perfecta Amistad”, llegando a dirigir el GODF.
Bajo el Imperio se desarrollaron las logias militares, dado que Napoleón veía en la masonería un elemento de cohesión del ejército por los sentimientos de hermandad que inspiraba. No obstante, Napoleón no se fiaba de la masonería, aunque estuviera controlada por José Fouché, pues en ella también se ocultaban las actividades de los Realistas, el acostumbrado juego doble del Poder teocrático que es quien controla.
En 1805, ante las disputas entre el Grande Oriente y el Supremo Consejo del Grado 33, Napoleón, para asegurar el control del Consejo Supremo, nombra a Jean-Jacques Regis de Cambaceres como Soberano Gran Comendador en lugar de Grasse-Tilly, junto a varios dignatarios del Gran Oriente (Dominique Clément de Ris, Pierre Riel Bourneville, Dominique de Pérignon, Muraire, D’Aigrefeuille, etc.). Jean-Jacques Regis de Cambaceres, fue Gran Comendador del Supremo Consejo de Francia desde 1806 hasta 1821.
Joaquín Murat se convirtió en rey de Nápoles el 1 de agosto de 1808. Se produjo entonces un florecimiento de las logias militares franco-italianas bajo el rito de Mizraim, que durará hasta el final del Imperio.
Bibliografía:
Amiable, L. (1895). Napoléon et les francs-maçons. Librairie Maçonnique.