Este hombre es un verdadero personaje de cuento. Todos los días de convierte en Shrek, el ogro de la película del mismo nombre, recorre las calles de Tijuana brindando sonrisas, siempre pensando en su princesa adorada.
Su nombre es Hugo García, tiene 40 años de edad y decidió adoptar el personaje para apoyar la causa de su esposa quien padece un cáncer que la mantiene postrada en cama.
El valiente Shrek sale a la calle a buscar donativos pero también a alegrar a quienes encuentra a su paso.
“Lo hice para llegar a los lugares donde no conocen a ese personaje, donde hay soledad, la oscuridad, las enfermedades, donde las familias están esperando un desenlace cuando el enfermo está ya en fase terminal, y llegar y sacarles una sonrisa o una esperanza con el personaje es lo que me llena de satisfacción”. Cuenta el simpático personaje.
Pero convertirse en Shrek no es nada fácil. Cada día tiene que invertir hasta hora y media para cubrir su rostro con pintura especial, conseguir su chaleco, mallas y botas. Todo idéntico al personaje de la película, acompañado de “Burro”, su fiel compañero.
Además de esto tiene que lidiar con la continua irritación de los ojos por la pintura, que en su caso podría ser peligroso debido a la diabetes que padece.
A pesar de su grave situación familiar y personal, el “Shrek” no deja de ayudar. Frecuentemente se suma de manera voluntaria a campañas de instituciones o asociaciones no lucrativas para juntar recursos para sus diferentes actividades.
“Ahorita es el mes de la Cruz Roja porque, es el mes de la Cruz Roja y hay que apoyar porque no sabemos cuándo la vamos a necesitar y por qué no hacerlo, que lo que van a dar a mí que se lo den a la Cruz Roja”.
El “Shrek” tijuanero siempre tiene una sonrisa para quien busca tomarse una foto con él. Su presencia genera miradas de admiración de chicos y grandes. Su trabajo y dedicación ya le ha dado otras satisfacciones. Recientemente ganó un concurso nacional de “Comic Play” de disfraces en la categoría de mejor vestuario original de personaje.
El gentil ogro, dice que seguirá recorriendo las calles de Tijuana para divertir a la gente mientras su salud se lo permita. Nos lanza una sonrisa de despedida y a pocos pasos posa para la “selfie” de un niño emocionado por verlo.