“Si en una casa no hay un libro, no habrá una inclinación hacía la literatura, sin embargo, si la ven leyendo sus hijos y su casa está llena de libros, obviamente van a ser lectores”, explicó como mayor problema en la falta de lectura el licenciado en letras españolas, Gonzalo Reynaldo García Terrazas.
Según el Módulo Sobre Lectura (MOLEC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México ocupa el penúltimo lugar en índice de lectura de los 37 países que integran la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, en el que se consumen 3.4 libros por persona al año, mientras que en México únicamente 4 de 10 adultos se interesan por la lectura. El licenciado Gonzalo comentó hacía esto: “El panorama es triste, no podemos evadir la realidad. No solo con los universitarios, sino que es a nivel nacional, desgraciadamente México es un país de pocos lectores, esos pocos lectores se dividen en buenos y malos lectores y ganan los malos lectores.”
Y es que a pesar de las iniciativas que ha tenido la Secretaría de Educación Pública (SEP), como lo es “El manual de procedimiento para el fomento de la valoración de la comprensión lectora” que pretende saber cuántas palabras por minuto lee el alumno, así como la fluidez al leer en voz alta y entender el texto, el licenciado opina que: “La rapidez de leer no aporta más que algo práctico, sobre todo en este paradigma de la posmodernidad en que todo tiene que ser veloz, lo que tenemos que hacer cuando leemos es que nos mueva a la reflexión, no podemos ponerle tiempo, porque no todos tenemos la misma capacidad de sintetizar lo que estamos leyendo.”
A su vez resalta lo que para él debe ser la lectura y cómo la debemos de llevar a cabo: “Para mí la lectura debe ser un acto de reflexión y de enfrentar la propuesta que nos presenta el texto, ya sea narrativa, científica, literaria, etcétera. Tenemos que enfrentar ante qué discurso estamos presentes, valorar cuál es la categoría de este y cuando lo entendemos, buscar cuál es el mensaje que nos propone el texto y de ahí la reflexión sobre este, de acuerdo a nuestra experiencia, carga cultural, circunstancia socioeconómica, etcétera.”
Es un hecho que la falta de lectura en México tiene estancada a la industria editorial, haciendo que desaparezcan cada vez más las editoriales nacionales y locales, Además que, como dice el entrevistado: “El problema reside en que muchos creadores no tienen acceso a las grandes editoriales porque estas trabajan tirajes muy grandes y si no es por parte de convocatorias o premios tendría uno que pagar tirajes muy grandes”. Añadiendo a su vez que en el Estado de Chihuahua existen varias editoriales que intentan ayudar a los creadores Chihuahuenses: “hay editoriales pequeñas dentro del Estado que están implicando a los creadores locales, en las que se puede decir que se hacen ediciones “artesanales” o de autor en donde el escritor puede decir “bueno yo quiero que me impriman ciento cincuenta ejemplares de mi obra” creando una oportunidad muy importante para los escritores. Chihuahua tiene editoras como María Merced Nájera Migoni, quien es una excelente poeta.”
También compartió su experiencia teniendo a cargo el fondo estatal para la cultura y las artes: “Teníamos dos programas, uno de ellos era el David Alfaro Siqueiros que era estímulos a la creación, entonces la gente presentaba proyectos a realizarse en un año en todas las áreas del arte y esos proyectos eran revisados por un comité técnico que se conformaba con gente que tenía tablas en las diferentes áreas para darle un estatuto más sólido al programa, entre ellos llegamos a tener a Miguel Sabido, Rossana Filomarino, entre otros y todos con un criterio muy sólido. Ellos me decían que los creadores chihuahuenses dominaban muy bien las técnicas de creación pero que eran monotemáticos y esto se debe a que no lee la gente. ¿Cómo creo arte si no leo? ¿Si vivo en un mundo que no está expandido por la lectura? Es endogámica la cultura en Chihuahua, no salen de las muertas de Juárez, la violencia, el narcotráfico y se les cierra el mundo.”
Y es que la falta de lectura en México y Chihuahua, tiene a la sociedad desinteresada en la cultura, con esto, se le preguntó al también docente el cómo se puede promover la lectura: “Primero, conocer lo que es la literatura. La literatura es un producto de la razón humana en busca de la libertad en un enfrentamiento con la realidad. Cuando un padre de familia se da cuenta de esto, va a acercar la literatura a sus hijos, porque esto tiene que venir desde la casa, no se puede imponer de la noche a la mañana un hábito. Si en una casa no hay un libro, no habrá una inclinación hacía la literatura, sin embargo, si la ven leyendo sus hijos y su casa está llena de libros, obviamente van a ser lectores. Después hay que reforzar con los programas de lectura desde el jardín de niños, primaria, secundaria y la preparatoria e ir proporcionando las lecturas adecuadas.”
Casi para finalizar se le preguntó cuál es la importancia de la lectura a lo que respondió con: “Formar personas íntegras con una capacidad de reflexión ante las circunstancias de la vida, haciéndolas mejores personas. La reflexión que hace la literatura nos hace entender nuestro ser en el aquí y el ahora y nos ayuda a no dejarnos llevar por ideologías absurdas y momentáneas.”
Finalmente, el licenciado comentó qué libro recomienda a todos los adolescentes que empiezan con el hábito de la lectura y el porqué de la recomendación: “Mi novela consentida es El conde de Montecristo de Alejandro Dumas porque todos somos un Edmund Dantes y nos llega un momento en que tenemos que morir con nuestra ignorancia para renacer como el conde de Montecristo que lo hace, de un simple marino a un hombre instruido e inteligente y eso es el saber. Siempre va a haber un padre espiritual de aquel marino ignorante para convertirlo en un ser superior, y eso es el conocimiento, la inteligencia y la filosofía. Para mí siempre ha sido un libro fabuloso y yo se las recomendaría a todos los adolescentes.”