En la actualidad, es común que los jugadores del fútbol mexicano migren a otros países para jugar en ligas de alto nivel. Pero, esto no fue siempre así; hasta hace pocos años no era muy común saber de mexicanos que jugaran en Europa y mucho menos en otros continentes. A quien se le debe el haber abierto el camino fue Luis de la Fuente y Hoyos, mejor conocido como “El Pirata”, quien fue el primer futbolista mexicano en jugar en Europa, y uno de los históricos del deporte nacional.
Luis de la Fuente y Hoyos nació en el puerto de Veracruz el 17 de enero de 1914. El apodo de “El Pirata” se lo pusieron porque de niño se subía a jugar a los barcos que llegaban al puerto de su tierra natal.
Inicia su carrera deportiva en México con los clubes Aurrerá y Real Club España. Debido a su talento es fichado a los 20 años por el club español Racing de Santander, convirtiéndose en el primer mexicano en jugar en el viejo continente, sin embargo, su estancia es corta debido a la guerra civil.
En México, regresó al Real Club España y, posteriormente, jugó en el Club América. En ambos equipos logró cosechar trofeos, pero su nuevo destino estaría en tierras sudamericanas. Llegó al Atlético Corrales de Paraguay en 1939 y, un año después, se unió a las filas del Club Atlético Vélez Sarsfield de Argentina.
Después de su paso por Sudamérica, retorna nuevamente a México, pero esta vez al Club Deportivo Marte, donde fue campeón en la temporada 42-43. La carrera del Pirata era exitosa, pero le hacía falta algo, y eso era jugar para su gente en el puerto jarocho. Es así como en 1943 se une al Club Deportivo Veracruz. “El Pirata” logra darle de las máximas glorias que tiene el club, que son dos títulos de liga en las temporadas 45-46 y 49-50, así como un torneo de copa en la temporada 47-48. Además de esto, es el segundo goleador histórico del club con 83 anotaciones.
El “Pirata” fue un mexicano que su talento lo llevó a jugar en varios países. Su espíritu errante hizo que estuviera regalando buen fútbol en estadios de América y Europa; sin embargo, su deseo de regresar a su natal puerto era fuerte y consiguió ser pieza fundamental para el Veracruz. El “Pirata” se ganó a pulso su lugar en la historia del balompié mexicano y mostró que, en ocasiones, nadie es profeta en su tierra.