Los historiadores siempre se han empeñado en estudiar, analizar y comunicar el pensamiento y el significado que de las ideas que los seres humanos han realizado y compartido durante el transcurso del tiempo, recreando y teorizando, lo mejor posible, la verdad sobre el pasado de las sociedades. Para esto, los discípulos de Clío utilizan y emplean diversas técnicas y herramientas que les permitan reconstruir, lo mejor posible, los antiguos paisajes y panoramas sociales, políticas, urbanas y culturales de las diferentes civilizaciones que se desarrollaron y existieron en el mundo; como son la lectura y el análisis de las cartas, diarios, documentos, pinturas, estructuras, costumbres, entre otros, los cuales permiten realizar una aproximación cercana a los cánones de la época y desvelara y teorizar como era la vida de las personas de antaño. No obstante, en los últimos años se ha producido un cambio y una transformación revolucionará en la forma de realizar y de hacer historia, pues gracias al rápido y continuo desarrollo tecnológico se han introducido nuevas herramientas que permiten guardar y plasmara el estado y las características de la sociedad modernas y que son, o serán, piezas claves para que los historiadores realicen su función, entre ellas se encuentra la oralidad.
A la técnica de investigación en la cual se utilizan los recursos orales y los testimonios de las personas para desarrollar y realizar un trabajo histórico se le conoce como historia oral. Esta se distingue y se caracteriza de los demás métodos convencionales de investigación histórica por la implementación, elaboración y el uso de entrevistas hacia los actores del fenómeno o el evento estudiado, para comprender las ideas, las experiencias y las memorias individuales o colectivas de las personas y de la sociedad, comprender y conocer de una forma más cercana y “verdadera” como fueron vividos y recordados los diversos acontecimientos históricos que sucedieron en una región o comunidad en particular. A su vez que estas se transformen en elementos y piezas útiles para futuros investigadores.
El desarrollo y la implementación de los métodos, estrategias y herramientas de las cuales se auxilia y se apoya la historia oral tiene sus orígenes gracias al continuo y constante desarrollo tecnológico que se ha producido en los últimos siglos. La aparición de las cámaras de video y las grabadoras de audio portátiles que surgieron en la década de los 40, permitieron preservar, documentar y guardar las memorias y los acontecimientos sucedidos en la época, así como las experiencias, las ideas y el imaginario colectivo de la sociedad, puesto que en la antigüedad las personas utilizaban diarios personales y cartas en lo que narraban y describían su día a día, los cuales fueron(y son) los principales materiales de apoyo con los cuales los historiadores realizan e investigan el pasado. Sin embargo, este tiene a deteriorarse y a desaparecer, sin no son manejados y protegidos adecuadamente; así mimos, con la llegada de la televisión, el teléfono, el internet y las computadoras, cambio el panorama completamente, pues las personas ya no necesitan del papel para comunicarse, bastaba con solo una llamada o presionara un botón para mandar y recibir noticias, por lo que los investigadores y los seguidores de Clío tuvieron que adaptar nuevas estrategias para realizar su trabajo. Es Por tal, la historia orla es el conjunto de entrevistas y diálogos realizados hacia personajes destacados, relevantes o testigos que vivieron o acontecieron algún fenómeno o evento histórico relevante.
Al igual, que otras de las disciplinas y ramas de la investigación histórica, la historia que utiliza e implementa fuentes orales en sus trabajos sigue y obedece a una serie de metodologías y aplicaciones teóricas y metodologías que le permitan desempeñar su labor. Entre las que destaca el tiempo de entrevista que se realiza, pues las ciencias sociales califican y determina que existen diferentes tipos de entrevistas, que varían según su forma, sus métodos y sus objetivos a obtener (la dirigida, la estructurada, la controlada, la guiada, la no guiada, entre otras); pata los historiadores orales, suelen, utilizar la entrevista focalizada que consiste en la investigación y en la opresión de datos e información específica del entrevistado, por tal es necesario que el entrevistador organice y estructure la entrevista con tiempo para poder obtente los datos que desea. Sin embargo, no debe forzar u obligar a la persona o personas entrevistadas a que le digan o le narren solo que él quiere, pues podría provocar la omisión de detalles y datos que pueden aportar información y datos extras para la investigación, por tal es necesario desarrollara y crear un ambiente de confianza y de respeto entre el entrevistado y el entrevistador, es decir, que sea un diálogo entre conocidos y no solo un foro académico o laboral. Por otro lado, es importante y fundamental pensar siempre en la/las personas a entrevistar, en que se sientan cómodas y confortables, este conlleva a múltiples implicaciones como son: respetar sus decisiones y sus sentimientos cuando se les pregunte sobre ciertos temas; no se les debe de forzar u obligara a que hablen de su vida privada o íntima, pues puede ser prejudicial o peligros para ellos; receptar y mostrara interés real en lo mencionado o dicho por el individuo/s; y por último, se debe mostrar al entrevistado el material realizado, pues es el que tiene la última palabra sobre si usar o no la información obtenida.
Para finalizar, este tiempo y forma de hacer historia tiene un gran campo dentro la comunidad mexicana, pues las fuentes orales han sido ignoradas por los investigadores por mucho tiempo. Esto puede ser por un rechazo o ignorancia de su forma y sus métodos a la hora de recabar, recolectar y utilizar la información obtenida, pues se considera y se piensa que lo dicho por el entrevistado no son más que mentiras y falacias de personas ya grandes. No obstante, si a la historia oral se le toma y se emplea como una herramienta y un método auxiliar, que puede ser complementado con otras fuentes o recursos de la investigación histórica, las probabilidades de existir y de beneficios son mayores, permitiendo desarrollar y crear una historia nacional más completa y precisa. Así que cuando esté en casa de tus abuelos presta atención a todas las historias que te narra sobre su vida y sobre su pasado, puede que te ayude en un futuro.
Referencias.
Meyer, E., & de Bonfil, A. O. (1971). La historia oral. Origen, metodología, desarrollo y perspectivas. Historia Mexicana, 21(2), 372–387. http://www.jstor.org/stable/25134913
González, L. (1999). El oficio de historiar.
Pozzi, P., Mastrángelo, M., & Vommaro, P. (2020). Haciendo historia: herramientas para la investigación histórica. CLACSO.